El cineasta mercedino, Nicolás Teté presentó “Onix”

El cineasta, que en marzo presentó su película en la muestra Pantalla Pinamar, cuenta una historia que tiene que ver con un reencuentro que abre una nueva perspectiva en las vidas de un grupo de jóvenes, parientes o no, que no se ven hace mucho tiempo.

Tras doce años de ausencia, y la muerte de su abuelo, Martina viaja con su madre a Villa Mercedes en San Luis y se reencuentra con sus primos, a los que no ve desde que eran niños.

No siente que los conoce, crecieron separados, no los puede llamar familia, y sus madres están distanciadas por problemas con la antigua empresa familiar de venta de mármol ónix.

Los más jóvenes de la familia están en un momento clave de sus vidas, en crisis con su futuro y ver a su familia distanciada no los ayuda, sin embargo están dispuestos a ser ellos mismos.

Teté charló con Télam sobre la cinta:

¿Qué relación existe entre pasado y presente? ¿Qué tanto esos personajes se dan cuenta finalmente que la vida no es eterna, como suponían cuando eran niños?

Se van dando cuenta con el correr de la película, algunos intentan negarlo de forma más rotunda, otros son más realistas pero cada uno tiene un momento en el que le cae la ficha. El pasado está un poco difuso para ellos y lo van reconstruyendo de apoco. La llegada de Martina, el personaje de Nai Awada, les hace buscar en el pasado recuerdos con ella. "Ónix" es una historia sobre cómo enfrentar las primeras tristezas de la vida y al mismo tiempo verle el lado luminoso. La relación entre ese pasado más tranquilo, el presente y un futuro incierto es constante en la película.

¿Es realmente así de rutinaria la vida en un pueblo como ese?

No, lo rutinario es el momento en el que están los chicos, la situación que están viviendo. Un poco pasa que son horas y días que uno necesita que pasen rápido, pero que también se necesitan vivir. Es un tiempo medio suspendido. Entonces ellos están obligados a pensar y reflexionar sobre la vida, crecer, su familia. Me parece que no importa el tamaño del lugar, va a ser un momento rutinario igual.

Hay dos mundos marcadamente diferentes, el de los adultos -madres en este caso- y el de los jóvenes, estos últimos dispuestos a enterrar el pasado para cosechar el futuro. ¿Crees que podrán lograrlo?

Sí, voy a ser optimista. No sabemos que hablaron las madres y la abuela mientras los chicos no estaban, capaz se arreglaron un poco. Son problemas que pocas veces se arreglan del todo pero las familias suelen tener capacidad para tener secretos y rencores escondidos, también darse cuenta de que la familia ya no es lo que era y que hay disfrutar de cada día antes de que todo vuelva a cambiar puede ayudar.

¿Qué tanto tiene que ver ese mundo pueblerino con la sensación de soledad en la que se mueven?

Con que es tiempo de tomar solos algunas decisiones porque ya están creciendo. Son chicos que terminaron el colegio, algunos no saben si seguir la facultad o no, otros tiene una vida "correcta" con novio y carrera y otros se buscan en lo artístico, los días en que transcurre la película están obligados a pensar. En el caso puntual de La Toma, el pueblo donde creció el abuelo la soledad está para darle un tono más mágico al lugar y también para marcar más sus sensaciones, pensar en la familia y recordar a su abuelo ante la poca gente que se cruzan los salva.

¿Cómo fue el casting, y en qué medida trabajar con chicos jóvenes aporta frescura a la historia?

Trabajar con los chicos fue natural porque son amigos y tenía muchas ganas de que filmemos una película todos juntos. Los admiro mucho a todos como actores y disfruto trabajar juntos. Además son amigos entre ellos entonces disfrutan mucho la filmación, creo que eso ayuda a la frescura, como también irnos a filmar fuera de la capital, desconectarse de la vida en Buenos Aires y estar 10 días a tiempo completo para la película. Nai, Ailín, Maca, Nico y Cami son Ónix, ellos lograron exactamente lo que imaginaba.

¿Se trabajó con un guion muy estricto o existió lugar para la improvisación y el aporte de ideas?

Escribí cada personaje pensado en cada actor, con muchos ya trabaje en mi película anterior u otros proyectos, entonces sabia como suelen ser sus propuestas. Camilo Cuello Vitale es un genio de la improvisación, hace un espectáculo de impro hace ya tres años y le encanta hacer reír, mientras escribía sabía que él seguro iba a improvisaba un poco y deje algunos chistes para que los lleve más allá.

¿Qué expectativa tiene un director joven en un mundo que no garantiza que lo que se pensó ayer pueda concretarse mañana?

Mi expectativa más grande es ser feliz. Espero poder vivir de hacer cine porque es lo que necesito hacer todos los días cuando me despierto. Soy bastante optimista y soñador, cada vez que encaro un proyecto intento no ver las dificultades y los problemas hasta que llega el momento de afrontarlos. Hacer películas de forma tan independiente es medio de inconsciente, pero me encanta.

Es un filme pequeño en su sentido estructural, pero quizás profundo en sus reflexiones… ¿Era así la idea que te guión al imaginarlo y hacerlo?

"Ónix" son muchas cosas que venía pensando expresadas de la única forma que se hacerlo. El guión no tenía ninguna estructura clásica en términos de actos y clímax muy marcados por lo que tenía mucho miedo del resultado pero también era la película que quería hacer. Suena medio ridículo tal vez pero la historia de Ónix me bajo un día y no podía dormir sin escribirla, después no podía dormir sin filmar, era algo que necesitaba hacer y su escritura se dio natural.

De alguna forma, este filme es el primero… ¿cómo pensás encarar el segundo?

"Ónix" me sirvió mucho para pensar mi tesis de licenciatura en Universidad del Cine, en verdad la filmé mientras hacia la tesis. Mi primera película -"Últimas vacaciones en familia"- la filme en el medio de mis estudios y está casi lista. La próxima ficción aún no se si va a ser también independiente o con apoyo del Incaa, pero tengo proyectos para ambas opciones y presupuesto. Lo importante para mi es crecer película tras película y creo que lo estoy logrando.

¿Qué planeas para el futuro inmediato?

Lo más inmediato es finalizar el documental "Extinguidas, la vida sin brillos" que estoy codirigiendo con Guillermo Felix, es una película sobre las actrices de la obra de teatro "Extinguidas", de José María Muscari. Hace más de un año que vengo que trabajando en ese proyecto y me tiene muy entusiasmado, es un documental muy interesante que las va a mostrar de una forma que nunca se las vio.

¿Hay alguna otra?

Si. Por otro lado espero filmar "Todos tenemos un muerto en el placard o un hijo en el closet" que es una comedia con la que gane el concurso de desarrollo de proyectos del Incaa "Raymundo Gleyzer", un guión que me encanta y busco concretar pronto.