Federico Martínez: Un papá soltero que perdió a su hijo a 2 años de estar inscripto
Ya lleva 56 cuotas pagas. Al momento de anotarse en el plan de viviendas sociales para obtener su casa jamás imaginó lo que podía sucederle a su pequeño hijo que luego de luchar contra el cáncer perdió la batalla. Actualmente no le entregan su casa porque “no cumple los requisitos”.
En el 2011 Federico se inscribió para obtener su vivienda con su hijo. Siendo padre soltero no eran más que ellos dos, pero inesperadamente su hijo se enfermó de cáncer y murió en el 2014.
“Mi nieto se enfermó, estuvo un año y tres meses así hasta que murió, el Gobierno nos ayudó, ellos estaban al tanto del tema, incluso en el organismo de Vivienda él fue y avisó su situación. No presentó una nota pero en ese momento le dijeron que siguiera pagando”, comentó la madre de Federico, María del Carmen.
Hace un tiempo mandaron una nota en donde decía que tenía que presentar la documentación de todo el grupo familiar. “La llevó, por supuesto un tema totalmente doloroso para él, es decir el único hijo que tenía muere”, explicó la mujer.
Federico fue notificado el 6 de octubre de que no iba a recibir la vivienda ya que “no cumple los requisitos”.
“Él fue nuevamente de manera dolorosa ya que no es que él se desvinculó de su familia, sino que sucedió esto que nos excede”, comentó la madre del desadjudicado.
Federico contó que ya tenía una casa designada, incluso, visitaba el terreno y posteriormente la construcción de la que sería su casa.
Por el momento se encuentra con una negativa por parte del Gobierno para obtener su vivienda y ya tomó cartas en el asunto.
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Envió una nota explicando la situación, y al final de la misma puede leerse lo siguiente: “Resulta discriminatorio no recibir la vivienda de la cual he sido beneficiado ya que el fallecimiento de mi hijo no es óbice para sustraerme de mis derechos”.
Federico solicitó que revea su situación personal y vean su situación. Expresó que “jamás ha querido burlar las normas”, ya que le han insinuado que ha mentido y su realidad, es otra.