Vecinos de la zona norte llevaron su reclamo por la inseguridad a Terrazas del Portezuelo
Familias que habitan el complejo Mirador del Cerro 3 dijeron “basta” y se trasladaron hasta la Casa de Gobierno por la ola de robos que se registran en su barrio.
Este mediodía acudieron a pedir auxilio. Frente a funcionarios del ministerio de Seguridad expusieron sus miedos e inquietudes en busca de una respuesta.
Comenzaron a concentrarse a las 12 con pancartas que hacían hincapié en la problemática que les quita el sueño desde hace meses.
Por el abandono que sienten desde hace tiempo, implementaron medidas para acompañarse y cuidarse mutuamente. Crearon grupos de whatsapp y hacen “patrullajes”.
Desde la impotencia apelaron a la ironía para llamar la atención. Lo hacen con mensajes como “San Luis es la llave de la delincuencia”, o “San Luis es la puerta de la inseguridad”. Lo cierto es que todos juntos dijeron: “Basta”.
Manifestaron sentirse desprotegidos, y denunciaron que “la situación cada vez es peor”.
Si bien desde hace tiempo vienen reuniéndose con el ministerio de Seguridad y el personal policial, la última gota que rebalsó el vaso fue un violento asalto el pasado sábado.
Manuel Piñeyro fue el último damnificado. “El sábado llegué a mi casa con mi hijo de 6 años, bajé de la camioneta, abrí la puerta de casa, desactivé la alarma y de repente aparecieron tres delincuentes, dos armados y uno con un palo”, comenzó a relatar el vecino.
Ver video: Manuel Piñeyro – víctima de robo
“Luego me llevaron hacia adentro apuntándome con la pistola, mientras mi nene quedó en la camioneta porque yo bajaba a buscar algo y luego nos íbamos”, continuó.
Piñeyro fue golpeado violentamente en el piso, mientras que los ladrones revisaban toda su casa para llevarse lo que pudieran.
“En ese momento uno de ellos dijo ‘la camioneta tiene la llave puesta, carguemos todo ahí’, yo lo único que les pedí fue que bajaran a mi hijo”, contó el vecino a la vez que agradecía porque al pequeño no le hicieron nada.
Aún así explicó que siente miedo al igual que todos sus vecinos. “Se llevaron todo, hasta la camioneta que era de mi trabajo”, lamentó.
Luego del asalto, los primeros en asistir a Piñeyro fueron sus vecinos.
Mariela Ávila, otra vecina del barrio, contó que cuando comenzaron a habitar sus hogares organizaron una comisión vecinal para “mejorar el barrio”, pero “al comenzar con los hechos de inseguridad y ante la falta de respuesta de la Policía y del Gobierno, vimos la necesidad de cuidarnos entre nosotros”.
Ver video: Vecina del barrio Mirador del Cerro 3
El presidente de la comisión vecinal del barrio, Pablo Olarte, indicó que la problemática los atraviesa desde hace mucho tiempo, y que “siempre nos dieron soluciones momentáneas”.
“Esta situación se da en todo San Luis, ya no es la provincia que era antes, las Comisarías están totalmente desprotegidas, no tienen móviles siquiera”, expuso.
El barrio está bajo jurisdicción de la Comisaría 39° que “cuenta con un solo móvil”, dijeron los vecinos.
“Incluso nosotros hemos tenido que ir a buscar a los oficiales para llevarlos al barrio. Una vez se les pinchó una rueda, no tenían auxilio y tuvimos que acercarlos a la gomería”, relató preocupado Olarte.
Los vecinos entienden que muchas veces no se trata de la labor policial, sino de la escasez de recursos dentro de la institución. Por esta razón “el reclamo va más allá”.
“Pedimos que a la Policía se les dé las herramientas necesarias para que puedan actuar como deben”, sostuvo el presidente de la comisión vecinal.
Los atendieron el subjefe de la Policía, comisario Claudio Latini y funcionarios.
Los vecinos se mostraron aún más cansados y preocupados que antes, pero predispuestos a colaborar y “encontrar una solución en conjunto”.
Desde la Policía les aseguraron que agregarán una patrulla nocturna y les entregarán botones antipánico, e instalarán las Alarmas Puntanas, un sistema de seguridad provincial.
El comisario Mayor, Darío Neira, afirmó que a "mediados de febrero llegarán más de 100 vehículos y se sumarán unos 180 oficiales en toda la provincia a partir de marzo".
Los vecinos quieren con todas sus fuerzas que lo prometido sea verdad y perdure, pero al retirarse no se los vio convencidos.
Manifestaron que seguirán organizados, como lo vienen haciendo: realizando sus propios patrullajes, desmalezando los alrededores, asegurando sus casas y principalmente manteniendo comunicación entre ellos.
Plantearon que si las cosas no mejoran, se van a comunicar con “los vecinos de otros barrios y saldremos a las calles a protestar”.
“Sentimos que en san Luis no hay políticas de seguridad y menos políticas sociales, porque atrás de los hechos de inseguridad sabemos que hay una situación social y económica complicada”, concluyó Ávila.