¿Habrá bono para los municipales?: El pago complica a los intendentes que se ilusionan con un derrame de fondos de la Provincia
Por su peso, es el tema que ocupa la agenda política del momento, más allá de que muchos jefes comunales quieren sacarlo de la escena. El interrogante de la mayoría es el monto que otorgará el gobernador Alberto Rodríguez Saá a los empleados de la Provincia y si eventualmente inyectará fondos frescos a los municipios para sortear el plus.
Rodríguez Saá picó en punta y se adelantó en una entrevista con Ámbito Financiero a anunciar un desembolso extraordinario para los estatales sanluiseños. Y fue más allá al doblarle la apuesta al gobierno de Mauricio Macri, dijo que “si el bono de la Nación es cortito" el de San Luis "será mucho mejor".
El plus desnuda a fin de año las siempre necesitadas arcas municipales. Esta vez, los jefes comunales se juegan a que el gobernador abrirá los grifos y los habilitará con un refuerzo. Confían en que ocurrirá porque todos los días hay gestos de acompañamiento sin condicionamientos hacia la Casa de Gobierno. Además no pierden de vista que por imperio de la Corte Suprema de Justicia, desde diciembre pasado, la Provincia empezó a cobrar los juicios.
Varios intendentes mantuvieron contactos informales. Quieren saber a la brevedad si el Gobierno concurrirá en auxilio. El punto es cómo y cuándo plantearlo para que no retumbe en Terrazas del Portezuelo. Elchorrillero.com intentó comunicarse con el ministro de Gobierno, Eduardo Mones Ruiz, interlocutor formal, pero no fue posible.
Se cuentan con los dedos de una mano los intendentes que pueden afrontarlo con recursos de sus propios tesoros sin generar una sangría. Y los que están en condiciones, reconocen al mismo tiempo su limitación al momento de ponerle un número. Se animan hasta $ 2mil.
Justamente ahí radica el segundo interrogante. Consideran que si Rodríguez Saá dispone una cifra superior, no tienen capacidad de fuego para empardar y en consecuencia, los municipales percibirán menos.
El peronista Jorge Fernández de Tilisarao, uno de los intendentes con mayor oficio, dijo que “hasta dos mil pesos” tiene autonomía.
Leé también: Jorge Fernández: “El bono se puede otorgar dependiendo del monto”
Miguel Postiguillo de Santa Rosa, se plantó seguro y ya lo tiene decidido. Sin embargo, planteó dudas sobre las chances de que el gobierno de Alberto Rodríguez Saá arrime ayuda, sobre todo a críticos como él. Y advirtió que está atento ante la posibilidad de que Hacienda provincial pueda hacer “transferencias discrecionales” a los intendentes propios, y él quede al margen.
“He hablado con colegas y me dijeron que no pueden pagar ni quinientos pesos. Hay que decir las cosas por su nombre”, reveló un intendente.
La Villa de Merlo que luce y seduce en el concierto nacional por sus atributos, no reluce por sus finanzas. El intendente Miguel Flores acaba en blanquear en medio de la tormenta, por la crisis de los municipales y el transporte, que las cuentas están en rojo. Hay déficit, un dato quizás insospechado hasta ahora para Terrazas.
Cualquier dato negativo sobre la villa como la quema de gomas de la semana pasada, repercute en forma instantánea en las ciudades y empresas que aportan turismo a la tierra del poeta Agüero. Traducido, espanta visitantes y entran menos divisas. Así de proporcional.
Leé también: Miguel Flores: “No está contemplado el bono”
Flores, al igual que Martín Olivero, contaron sus panoramas. El intendente de La Punta se considera en desventaja en función de que pateó el tablero en la interna peronista al frenar el avance de la “Lista Celeste Unidad”. Hoy dice que tiene mejor relación con la Nación. Es evidente.
Leé también: Martín Olivero: “La Punta no puede pagar un bono”
Oscar Macías, de Quines, que abandonó repentinamente las filas del kirchnerismo, desde donde era corrosivo con Rodríguez Saá, y pasó a militar fervorosamente en la Celeste Unidad, fue práctico. Avisó que no tiene recursos y pedirá los fondos al Ejecutivo provincial.
Leé también: Oscar Macías: “No tengo fondos para el bono, le pediré al gobernador”
Párrafo aparte para Enrique Ponce y Mario Merlo. Si mientras fue enemigo público de Rodríguez Saá, el intendente de la capital provincial pudo capearlo, se descuenta que este año no desentonará. En Villa Mercedes también lo dan por hecho, aunque la preocupación es común a los demás, el monto.
Leé también: Esteban Pringles sobre el bono: “En treinta días el intendente Ponce decidirá”
Es así que el bono divide a los municipios en función de su realidad.
Al selecto grupo que de algún modo sorteará la coyuntura, se le agregan aquellos que están evaluando donde echarán mano para salir adelante. La postergación de algunos proyectos y un trepada inesperada de la recaudación por moratorias y tasas, en este último caso admiten es improbable, son las escasas opciones.
Después están aquellos que resignados no pueden hacer ninguna propuesta por más exigua que sea porque su hacienda no resiste un gasto más, ni pensar uno de envergadura.
Leé también: Andrés Vallone sobre el bono: “Estoy analizando la situación financiera del municipio”
La solución que esperan: El giro de una remesa extraordinaria por parte del Gobierno.
En el medio flota una incógnita:¿Los funcionarios provinciales y municipales también serán destinatarios?.
Los intendentes, dirigentes prácticos si los hay, saben dónde rascar.