El periodista Oscar Flores contó cómo lo recibió San Luis luego del trasplante
Utilizó las redes sociales para contar la experiencia del primer día de trámites en su tierra natal. Cuestionó la ausencia de un espacio de estacionamiento para los discapacitados y trasplantados en la ciudad. También se quejó de los adoquines de Estancia Grande: “Tuve que caminar medio kilómetro para no dañar mi trasplante”.
Esta tarde el conductor del ciclo “Solo un Café”, como lo hace siempre en su cuenta oficial de facebook, le contó a sus amigos y seguidores cómo iba un día más en su recuperación.
En un extenso relato, el periodista contó que este lunes fue el primer día de “trámites obligatorios” en la ciudad. Agradeció a todos los conocidos y amigos que los saludaron y aclaró: “Nos volvimos a sentir en casa y eso no tiene precio”.
Pero después agregó: “Gracias a la aspirante de policía que me sacó amenazando con una multa a las 11 de la mañana cuando estacioné dos minutos en calle Ayacucho pasando Rivadavia, con barbijo y la explicación de por qué llegué a ese lugar, porque lamentablemente en la ciudad no hay estacionamientos libres para personas con discapacidad o ancianos con problemas. Argumentó que cumplía ordenanzas municipales”.
Ante la respuesta de la aspirante se preguntó: “¿Cómo? ¿Una ordenanza que viola una ley nacional y provincial, la del discapacitado y del recién trasplantado? ¿Raro no? Hay lugares privilegiados para taxis y motos y ni uno para nosotros. ¿Ciudad inclusiva? Empiezo a dudar”.
De esa manera dijo que se vio obligado a pagar estacionamiento en una cochera. “Bienvenido a tu ciudad, la que te vio nacer y crecer, la que firma convenios de transparencia”, agregó.
Después de la lluvia que sorprendió en la siesta del lunes, Flores volvió a su casa, en Estancia Grande, a 4 kilómetros de El Volcán: “No confundan, es entrando por la parte más pobre. Los famosos adoquines del gobernador y el exintendente amigo del Papa aún no quieren solucionar un problema para todos los que llegan. Se acuerdan mucho de sus madres y abandonan el lugar. Hasta ahora no han cumplido con la palabra empeñada de que iban asfaltar ¿Se acuerda gobernador su discurso de campaña en el Estadio?”.
Los adoquines no le permitieron seguir en el auto y entonces continuó: “Tuve que bajar y caminar medio kilómetro para no dañar mi trasplante. Esa fue otra bienvenida a casa. Los vecinos se han cansado de presentar quejas, notas y nada. Vive cerca mi amigo Lucho, presidente del bloque de diputados del PJ y nada. ¿Autocrítica? Ninguna, están en campaña”.
Cerró su comentario diciendo que tendrá las palabras cuando “vaya al micrófono” y pidió: “Ojalá vengan cuando los invite. Que sean valientes y pongan la cara”.