Matías Medina: Inscribió a su hijo en La Punta, se quedó sin trabajo y no le entregaron su vivienda
Es padre de dos nenes, lleva 60 cuotas pagas y cumple con todos los requisitos para acceder a la vivienda propia en el barrio 900 viviendas. Hace 28 años que vive en la ciudad de San Luis, pero desde el Gobierno le comunicaron que pasó a tener “carácter de inscripto nuevamente”.
Matías Medina era preadjudicatario de una vivienda en la manzana 59 (actualmente manzana 177) del barrio 900 viviendas, en la ciudad de La Punta.
Visitaba esa dirección en forma permanente con su familia, su esposa de 27 años, de los cuales hace 25 está radicada en la ciudad de San Luis, una hija de 3 años y el hijo mayor de 6 (ambos nativos de la provincia), que tiene síndrome de TDH (enfermedad psicológica).
Medina debería haber recibido la casa en diciembre de 2015, todavía no se adjudica a ninguna familia. Es por eso que inscribió a su hijo en la escuela Rosendo Quiroga de La Punta, con la intención de “no provocarle cambios bruscos cuando nos entreguen la casa”.
Se acercó en numerosas oportunidades a la secretaría de Vivienda, donde le contestaron que se “quedara tranquilo” y que “si no llegaba ninguna notificación, estaba todo bien”.
Su hijo inició la escuela en La Punta. “Cuando viajábamos en el colectivo, me preguntaba ‘¿Papá, por qué los otro chicos no vienen más en colectivo?’ Es que a las familias de esos chicos ya les entregaron vivienda”, dijo Matías al recordar los diálogos con su hijo.
“Me surgió un problema en la columna vertebral y perdí el trabajo, hago changas con mi esposa, vendemos ropa, milanesas y lo que podemos”, expresó.
En ese contexto, explicó que “se nos venció el contrato de alquiler, ahora vivimos en un departamento de mi suegra, ella vive de eso porque es pensionada y le debo dos meses”.
Ayer, concurrió a la secretaría de Vivienda y presentó una carta documento contra el gobernador de la Provincia, Alberto Rodríguez Saá, porque no recibió una respuesta por parte “del abogado Martín Massara de haberlo desadjudicado de la vivienda a la cual debía acceder”
Medina se comunicó con este medio para hacer pública su situación y contar que realizó una denuncia ante el INADI por "discriminación".
Al respecto dijo: “No hay razón para que no me den la casa, tengo 29 años y hace 28 que vivo acá, mi esposa tiene los analíticos de primaria y secundaria de la escuela Maestras Lucio Lucero que acreditan su residencia”.
“Mi miedo es que entreguen la casa a escondidas, yo a mi hijo trato de darle todo y ahora no quiero que le falte su vivienda”, concluyó.