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Caso "M": Piden 12 años para los padres del niño que era amordazado y atado con una cadena

El sábado 30 de julio no fue un día más. La sociedad entera se conmocionó por el rescate de un pequeño de siete años que los padres mantenían cautivo, hambriento y con maltratos constantes. Hoy, cuatro meses después, el fiscal de la causa, Ricardo Roche, pidió 12 años de prisión efectiva para María del Carmen García y José Antonio Torres, los padres del menor.

Piden 12 años para los padres del niño que era amordazado y atado con una cadena de perro.
Actualizada: 01/11/2016 12:14
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“M” como la justicia pide que se nombre al pequeño, vivía junto a sus padres y hermanas en un inquilinato de la calle Belgrano 1642, unos 30 metros al oeste de la avenida Lafinur. Esa casa fue testigo del horror que vivió este pequeño de 7 años.

Los tormentos de “M” llegan a su fin cuando Marcelo Alejandro Guerra Barrera y su esposa Sandra Miriam Ochoa, denuncian que venían viendo los padecimientos de la criatura cada vez que los padres se ausentaban y que lo dejaban en esa condición de encierro y últimamente, además del encierro y el hambre, con una mordaza hecha con cinta de embalaje.

Le tapaban la boca para que no pudiera pedir ayuda,“M” se comunicaba a través de una ventana con Ramiro, hijo del matrimonio que denuncia el hecho. Cuando la Policía acude a rescatarlo debieron convencer al chico que venían a ayudarlo, naturalmente tenía miedo.

La causa que se sigue en la justicia provincial contra María del Carmen García y José Antonio Torres es por privación ilegítima de la libertad agravada por el vínculo. En este contexto, el juez Roche pidió 12 años de prisión, de cumplimiento efectivo para ambos, por considerarlos los autores, uno en carácter de autor y otro de co autor pero con igual responsabilidad, de los delitos cometidos en contra del menor.

Según se detalla en los argumentos “es por abandono de persona, doblemente agravado, por resultar grave daño en la salud de la víctima y por el vínculo en concurso ideal con privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia”, ese es el encuadramiento que hace el agente fiscal cuando solicita a la justicia el juicio oral y condena.

Tras el allanamiento dispuesto por la justicia que fue encabezado por la jueza del Crimen; ahí se terminaron de verificar las condiciones en que había estado el niño. Inmediatamente se dispuso el destino del menor que ahora está junto a sus hermanas, están los tres juntos, momentáneamente, en una familia sustituta hasta que se disponga otra cosa.

En un primer momento, hasta que se conocen las denuncias efectuadas por las docentes que tenían contacto con el niño, la justicia intenta atribuir responsabilidades al establecimiento. Ante esto, las docentes y directora de la Escuela Nº313 “Rosario Simón” dan a conocer los documentos donde informaban de la situación.

Según se supo, la escuela había usado el procedimiento indicado por la Justicia para denunciar estos casos pero la Justicia nunca abría los informes que ellas enviaban por mail.

Trascendió además que la jueza Virginia Palacios, clausuró el sumario y lo elevó para la requisitoria fiscal que se habría producido en el transcurso de la semana pasada.

Consta en el expediente que cuando el pequeño fue recuperado estaba atado con una cadena de perro en el cuello, con una cinta en la boca que él se había logrado correr y que la tenía en el cuello, la cadena a su vez estaba amarrada a otro lugar cosa que no se pudiera escapar.

Cuando le hicieron las revisaciones médicas le encontraron escoriaciones propias de la situación que había estado padeciendo. Además, en el cuero cabelludo tenía una serie de cicatrices, que le habían sido producidas cuando era golpeado por su padre con una madera con clavos.

Uno los testimonios más fuertes, es el de una de las pequeñas que relató que su hermano “tenía en la cabeza como puntitos donde le salía sangre”, estas lesiones ocurrían por los clavos.

El padre trató de excusarse de su responsabilidad echándole la culpa a su esposa, pero la Justicia ha considerado que ambos tienen todas las responsabilidades. “M” declaró que su progenitor le pegaba con maderas, con cintos, que lo maltrataban y hostigaban de manera permanente.

Un tío de “M” relató los malos tratos sufridos por el pequeño en un cumpleaños familiar donde no lo dejaban jugar con los demás niños y que no paraban de retarlo por todo.

El menor contó también la justicia que le pedía a su madre que no lo atara ni le tapara la boca cuando ellos se fueron a trabajar el trueque de la avenida Lafinur y que ella respondía ‘no señor, yo a usted lo mismo lo voy a atar’.

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