Marcharon para que al acusado de matar a Ariel Olivares lo juzguen por homicidio simple
Familiares y allegados se organizaron para dirigirse hacia el Poder Judicial, donde se define en las próximas semanas el pedido de juicio abreviado del fiscal y la defensora del acusado.
Esta mañana desde las 9, fueron llegando con carteles y banderas a la esquina más convocante del centro de la ciudad de San Luis, frente a la Catedral.
Concentraron al menos una hora. Marcharon desde Plaza Pringles hasta el Poder Judicial con el acompañamiento de la Fundación Madres del Dolor.
Al llegar a la sede judicial, a las 10:30, el grito de pedido justicia y los bombos eran los que resaltaban una mañana calurosa y nublada.
Marcelo Olivares, hermano de la víctima, le comentó a elchorrillero.com luego de la reunión post marcha que mantuvo con el juez Domingo Flores (presidente de la Cámara del Crimen Nº 1), que “el juicio abreviado todavía no se define, eso lo dispone la cámara, me voy conforme con lo que me dijo”.
Marcelo Olivares, hermano de la víctima.
En la audiencia del 27 de septiembre, la letrada Mirta Esley, junto con el fiscal Francisco Vallejos, presentaron una petición para cambiar la calificación del delito a lesiones graves e ir a un juicio abreviado a cuatro años.
Por este motivo, la letrada de la familia de la víctima, Karina Mantelli, se opuso a esa petición, y ahora el Tribunal evaluará si la investigación pasa a la otra cámara o si avala el juicio abreviado por cuatro años.
Ariel Olivares falleció en enero de 2015. Un mes atrás, lo contrataron para cumplir la labor de jefe de seguridad del denominado boliche Black Line.
La noche de su debut, los dueños de la disco organizaron una fiesta inaugural donde asistió gente conocida de ellos.
El primer altercado, según los testigos, es que Olivares no autorizó el acceso de algunos conocidos que acudieron al local con armas blancas.
Luego, Cristian Tobares, hermano del dueño de club nocturno, intentó seducir a una promotora, pero como se encontraba ebrio, Olivares decidió separarlo.
“Este chico (Tobares) le pegó con una botella de cerveza Heineken llena en la frente y con el pico de la botella le produce un tajo en lo que va del pómulo del ojo derecho hasta la oreja, le tuvieron que hacer 28 puntos”, recordó el hermano.
En ese momento, se dirigió sólo al Hospital Cerro de la Cruz, donde estuvo internado. A corto plazo le dan el alta médico, pero el hombre padeció un desmayo, por lo que fue internado nuevamente y trasladado al Hospital San Luis.
“Tenía un traumatismo de cráneo, estuvo once días en terapia intensiva, y además tenía una infección en la sangre producto de los golpes y no podían ponerlo en coma farmacológico”, detalló Marcelo.
“Tuvo un edema pulmonar, un desprendimiento de la masa muscular de la espalda, producto de que lo habían golpeado en el piso, la sangre no tenía oxígeno, por lo que tenían que hacer una diálisis sí o sí”, enumeró Marcelo, quien contó que en esa época se acercó al hospital todos los días a recibir el parte médico.
Según Esley “en el historial del Hospital Cerro de la Cruz, dicen que Olivares fue a curarse las heridas por el botellazo y luego le dieron el alta. Se desvaneció cuando estaba con unos amigos, por eso lo llevaron al Hospital San Luis”.
La fiscalía le solicitó a Tobares una pena de 16 años, y en las próximas seis semanas el Tribunal dará a conocer la resolución de la misma.