X

Incendio en Los Molles: Olga Astorga, contó cómo vivió la “peor de las pesadillas” a la distancia

Elchorrillero.com dialogó con la mujer, vecina de Sierras Marianas, que junto a su familia sufrieron el paso del fuego por el complejo la noche del 27 de agosto.

Así quedó el garage y el hogar de una de las familia afectadas.
Actualizada: 30/08/2016 00:18
PUBLICIDAD

El incendio no para. Ya afectó a diez localidades: Potrero de los Funes, Estancia Grande, El Durazno, Durazno Alto, La Punta, Suyuque, Suyuque Nuevo, Los Molles, Villa de la Quebrada y Nogolí, con destino a Río Grande.

Este fin de semana, las llamas arrasaron la zona de Los Molles y en su paso provocaron severos daños en el loteo Sierras Marianas.

Vía WhatsApp, Olga Astorga, quien sufrió junto a su familia y otros vecinos el paso del fuego, relató cómo vivieron esa interminable noche.

Olga describió cómo su suegro Isaías, y sus dos hijos mayores, Iván y Nicolás, que se encontraban en ese momento en el complejo, vivieron lo que pudo haber sido una tragedia.

La quema arrasó con quinchos, vegetación, tanques de agua y cañería que conecta la población, además del tendido eléctrico.

¿Hace cuánto viven en las Sierras Marianas?

Vivimos ahí desde febrero del año pasado. Por eso me da mucha bronca e impotencia que la intendenta de Villa de la Quebrada haya dicho por radio que todo lo que está circulando es falso y que son cosas del incendio del 2009.

¿De qué manera los sorprendió el incendio?

El día 27 fue el incendio en Los Molles. Yo estuve allá ese día y les pedí a nuestros compañeros que se lleven las cosas más importantes porque se veía que el fuego iba llegar a las Marianas.

Los vecinos del fondo del barrio comenzaron a pedir ayuda por nuestro grupo de WhatsApp y, como yo vivo en la entrada, les pedimos a los bomberos que fueran a ayudar para atrás.

Mis hijos más grandes y mi suegro fueron testigos de cuando el fuego llegó y no había nadie ayudando en esa zona, porque había varios focos y se fueron para atrás del barrio.

¿Vos ya estabas en Buenos Aires?

Yo viajé en el vuelo de las 10 y mis hijos me decían que aparentemente estaba controlado. Pero la noche del 27 comenzó a descontrolarse otra vez.

Aún sigo en Buenos Aires con mi hijo más pequeño, que tiene 10 años y está bastante mal por todo lo que sucedió. Tiene una crisis respiratoria y estoy esperando el “ok” para llevarlo a internar.

Tus hijos y tu suegro vivieron la peor experiencia…

El momento exacto en que los chicos vieron el fuego, escuché sus gritos y la desesperación, yo estaba al teléfono.

Luego, logré comunicarme nuevamente con ellos y me dijeron que ya estaban en la ruta con su abuelo. Mi suegro es una persona de 70 años que sufre de presión, en esa circunstancia tuvo un pico de 22.

Cuando llegaron a alojarse a la casa de una amiga en la ciudad, me dijeron que los niños estaban con una crisis de nervios porque no habían tenido tiempo ni de agarrar sus perros.

¿A qué hora llegó el fuego?

Ocurrió a las 23. Ese día, el avión hidrante pasó una sola vez. Cuando vi que no podían controlar el fuego pedí que me ayudaran a llevar las cosas. Esa madrugada las máquinas trabajaron casi toda la mañana pero el avión pasó cerca del mediodía y después nunca más.

A la medianoche salió mi marido en auto desde Buenos Aires y llegó la mañana del 28, donde se encontró con todo el panorama.

¿Tu casa se quemó?

Adentro sólo se chamuscaron las persianas, por suerte no explotaron los vidrios, ahí sí que no quedaba nada, ya que la casa tiene muchas ventanas. Y de los animales, dos de los cuatro perros sufrieron quemaduras en sus lomos.

Nuestro garaje tenía una heladera, mesas, sillas que son las que se usaban en el verano como parte del deck. Una pileta para los más pequeños, dos camas, ropa y calzado, un baúl lleno de juguetes.

Los elementos que perdió la familia de Olga Astorga la noche del incendio.

¿Los tuvieron que evacuar?

En algunos casos los bomberos evacuaron. Pasa que no tienen las herramientas suficientes para enfrentar algo de semejante magnitud.

Desde esa mañana que el barrio no tiene agua y luego explotó el transformador y se quedaron también sin luz.

 

Este es un pasaje de la experiencia que vivió una de las familias de las Sierras Marianas la noche del 27, luego del ataque del foco ígneo que continúa azotando la región. En su cuenta de Facebook, Astorga la tituló como la “peor de las pesadillas”.

En este momento, la zona continúa sin los servicios de luz, ni de agua.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR