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Cada vez más personas practican reiki en San Luis como estilo de vida y actividad

El reiki es una práctica que utiliza las manos para la canalización de la energía. En los últimos años cada vez más gente en San Luis busca practicarlo. “Ayuda a encontrar el equilibrio entre el sentir, pensar y actuar; es un método de curación y sanación completamente natural para quienes tienen la necesidad de llegar a él”, dijo Natalia Albornoz quien cuenta con el nivel III de reiki, además es instructora de yoga chino, masajista, futura kinesióloga y payamédica.

El reiki actúa como método terapéutico y de autosanación.
Actualizada: 24/09/2016 21:44
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El reiki significa energía vital universal. El término se desglosa en “rei” que significa energía universal la cual es ilimitada e inagotable y “ki” que es energía vital, “vendría a ser nuestra propia fuerza personal. Entonces el reiki considera que estas dos energías – universal y vital – se completan y se potencian para canalizarse por nuestras manos. Obviamente previo a ser iniciado o sintonizado por un maestro de reiki”, explicó Natalia Albornoz quien añadió que en su caso su maestra fue Esperanza Platinetti.

El objetivo del reiki es encontrar un equilibrio entre lo que es sentir, pensar y actuar; en una armonía entre lo físico, lo emocional, lo espiritual y lo mental. “Es un método de curación y sanación completamente natural para quienes tienen la necesidad de llegar a él”, dijo la reikista.

El reiki lo puede practicar todo el mundo.

Natalia relató a elchorrillero.com que el primer nivel de reiki lo aprendió en 2008 y que desde entonces ha percibido, sobre todo en los últimos cinco años, un notable incremento de personas que buscan, por diferentes cuestiones, los beneficios que se le atribuye a esta disciplina. “Lo que más me ha llamado la atención es la cantidad de gente que lo aprende sólo para practicárselo a sí mismos; la mayoría son mujeres, aunque en este último tiempo los hombres también buscan interiorizarse”.

El reiki actúa como método terapéutico y de autosanación. Es una metodología terapéutica natural y fácil de aprender que consiste en utilizar el poder de las manos, ya sea sobre nosotros mismos, sobre otra persona, sobre plantas o animales.

“De esta manera nos convertimos en un canal de transmisión de la energía universal. Lo que hace el reiki es quitar bloqueos a la energía que pueden existir en cualquier lugar del cuerpo, entonces se logra así recuperar la armonía y equilibrio energético ya que se considera que las obstrucciones o bloqueos surgen de todo lo que es negativo, como pensamientos, acciones o sentimientos que son considerados como la causa fundamental de la enfermedad. Ósea, desde esta visión, se toma como que el origen de las dolencias y malestares se encuentran en un desequilibrio energético de alguna índole”, describió.

Natalia describió algunos de los efectos que considera que aporta esta técnica como lograr una calma mental, tranquilidad en el espíritu, a nivel corporal se estimula todo lo que son las fuerzas internas de autosanación, se equilibran los circuitos energéticos, se liberan las emociones reprimidas, se disminuye la ansiedad y el estrés, aumenta la creatividad, se incrementan las funciones intelectuales, entre otros puntos.

“Al reiki lo puede practicar todo el mundo, todos podemos acceder a él porque es algo natural y todos tenemos la capacidad de practicarlo por la sola razón que estamos vivos, somos seres vivos. El reiki no es una religión, de manera que puede ser practicado por personas, de cualquier credo o fe”, aportó.

Este método trabaja sobre los chackras que son centros energéticos que están ubicados en el cuerpo. “Son siete los principales y estos se van a relacionar con distintos aspectos de nuestra vida, manejan una energía particular cada uno”, expuso la reikista.

Estas lagunas de energía están a lo largo de la columna vertebral, desde la coronilla en la cabeza hasta el coxis. El primero es el chakra raíz, el segundo es el sacro, el tercero es el plexo solar, el cuarto es el corazón, el quinto la garganta, el sexto el tercer ojo y el séptimo la coronilla.  Estos puntos están representados por siete colores, y cada uno de estos se encuentra relacionado con aspectos espirituales. La palabra chakra significa “circulo” o “disco” y se identifican con un símbolo y una flor de loto.

El método cuenta con tres niveles y el nivel de maestro. “En el primero, como tema importante se enfoca en el auto-tratamiento, en uno mismo; en el segundo se ve el tratamiento a otras personas, ósea enfocarse en uno y en los otros, y en el tercero ya tiene que ver con las enseñanzas interiores, está vinculado con la transformación espiritual”, apuntó y sumó que el nivel maestro es el último y el que forma a los otros reikistas, en este nivel están habilitados a compartir todos sus conocimientos e iniciar futuros reikistas, se le llama “compartir el camino”.

Al ser indagada por la práctica del reiki en la medicina tradicional, Albornoz contó que conocía casos aislados en diferentes puntos del país e incluso San Luis: “sé que a algunos hospitales van reikistas para darle reiki a las personas que se encuentran internadas. En EEUU ya se considera al método no como terapia alternativa sino ya como terapia complementaria, ósea actúa en complemento a la medicina tradicional, no viene a sustituir nada”.

Natalia se refirió a como amalgama el saber tradicional ya que es estudiante de Kinesiología en la Universidad Nacional de San Luis con estas técnicas alternativas como el reiki o el yoga chino. “Para mí el reiki es un complemento insustituible; en mi caso particular me lleva a empatizar con el paciente y a conectarme con él no sólo desde el plano físico sino desde el plano energético”.

La futura kinesióloga además es payamédica y cada sábado concurre con su grupo al Hospital San Luis o, como lo hicieron este viernes 23 de septiembre que fueron al Hogar de Ancianos San Vicente de Paul para llevar sonrisas, provistos de trajes multicolores. Este dato de su incursión como payamédica resultó curioso y disparó la pregunta final que fue qué la motivaba a aprender técnicas tan diversas. Su respuesta fue: “Todo lo que ayude a alguien a olvidar, aunque sea por unos minutos, que está sufriendo o que tiene una dolencia, para mí es válido. La risa cura, el amor también. Es indescriptible lo que se siente ver a un niño o a un abuelito sonreír y dejar atrás el dolor por un rato. Aún no encuentro la palabra para describir lo que se siente pero creo que la palabra es gratitud, uno se siente agradecido por ayudar. Con el reiki es lo mismo si alivia, si ayuda a equilibrar, si armoniza, si aporta bienestar, ya está, no hay mucho más que pensar”, cerró.

Nota: Josefina Aguada

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