Activista feminista boicoteó la llegada de la estatua de Trump
Una joven feminista, militante de la movimiento internacional Femen, mostró este martes sus pechos donde tenía escrita la frase "agarren el patriarcado de las pelotas" para boicotear la llegada de la estatua de cera del presidente electo Donald Trump al Museo de Cera de Madrid.
Una joven feminista, militante de la movimiento internacional Femen, mostró este martes sus pechos donde tenía escrita la frase "agarren el patriarcado de las pelotas" para boicotear la llegada de la estatua de cera del presidente electo Donald Trump al Museo de Cera de Madrid, informó Télam.
En medio del acto de presentación de la figura de cera de 1,91 metros de altura, donde había una alfombra roja, globos y banderas estadounidenses, orgullosos que Trump "llega antes al Museo de Cera que a la Casa Blanca", la joven irrumpió, lo agarró de sus partes íntimas y gritó "hay que agarrar de los huevos al patriarcado", en inglés y en español.
En su espalda también se leía "grab them by the balls" ("agárrenlos de las pelotas") en referencia a la frase que dijo Trump en una grabación en la que aseguraba que a las mujeres él las podía "agarrar por la vagina" ("grab them by the pussy").
El vocero del museo intentó taparle los pechos con la gorra de Trump y hasta con los globos de la alfombra roja. Pero no lo consiguió.
Mientras Femen reivindicaba en un tuit la acción con el mensaje: "Femen acaba de agarrar por las pelotas a la figura de Trump en Madrid! grab patriarchy by the balls".
Femen es una organización feminista internacional, que se originó en Ucrania y se define como "la fuerza especial del feminismo, su unidad militante es una punta de lanza y la encarnación moderna de las amazonas, sin miedo y libres".
Y explican en su manifiesto: "Vivimos en el mundo de la ocupación económica, cultural e ideológica masculina. En este mundo, una mujer es un esclavo, se la despoja del derecho a cualquier propiedad, pero sobre todo se la priva de su propio cuerpo. Todas las funciones del cuerpo femenino están rigurosamente controladas y reguladas por el patriarcado".
Para las activistas, estas intervenciones "son un nervio desnudo del histórico conflicto mujer-sistema, su ilustración más visual y apropiada. El cuerpo desnudo de la activista es el odio indiscutible hacia el orden patriarcal y la nueva estética de la revolución de la mujer".