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Video: brutal agresión a un cadete en un minimercado en San Luis

Un hombre de unos 30 años le dio un cabezazo, le rompió la dentadura, le provocó una herida en la mano por la que debieron hacerle cinco puntos y dejó desmayado al empleado que justo ese día estaba de franco. El cliente se enojó porque una botella de gaseosa estaba congelada, según se informó.

El joven de 17 años, vive a una cuadra del mercado. (Foto: captura)
Actualizada: 05/02/2017 17:45
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Ese fue el eje del altercado. “Tengo mucho miedo"; "agradezco que no me haya matado"; "quiero que sea detenido", clamó el muchacho golpeado.

El episodio se registró en el Supermercado Alcaraz, ubicado en la esquina de avenida Lafinur y calle Buenos Aires, el jueves 2 de febrero cerca de las 9:30.

Kevin Rosales, de 17 años, estaba en su día de descanso y fue a comprar un yogur al mismo local donde trabaja.

"Hago changas, ordeno las heladeras y limpio el lugar", explicó esta tarde en diálogo elchorrillero.com.

En su paso por la sección de bebidas se topó con Diego Jofré, un hombre de treinta y pico de años, hijo del dueño de la concesionaria Automotores Hugo Jofré, que se encuentra en diagonal al negocio.

El hijo del empresario le preguntó a Rosales por qué había una gaseosa congelada en la heladera y el menor le respondió “no sé estoy de franco, disculpá”.

La responsable del lugar que se encontraba en la caja, indicó que "Jofré entró discutiendo por teléfono y ya estaba nervioso". "Es asqueroso, siempre me falta el respeto y yo no me quedo callado", afirmó el menor.

Rosales acudió a la caja a abonar el lácteo y cuando vio que se acercaba el hombre, bajó la cabeza y se puso a revisar el celular "para no generar problemas".

En ese momento se produjo la tensión: primero el hombre lo insultó y Rosales le contestó. Ante esa situación, Jofré reaccionó y lo desmayó de un cabezazo en la frente. El chico cayó al suelo, intentó levantarse pero estaba inconsciente. Terminó con los dientes quebrados, cinco puntos en una mano y "por suerte no tengo la nariz fracturada", sostuvo.

La cajera llamó a la Policía y a la ambulancia. Dos hombres que presenciaron la pelea "no supieron que hacer, solo miraron", dijo el muchacho.

"Me contaron que luego del impacto, me levanté desvanecido, corrí hasta mi casa que queda a una cuadra del local, busqué un hierro y le rompí el vidrio de un auto", mencionó.

En la Comisaría 4° los padres de Rosales hicieron la denuncia y acudieron a una sala de emergencias para curarlo.

"Me desperté al otro día y le pregunté a mi mamá qué me pasó", contó el chico que estuvo casi 24 horas inconsciente.

"Obviamente tengo mucho miedo, y quiero sea detenido", rogó y agregó que "espero que me revisen el cráneo, porque tengo mareos permanentes, agradezco que no me haya matado".

Rosales tiene una familia humilde, compuesta por cuatro hermanos. Su padre se desempeña en una gomería y su madre es ama de casa. Está en el penúltimo año del instituto Fray Luis Amigo. "Trabajo en el mercado, en la GNC, en una panadería y le hago los trámites a mi abuela para comprarme los útiles de la escuela, ropa y objetos que necesito", señaló y dijo que "no fumo ni me drogo, trato de hacer las cosas bien".

Lo paradójico, es que algunos vecinos sostienen que luego de la riña “Jofré se tiró al piso, rompió en llanto y le pidió perdón”. Trascendió que “el hombre lo tiene amenazado”.

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