Un niño fue testigo de la paliza que le dieron a su padre durante un robo
Entraron encapuchados y redujeron al dueño de casa, mientras su hijo veía el asalto. Se llevaron todo lo que pudieron, incluida una camioneta.
Con el atraco del sábado a la noche se contabilizan seis los robos que ha sufrido la familia Piñeyro, en el barrio Mirador del Cerro 3, desde octubre. La diferencia con los anteriores fue que lo vivieron.
Cuando Manuel Piñeyro llegó a su casa, se bajó de la camioneta, que utiliza para su trabajo, desactivó la alarma y se dispuso a abrir la puerta ante la mirada de su hijo que lo esperaba dentro del vehículo.
En el momento en que estaba por ingresar, aparecieron tres hombres armados y con sus rostros tapados que le propinaron una golpiza e ingresaron al domicilio para robar todo lo que encontraron a su paso. Se llevaron televisores, tablets, celulares y computadoras. “Hasta los cubiertos cargaron”, recordó.
“Me insultaron, golpearon y maniataron”, relató. Una vez que los ladrones terminaron con su cometido, decidieron hacer la “mudanza” en la camioneta. La policía no ha podido dar con el automotor todavía.
Lo que los encapuchados no sabían era que el niño permanecía en el automóvil. “Él vio como me pegaron y ataron”, describió el padre con la voz quebrada.
“Gracias a Dios no le hicieron nada y lo bajaron”, así concluyó la historia, que se suma a los numerosos casos de inseguridad que están viviendo en la zona norte de la ciudad de San Luis.
El presidente de la comisión vecinal, Pablo Olarte, señaló que decidieron concurrir a Terrazas del Portezuelo porque el asalto a Piñeyro representó un límite. El grado de violencia superó los casos ocurridos, dijo.
Esta mañana se reunieron con el subjefe de la Policía, Claudio Latini, y con funcionarios del ministerio de Seguridad.
Olarte fue categórico al resumir las expectativas: “A esta altura no tenemos muchas ganas de hablar”. Es que vienen de varias reuniones desde el año pasado sin ver resultados.