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“Ni papel para anotar mis datos tenía encima el policía”

Con esas palabras, la periodista Carmen González, le relató al ministro de Seguridad, Ernesto Alí, la experiencia que vivió cuando un ladrón la sorprendió en su casa cuando dormía, y todo lo que tuvo que esperar para que llegaran los efectivos de seguridad.

Carmen González le planteó dos interrogantes al ministro luego que sufrió el robo ¿Cree que podemos vivir así? ¿Qué hará por nosotros?.
Actualizada: 28/02/2017 17:20
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Diez horas después de hacer público el hecho de inseguridad por las redes sociales, Carmen González volvió a escribir en Facebook.

Con un mensaje directo le habló al funcionario que tiene a cargo la seguridad de la provincia: “Sr. Ministro, Ernesto Alí. Anoche mientras dormía, 3 AM, con mi nieto de 4 años, en mi hogar me despierta un ladrón que ingresó por una puerta del lavadero que casualmente quedó sin llave, y ante mis ojos me robó una play, un reloj, mi celular y lo que encontró a su paso”.

“Presa del miedo y abrazando mi nieto esperé que se fuera. Cuando pude, escribí por Facebok lo que me pasó y 20 minutos después llegó mi familia. Allí pude llamar a la policía de la Comisaria segunda que vino 40 minutos después”, continuó el relato González que conduce un programa por radio Del Plata San Luis.

Le contó que los efectivos llegaron en “un móvil del Comando, porque la Comisaría no tiene móviles, según me explicó el comisario. Ni papel para anotar mis datos tenía encima el policía”.

“Abracé a mi nieto, pensé que le podía hacer daño. Después me levanté y lo vi saltar la medianera que da a calle Raúl B. Díaz", relató Carmén González.

Cerró el escrito con dos interrogantes: “¿Cree que podemos vivir así? ¿Qué hará por nosotros?

Cuando su nieto se quedó dormido mirando los dibujitos, González aprovechó para cambiar de canal y poner noticias. Pero después a ella también la venció el sueño y la TV quedó prendida.

Cerca de las 3 de la madrugada un movimiento la despertó: era un hombre que le quitaba el celular que tenía al lado de la almohada. Cuando comprendió que no estaba viviendo un sueño, le gritó: “¿Qué hacés?”. Pero el desconocido salió sin decir una palabra y llevándose lo que pudo a su paso.

“Abracé a mi nieto, pensé que le podía hacer daño. Después me levanté y lo vi saltar la medianera que da a calle Raúl B. Díaz. Por como lo hizo, puedo decir que estaba plenamente consciente de lo que hacía”, contó la damnificada en diálogo con elchorrillero.com.

Carmen gritó en el patio, pidió que alguien llamara a la Policía, pero no la escucharon. El miedo le impidió salir a la calle y entonces solo se quedó abrazada al niño y agradeciéndole a Dios que los dos estaban bien. Su casa está a dos cuadras del Barrio Jardín.

Un poco más en calma, se dio cuenta que el ladrón había escapado con una play y con algunas alhajas de plata y oro. “Entró dos veces al dormitorio. Primero a sacar el alhajero, y después a robarme el celular. Posiblemente sabía que yo estaba sola”, cuenta todavía con miedo.

Cuando sus familiares leyeron el mensaje que pudo escribir en Facebook fueron a contenerla, y del celular de una sobrina llamó a la Comisaría 2°: “Me atendió un hombre, me pidió hasta el documento y me dijo que enviarían un motorizado. Unos 40 minutos después llegó un patrullero con dos policías, uno era el comisario y me pidió perdón por la demora. Me dijo que el efectivo del Comando le estaba haciendo el favor de llevarlo porque no tenía móvil”.

La mujer les contó lo que vivió con todos los detalles. Les mostró por dónde había entrado el ladrón y por dónde escapó. También que llevaba puesta una gorra blanca, que vestía una remera beige y que no tenía más de 20 años. “Les dije que había escapado con dirección hacia la calle Michel Ramírez, y que salieran a buscarlo porque podía estar escondido, pero no hicieron nada. Me dijeron que me esperaban en la seccional para hacer la denuncia”, aseguró.

“Le presté un anotador al policía para que escribiera mis datos, porque él iba a escribir en un ticket de supermercado. Estoy shockeada, no puedo creer que no haya respuestas. Siento que mi miedo se transformó en indignación. Vivo con rejas en toda la casa, pero esa noche justo la reja de la puerta del lavadero quedó abierta”, expresó la periodista.

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