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Miguel Wiñazki: “Ahora que la censura ha muerto, se hace difícil sostener un relato”

El periodista y filósofo llegó a San Luis este sábado para ofrecer una conferencia en el auditorio Mauricio López de la Universidad Nacional de San Luis. Allí recordó su paso por la provincia y expuso su visión sobre el proyecto político de Rodríguez Saá. También puntualizó sobre las características del feudalismo, el vasallaje y el populismo, y describió el comportamiento de la sociedad en un contexto político y social.

El periodista dio su mirada sobre San Luis, en una charla titulada como "Libertad de expresión y actos de gobierno".
Actualizada: 05/12/2016 17:55
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En el inicio de la charla, el periodista recordó sus pasos por la UNSL donde fue profesor en la materia de filosofía tras ganar un concurso, y también los 5 años de investigación que le dedicó a su libro “El último feudo”. "Quiero expresar la gratitud a todos los que están aquí y me han hecho sentir San Luis", dijo Wiñazki ni bien subió al escenario y nombró a Chango Arias  y a Juanjo Laborda Ibarra.

“Si bien tantas cosas sucedieron en este país en este tiempo, he seguido conectado con esta provincia y la verdad no han cambiado tanto las cosas, algo, pero no tanto. Es una provincia interesante pero no tiene una excepcionalidad, ni se vive aquí mejor que en otras provincias, aunque tampoco peor. Sí tiene una singularidad como sociedad y eso me atrapó mucho”, dijo sobre la primera impresión que tuvo al visitar tierra sanluiseña.

Empezó la disertación contextualizando la cuestión feudal en la Argentina: “El elemento más profundo del feudalismo es el vasallaje, es decir la servidumbre voluntaria de un grupo de súbditos, porque así lo quieren, por conveniencia de orden económico y existenciales, deciden aceptar la autoridad de un señor al que designan como el que va a tutelar sus vidas. La servidumbre voluntaria libremente ofrecer devoción, lealtad y gratitud porque son  ellos quienes les permiten estar existiendo de esta manera y no de otra”.

La disertación fue organizada por el Centro de Estudios Sentir San Luis, y en representación del nuevo espacio estuvieron, Roberto Pagano, Juan José Laborda Ibarra, Walter Oio, Facundo Santarone, Daniel Rodríguez Saá y Diego Masci, entre otros.

El auditorio reunió al exrector de la UNSL, Germán Arias; los diputados nacionales, Claudio Poggi y José Riccardo; el diputado provincial Alejandro Cacace; la concejal, Claudia Rocha; Lilian Videla, integrante de la Asamblea por los Derechos Humanos; y público.

“San Luis no es la peor provincia de nuestro universo nacional, pero tampoco es la mejor del país. Y lo que me sigue sorprendiendo, al día de hoy, es la que se suponga que una o dos personas son las responsables de nuestro bienestar, si es que lo tenemos, y que entonces le debemos a esta persona los logros, cuando en realidad ese no es el discurso de la democracia. Si se obtiene un logro es por la actividad social, un gobernante está al servicio de la sociedad y debe resolver la problemática colectiva según la demanda”, destacó.

En este análisis que duró poco más de una hora, Wiñazki consideró que a lo largo de la historia la política argentina ha propiciado el vasallaje: “Y ese esquema se ha repetido en varias provincias, pero singularmente aquí. En San Luis hay una intensión a glorificar en algún sentido, una cuestión hispana y también indígena, la puntanidad pura. Están los hidalgos, que son el pueblo profundo que lleva la bandera, y el resto que viene a perturbar. Esto se enlaza como el populismo”.

Mirá también:

Miguel Wiñazki, periodista – Conferencia primera parte (2)

En lo que tiene que ver con la prensa puntualmente también consideró que la provincia ha tenido históricamente “un problema” con el disenso. “Lo ha sido también en toda Argentina, donde el disenso no es natural, donde implica costo, temor y donde es muy difícil animarse a disentir, y esto se relaciona con la prensa. Por el contrario, disentir es lo más natural del mundo, y lo extraño es que haya que pagar un costo por ello. Sin disenso naturalizado no hay profundamente un sistema democrático. El disenso es la condición necesaria del progreso también, y es tan importante como el voto”.

Agregó: “Los Rodríguez Saá están en el medio del populismo y el neopulismo, con un poco de rendimiento, con algún tipo de transformación en algún momento y luego con un relato, una mitología, una propaganda fuertísima que logró el disciplinamiento social y un vasallaje que dura desde el 83 hasta ahora, y que es muy singular e interesante. No son dos personas a las que uno somete a la mirada crítica, sino a una sociedad de cual también me siento parte, porque dediqué mucho tiempo en investigarlo”.

En la misma línea puntualizó: “Ese relato tiende a ser excluyente, porque no hay posibilidad para líderes que no se sometan a los dos que gobiernan. Ese es el relato y funcionó en base a una cierta y notable propagación del temor”.

También consideró que San Luis tiene elementos de orden cultural muy profundos: “A pesar de las migraciones, no se ha logrado romper la matriz de los puntanos puros, la longevidad del feudo. Es una cuestión de sangre la que otorga la potestad, porque son la línea de la verdad histórica del pueblo”.

Wiñaszki resaltó que en estos tiempos donde la “censura ha muerto”, el papel de la prensa sigue ocupando un lugar central: “20 años atrás en San Luis solo estaba El Diario, hoy un mensaje de texto o un twitt atraviesan todo, y entonces se hace más difícil sostener un relato unidimensional sobre cualquier cosa. Siempre está la réplica, la contradicción, la mirada crítica, que puede ser equivocada, pero a la que cualquiera tiene acceso con un celular. Porque un celular no es de las clases altas, lo tiene todo el mundo, es un aparato comunicacional”.

“Ahora que la comunicación política se ha capilarizado, está en todas partes, complica la acción feudal; porque la acción feudal funciona con el discurso único y simbólico que ya no existe”, sintetizó.

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