El Papa Francisco pidió una Iglesia valiente

Hoy, ante miles de fieles que le escuchaban en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco aseguró: "Su ejemplar testimonio nos recuerda que la Iglesia no necesita burócratas y funcionarios diligentes, sino misioneros apasionados, devorados por el ardor de llevar a todos la consolante palabra de Jesús".

Desde la ventana del Palacio Apostólico planteó: “Pienso con admiración sobretodo en los numerosos sacerdotes, religiosos y laicos que se dedican al anuncio del evangelio con gran amor y fidelidad, no pocas veces al costo de su vida”.

"En la misión que lleva a cabo en el mundo, la Iglesia, es decir, todos nosotros, necesita la ayuda del Espíritu Santo a fin de no ser disuadida por el miedo y el cálculo, no acostumbrarse a caminar dentro de fronteras seguras, para que no se vuelve una Iglesia funcional, que no arriesga nunca", sostuvo el Pontífice.

Por otra parte, pidió que los fieles deben tener “el coraje apostólico que asciende en nosotros como un fuego que nos ayuda a superar los muros y barreras, nos hace creativos y nos anima a ponernos en movimiento, incluso caminar en los caminos inexplorados o poco convenientes, ofreciendo esperanza a las personas que encontramos".

Además, el Papa sostuvo: "Más que nunca necesitamos sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos, con la atenta mirada del Apóstol, para conmoverse y estar delante de las dificultades y la pobreza, material y espiritual, caracterizando el proceso de evangelización y de la misión con el ritmo curador de la proximidad"

Al finalizar, Francisco advirtió: “La Iglesia no debe volverse fría e incapaz de dar vida", y aclaró la necesidad de estar cercano a "los que sufren, a los necesitados, a los refugiados y a tanta miseria humana".