X

Alberto Amato: “No hay un periodismo que es digital y otro que no, hay un solo periodismo”

El prestigioso periodista accedió a dialogar con elchorrillero.com durante las Jornadas de Comunicación organizadas por El Diario de la República.

El destacado periodista habló de los desafíos que enfrenta el periodismo y la realidad de los medios de comunicación. (Foto: eldiariodelarepública)
Actualizada: 23/10/2016 08:44
PUBLICIDAD

Expuso sobre los sobre los desafíos del periodismo en la actualidad y no anduvo con rodeos al dar su punto de vista. Trazó un diagnóstico y compartió la fórmula para atravesar la realidad que viven hoy los medios y la profesión en particular.

De él brota la pasión por la profesión. Maestro de periodistas.

Tuvo sus inicios en 1973. Fue redactor, secretario y jefe de redacción de las revistas Antena, Gente y La Semana.

En 1989 se desempeñó como secretario de redacción de la agencia Télam. Entre 1990  y 2009 en Clarín, fue redactor y prosecretario de redacción.

Actualmente es colaborador de Clarín y asesor del El Diario de la República.

Además, se desempeña como docente y es titular de la cátedra de periodismo en las universidades de Buenos Aires y de Belgrano.

Ganó el premio Rey de España de Prensa en 1998 y en el año 2002 fue galardonado en el de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano que dirigió Gabriel García Márquez.

Tras disertar el viernes 15 de octubre en las Jornadas, atendió a elchorrillero.com.

Alberto Amato, ganó el premio Rey de España de Prensa y fue distinguido en el de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. (Foto: eldiariodelarepública)

¿Cómo se ejerce la profesión periodística en un pueblo o en una provincia cuando hay presión por parte del poder político?

Te tienes que arreglar como puedes. Yo planteaba en las Jornadas de Comunicación un nuevo mecanismo de ejercer el supuesto periodismo que hacen en algunos blogs, que presionan o escriben en contra determinados funcionarios, para después ir a pedir pauta oficial, y se convierte en un mecanismo de extorsión.

Si se da la pauta, alivian las críticas, y si no continúan con las mismas. Eso es muy común en el conurbano bonaerense y ha pasado aquí en San Luis. Alguien disfrazado de periodista y que no lo es, ejerce una extorsión hacia determinados funcionarios para cobrar dineros públicos.

Pero también se produce al revés. Son normales las presiones desde los poderes públicos sobre quien ejerce el periodismo. Por ejemplo, en el ámbito deportivo, mis amigos me decían que Juan Román Riquelme no te hablaba, porque solo lo hacía con dos o tres periodistas. Cuando vos le preguntabas algo, te miraba y no te contestaba. Entonces, eso es presión de alguien que tiene cierto poder en un equipo de fútbol hacia el periodismo y ahí te tienes que arreglar como puedes. Por eso, nosotros estamos acostumbrados a trabajar bajo presión.

Lo que sucede también es que depende mucho del medio que te respalda. Los periodistas por nosotros mismos, representamos muy poco. En ese sentido, es muy importante trabajar para un medio influyente. Tienen que ser poderosos económicamente porque las presiones son tantas que te pueden anular o borrar del mapa.

Si entrevistas a alguien, te presentas y das el nombre del medio para el que trabajas ,ya sea Clarín, La Nación, Página 12 o Tiempo Argentino; y en ese sentido estás diciendo que representas a un medio influyente y por eso te abren las puertas.

Por ejemplo, hay una famosa anécdota de un presidente norteamericano, Teddy Roosevelt, al que el secretario una vez le dijo que lo esperaban, para entrevistarlo, cuatro periodistas y un señor del New York Times, es decir, que este es un ejemplo claro de que la situación cambia cuando te respalda un medio poderoso.

¿Cómo deben actuar ante esta situación los periodistas?

Debes tener un medio de comunicación o un blog, que tenga 15 o 30 mil lectores y así es muy difícil que te borren del mapa.

El drama con estos nuevos ensayos, supuestamente periodísticos, es que supongamos que yo creo un blog, y tiene cuatro y cinco semanas y, ¿cómo funciona? Copio y robo información, porque es lógico, estoy yo solo y no tengo respaldo económico. Luego coloco el estado del tiempo, agarro otras noticias a nivel internacional, no cito al autor de la nota, y ¿cuántos leen a esa página?, ¿mis familiares, y 500 personas más?

Entonces, con ese número de lectores voy y pido pauta oficial a alguna empresa. Y en esos lugares me dirán que cuando me lean alrededor de 10 mil personas, ahí me otorgarán la pauta, porque es una realidad, no les conviene invertir en mi blog. Por lo tanto, cuando vos tengas en tu cartera una fuerza influyente en la sociedad, ahí recién mirarán con otros ojos a tu medio.

En este sentido, ¿por qué el Estado tiene que ser diferente con los dineros públicos? No tiene que ser así. Hay una versión distorsionada en el ejercicio de la profesión en estas cosas, en los blogs, en las redes sociales, etc.

Si yo publico una nota en un diario de Buenos Aires, por ejemplo Clarín, aparece un tipo que me la reproduce a través de las redes, no me paga nada y además me pide que se lo agradezca. Y, ¿quién le dio la autorización para que comparta la nota? Que la lean los lectores que la quieran leer en el diario o en la web donde yo la publiqué, pero no quiero que la comparta porque no me hace ningún favor.

Por ejemplo lo que explicó Daniel Santoro en las Jornadas de Comunicación, que le han levantado miles de notas, sin correr ningún riesgo quien lo hace. Eso es bastardear nuestra profesión. No es periodismo, al contrario son elementos que han atentado contra nuestra profesión.

¿Por qué molesta el periodismo independiente al poder público?

Porque eso implica una independencia de los sectores públicos del Estado. Quiere decir, que si yo investigo a alguien, por más amigo que sea, por más reuniones que tenga con esa persona, es mi obligación decir la verdad.

Hace un tiempo atrás entrevisté a un ministro del Poder Ejecutivo Nacional. Me atendió muy bien. Cuando pedí la entrevista me la otorgó a los dos días, con un trato muy cordial y quedaron muy buenas relaciones entre nosotros. Pero si mañana lo tengo que investigar, denunciarlo, y publicar una nota, lo voy a hacer. Eso es independencia. Por eso nuestra profesión molesta tanto.

Y esto ha hecho ruido en distintas etapas. Por ejemplo el expresidente, Raúl Alfonsín, que me pareció un hombre de grandes valores democráticos, en algún momento le molestó mucho lo que estábamos haciendo y nos llamó cara de tinta. Por otro lado, también a Carlos Menem le incomodó muchísimo más el ejercicio del periodismo y tomó actitudes más duras contra la prensa.

¿Cómo debe ser el ejercicio de la profesión en los medios digitales?

La función es la misma. No hay un periodismo que es digital y otro que no. Hay un solo periodismo.

Entonces, si quieres publicar una nota en papel, en un diario digital, lo haces y punto. Después la realidad, la moda, dirá dónde se publica.

Estamos en una disyuntiva muy falsa. Hay una sola manera de hacer periodismo que es consultar las fuentes, analizar, describir, tratar de sorprender al lector, ser honesto con la información, investigar y hacer una nota corta, entretenida, informativa y veraz; esas son las reglas básicas de nuestra profesión.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR