Agúndez espera que se baje la calificación de la acusación de Rojos
Este lunes al mediodía declaró Esteban Rojos, alrededor de dos horas, ante el juez de Instrucción en lo Penal Nº 1, Sebastián Cadelago Filippi. La defensa del acusado, encabezada por Gonzalo Agúndez, espera que se cambie la calificación a homicidio culposo. Aunque no descartó que le dicten, a su representado, la prisión preventiva.
En su declaración, el detenido manifestó que el hecho “ocurrió alrededor de las 6:30 de la mañana, por lo cual estaba oscuro y, si bien había luces del tendido público, eran muy tenues”.
El abogado no desmintió que el nivel de alcohol en sangre de su cliente sobrepasaba lo permitido, sin embargo insiste en que el acusado se encontraba lúcido.
Rojos está detenido desde el 4 de septiembre, día que atropelló con un Volkswagen Gol a Lorena Gatica, que circulaba en una motocicleta Honda 110 cc. La mujer era auxiliar de policía y volvía de hacer horas extra como seguridad en un boliche.
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En una comunicación con elchorrillero.com, Gonzalo Agúndez comentó que “fue una declaración fresca y espontánea, ya que Rojos tenía muchas ganas de declarar ante el juez. Se interrumpió porque él se quebró varias veces, ya que obviamente no se encuentra bien emocionalmente”.
El defensor de Rojos destacó que en “este momento están trabajando para cambiar la carátula de homicidio simple por homicidio culposo”. Con esto la defensa entiende que existió imprudencia o impericia pero nunca dolo eventual.
Según Agúndez hay tres puntos clave en la declaración de Rojos, por los que se debería cambiar la calificación de homicidio simple.
El letrado dijo que “la posibilidad de que Rojos se haya fugado quedó totalmente descartada”; y comentó que “se quedó ahí en todo momento. Hay un informe médico de que él se encontraba lúcido. A la chica se la llevan de urgencia y Rojos permaneció en el lugar del hecho. Voluntariamente se queda presto para todo lo necesario, hasta que efectivamente es trasladado a la comisaría”.
El segundo punto esgrimido fue que “no existe ninguna prueba de la velocidad a la que circulaba Rojos” y agregó que “el mismo conductor manifestó que andaba más o menos a 50 kilómetros por hora”. El letrado cito al médico forense, Ricardo Torres, cuando dijo que “las lesiones que presentaba la chica eran típicas de salir despedido de la moto y que no se necesita una velocidad excesiva para salir expulsado de una motocicleta”. El juez de la causa entiende que la velocidad era excesiva.
Como tercer punto, Agúndez argumentó “que él (por Rojos) no tuvo posibilidad alguna de realizar una maniobra evasiva. Ya que se vio sorprendido por un bulto negro y por supuesto esto se condice también con la pericia mecánica que informa que la motocicleta no tenía luces. Si hubiese estado en condiciones, indudablemente hubiera podido, por lo menos, haber tirado un volantazo”.
También el abogado recordó el caso Lombardi, en el que actuó el juez Cadelago Filippi; y citó como antecedente que en aquel accidente el acusado “había bebido la misma cantidad de alcohol que Rojos y que había pasado un semáforo en rojo a horario pico de salida de boliches”. Y dijo que el juez dictaminó el homicidio culposo. “Entonces si él puede lo más, puede lo menos”, concluyó Agúndez.
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