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Rogelio Frigerio: "Convocar a peronistas que quieran un cambio sería una muy buena decisión"

“¡Qué quilombo!”. Rogelio Frigerio entra a su despacho, saluda, se deja caer en un sillón y empieza a revisar papeles. Entonces, suelta la frase. Es jueves y dentro de la Casa Rosada se siente una pesadez particular, mayor a la de la calle. Son días complicados para la gestión que encabeza Mauricio Macri.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio. (Foto: Clarín)
Actualizada: 05/03/2017 12:55
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A continuación la entrevista del periodista Eduardo Paladini publicada por el diario Clarín.

– Teniendo en cuenta los últimos acontecimientos con el Correo, las jubilaciones, el feriado del 24 de marzo. ¿Al Gobierno le está faltando sensibilidad, sentido común o qué?

– Creo que hacer todo este análisis sin tener en cuenta que este es el primer Gobierno en casi un siglo que tiene minoría en ambas cámaras y sólo maneja cinco de 24 provincias, es una análisis incompleto. Es una situación en la cual el Presidente define una política y porque no encuentra el consenso tiene que revisar la decisión, que es vista como un error. En el pasado esto no ocurría porque en los últimos 12 años tenías un Gobierno que manejaba las cámaras, manejaba la Justicia, los fiscales, tenía la suma del poder público, y en consecuencia este tipo de errores no ocurría. Ocurrían otros errores. La muerte de más 50 personas porque chocaban los trenes porque nadie invertía un peso en la seguridad de las personas.

– Pero a veces las correcciones vienen por sugerencias internas. Es decir, se podrían haber evitado esos “errores no forzados”.

– Nosotros no somos infalibles. Por supuesto que el que hace se puede equivocar. Si nosotros hubiéramos decidido no hacer nada y mantener la situación heredada, quizás habría menor margen para el error. Hoy, cuando uno toma en cuenta la cantidad enorme de medidas en este primer año de gestión, casi 100 leyes que se sancionaron en el Congreso… Cuando uno toma en cuenta la totalidad de las políticas públicas que se llevaron adelante, de alguna manera los errores que pudimos haber cometido tienen un impacto relativo menor.

– Hay dos ideas que dan vueltas. Una es que la acumulación del “me equivoco y corrijo” puede empezar a ser peligroso. Y otra, que el Gobierno aplica la política del “si pasa, pasa”.

– (pone cara de no entender lo último).

– Y, nombran dos jueces de la Corte por decreto: si pasa, pasa. Cambian la ley de ART por DNU: si pasa, pasa.

– Lo que pasa es que yo creo que esta situación inédita en un Gobierno democrático y en un país presidencialista de tener una base de sustentación política menor, sobre todo en relación a lo que venía ocurriendo de gobiernos anteriores, también exige para este Gobierno un replanteo y entender que todas las políticas públicas que querramos llevar adelante las tenemos que generar con un nivel de consenso quizá también inédito en la historia argentina. Y a veces, la dinámica de la gestión te va llevando a apurar algunas cuestiones que, en general, por esta relación de fuerzas tan negativas para nosotros, terminan en algunos casos mal.

– El caso más polémico es el Correo. Uno dice “si hay un tema que tengo que abrir y consultar por la relación de Macri con el padre, que era del dueño del Correo, es éste”. ¿Ahí faltó…

(interrumpe) Ahí faltó entender que este es un país que fue gobernado por muchos años por funcionarios que no hacían de la decencia y la honorabilidad una cuestión fundamental. Y eso despierta en la sociedad, entre nuestros votantes y los que no lo son, una sensibilidad muy importante respecto a los actos de gobierno. El Presidente y su equipo tenemos que entender que tenemos que ser muy cuidadosos en estas cuestiones y todo lo referido a algo que aunque sea lejanamente se va a interpretar como que no se cuidaron las formas.

– Uno de los puntos que cuesta digerir es creer que Macri no sabía nada del tema Correo.

– Este es un país que ha sido gobernado por mitómanos por mucho tiempo, donde la verdad había perdido sentido, donde discutíamos cuestiones irreales, como creer que en Argentina había menos pobres que en Alemania. Es comprensible que haya escepticismo en nuestra sociedad, respecto a que haya un Gobierno que haga del cumplimiento de la palabra y la verdad, una prioridad, como es el caso del Gobierno de Mauricio Macri. Creo que nosotros tenemos que gobernar teniendo en cuenta esta sensibilidad que existe en la sociedad respecto a estas cuestiones o a estos temas.

– Entonces, ¿cree que puede faltar sensibilidad? Usted mencionó la palabra.

– Lo que pasa es que la sensibilidad la pueden relacionar a cuestiones sociales… Y hay que tener en cuenta que tenemos que ser muy cuidadosos y no tenemos que dar nada por descontado, a pesar de nuestra buena intencionalidad y nuestra honorabilidad, que eso tiene que ser entendido así por la ciudadanía, que es una ciudadanía muy castigada, con hechos de corrupción y de mentiras que surgían durante mucho tiempo del más alto nivel del Gobierno.

– Respecto a lo social, como economista, ¿se tienta en decir “yo con esto haría otra cosa”?

– No me tiento… Este es un gobierno que ha hecho del trabajo en equipo un culto, nosotros tenemos una mesa de seguimiento y coordinación macroeconómica que por suerte puedo participar y plantear mis puntos de vista.

– La oposición, desde que asumió Macri, trata de pegarlo con los 90. ¿Hay algo en este gobierno que tenga que ver con aquello? ¿Le parece que hubo algo bueno en los 90?

– Yo creo que se puede rescatar algo bueno de todas las experiencias de Gobierno. También del kirchnerismo. De hecho, ahora estamos mejorando una buena idea que fue el plan de viviendas Procrear. Creo que lo importante de todos los períodos históricos es sacar enseñanzas, no volver a caer en los errores. Además es difícil analizar un gobierno sin tener en cuenta el contexto internacional, desde el punto de vista político y económico también. Yo creo que a Macri le endilgan muchas cosas que no es, por lo general los que plantean que Macri es noventista fueron funcionarios públicos en aquella época, cuando Macri no tenía nada que ver con la política. Lo mismo con el tema de la corrupción; que funcionarios que participaron del Gobierno más corrupto de la historia quieran hacernos creer que somos todos iguales y de alguna manera de tratar de asimilar cuestiones actuales al desastre ético y moral que vivió la Argentina en los últimos años es hasta ridículo.

– Hay una tensión interna dentro del espacio, para resumirlo, con Durán Barba de un lado y Emilio Monzó del otro. ¿Usted dónde se para?

– Yo no creo que exista esa división. Para mí, es una comparación te diría hasta injusta, porque estás comparando un asesor del Presidente en términos de comunicación y de táctica electoral con un armador político, probablemente de los mejores que existen hoy en Argentina, presidente de la Cámara de Diputados, que ha tenido una enorme trayectoria.

– ¿Los medios inflamos a Durán Barba?

– Yo en mi equipo quiero a los dos. Quiero a Emilio, que además es mi amigo, con el que hemos podido trabajar en conjunto durante un año muy difícil, hemos podido sacar todas las leyes que nos ha pedido el Presidente. También quiero a Durán Barba, que ha probado durante más de 10 años que es un gran analista de la opinión pública. Son roles totalmente diferentes y no se pueden comparar.

– Una de las cuestiones en torno a esta polémica, es si se suman o no peronistas a la alianza.

– Eso tampoco es realista, porque el PRO y Cambiemos en su origen se nutrieron de dirigentes de diferentes fracciones políticas, muchos de ellos de origen peronista.

– Monzó habló de sumar ex kirchneristas.

– Yo creo que varios de los nombres que se mencionaron van a tener una actividad política por afuera de Cambiemos, si es que la tienen, no creo que se sumen. Pero más allá de los nombres en particular, nuestro ADN está conformado con dirigentes de distinta extracción política, dentro de los cuales los peronistas tienen un espacio muy importante. Y esto hay que seguir trabajándolo, yo creo que necesitamos ampliar nuestra base de sustentación política. Convocar a dirigentes de otros espacios políticos, en este caso puntual del peronismo, que también como nosotros quieran un cambio, sería una muy buena decisión.

– ¿Se imagina esta ampliación para octubre?

– Es muy probable, sí, a nivel local se está dando esto de incorporar dirigentes de distintos espacios políticos a la estructura de Cambiemos.

– Uno de los filtros, vinculado a lo político pero sobre todo a lo ético, es Elisa Carrió. ¿Qué relación y qué opinión tiene de ella?

– Carrió es socia fundadora de este espacio, artífice de la posibilidad de formar Cambiemos y en consecuencia también, por qué no decirlo, artífice de que se haya podido producir un cambio en la Argentina. Me parece que su rol también es muy importante en Diputados. Y creo que la gente lo entiende de esta manera. Yo tengo una muy buena relación con ella, me parece que es una persona preocupada y ocupada en muchas cuestiones, entre otras la integridad moral no sólo de los dirigentes en general, sino también de los de nuestro espacio.

– Con los últimos cambios de Gabinete, quedó instalado que llevarse bien con Peña, Quintana y Lopetegui. ¿Usted cómo se lleva? ¿Es más importante esa relación que gestionar bien?

(risas) Yo por suerte me llevo muy bien, je, pero claramente una cosa no está separada de la otra. Yo creo que gobernamos bien y tenemos que gobernar mejor todavía, y en gran medida eso se va a producir si mejoramos la coordinación y el trabajo en equipo. Eso es lo que se intenta hacer todos los días y eso también es novedoso y costoso en la Argentina, porque no estamos acostumbramos a trabajar en equipo en la política. En consecuencia, hasta que esto esté en el nivel que nosotros necesitamos, quizá todavía falta un tiempo. Pero estoy seguro de que estamos en el buen camino.

– Trabajar o no en equipo parece que les costó el puesto a algunos funcionarios, que, por lo menos por lo que se dijo públicamente, habían hecho bien su gestión, como Prat-Gay, Melconian. ¿Gestionan bien pero se tiene que ir?

– El trabajo en equipo prima sobre las individualidades. Nosotros lo privilegiamos, es como un equipo de fútbol, los equipos exitosos son los que pueden generar un trabajo en conjunto, además muchas veces evita la dependencia de determinadas figuras, pero el equipo supera las individualidades y yo creo que eso es lo que necesita la Argentina.

– ¿La elección va a estar polarizada entre Macri y Cristina?

– Es difícil plantearlo con mucha decisión, no hay clima electoral. De hecho, nosotros no nos estamos ocupando del tema.

La venia del abuelo para debutar en la gestión

No había llegado a los 30 años, cuando Rogelio Frigerio (nieto) tuvo su primera experiencia de gestión como economista, en el Gobierno nacional. Antes de dar el OK, recuerda hoy con 47, lo consultó con su abuelo, de nombre homónimo y uno de los fundadores del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). La oferta laboral venía de una administración, la de Carlos Menem, que no parecía condecirse con los ejes de ese partido. El explica por qué entonces se inclinó por un sí.

“Yo entré en ese gobierno con 26 años, en aquel momento lo hablé con mi abuelo y a él le parecía como a mí una enorme oportunidad”, cuenta el actual ministro del Interior, que trabajó en Economía con Roque Fernández como ministro. “Creo que con el trabajo que hice cumplí con las expectativas y con mis obligaciones. Yo salí de ese gobierno y me pude desarrollar profesionalmente en el sector privado, concluí la gestión pública en el año 99, con un prestigio ganado que me sirvió después para ganarme la vida durante muchos años en mi profesión, hasta hace que unos cinco años Mauricio Macri me sedujo para volver a la política”, cierra.

Si bien su profesión es esa, la economía, Frigerio está considerado como uno de los "ministros políticos” del Gobierno macrista.Alguna vez sonó como candidato para Entre Ríos, donde ya fue un par de veces jefe de campaña del espacio. “Divido mi tiempo familiar entre Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, y Villa Paranacito, en Entre Ríos”, explica cuando se lo consulta por su lugar de residencia, para dejar en claro que la idea de mudarse políticamente allí sigue latente.

“Hago política desde muy joven, seguramente lo lleve en la sangre, en mi ADN”, vuelve sobre su abuelo y pasa enseguida a otras de sus pasiones conocidas. El fútbol. River. “Soy socio desde hace muchísimos años. Y desde diciembre de 2015 (cuando asumió como ministro), algo que extraño mucho es ir al Monumental”.

Cuando se le pide un momento político, elige el “el día de la asunción del Presidente Macri. Siempre voy a recordar ese momento”.

Itinerario

Rogelio Frigerio nació el 7 de enero de 1970 en la Ciudad de Buenos Aires. Es Licenciado en Economía (UBA), especializado en Planificación y Desarrollo Económico. Desde 1996 hasta 2000, fue director de Posgrado de Política de Negocios de la Universidad del Salvador. Fundó y dirigió desde 1999 hasta 2011 la consultora Economía & Regiones.

A los 26 años, tuvo su primera experiencia en el sector público como Subsecretario de Programación Regional (1996), y dos años después, fue Secretario de Programación Económica del Ministerio de Economía de la Nación (1998).

Se sumó al PRO en la campaña de 2011, cuando Mauricio Macri fue reelecto como jefe de Gobierno. Diputado de la Ciudad por el PRO (2011) y presidente del Banco Ciudad (2013). Fue Jefe de Campaña en las elecciones de 2013 y 2015 en la provincia de Entre Ríos. El 10 de diciembre de 2015 fue designado Ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación por el Presidente Mauricio Macri. Papá de Máximo y Delfina, y está casado con Victoria Costoya.

​Un sueño: Una Argentina unida sin pobreza.

Un líder de hoy: Mauricio Macri.

Un prócer: Por su patriotismo, lucha por libertad y valentía, José de San Martín.

Un recuerdo: Las conversaciones de economía y política que tenía con mi abuelo (Rogelio Julio Frigerio, fundador del MID).

Una sociedad que admira: La de los países escandinavos.

Una comida: Asado.

Una bebida: Vino tinto, Malbec.

Un placer: Compartir mi tiempo con mi familia.

Un libro: Hombres buenos, de Pérez Reverte. El Hombre que amaba a los perros, de Padura.

Una serie: Homeland.

Una película: Me gustó mucho “Color Púrpura” de Steven Spielberg. Y de las últimas, “El Ciudadano Ilustre”, con Oscar Martínez y Dady Brieva.

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