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El calvario de una mujer golpeada: "Se calmaba, lloraba y después volvía con más piñas"

Paola contó su terrible experiencia por Facebook para pedir justicia. Terminó con el cráneo fracturado, el tabique roto y hematomas por todo el cuerpo.

Luego del violento ataque, a la mujer le tuvieron que reconstruir el tabique nasal. (Foto: Clarín)
Actualizada: 20/03/2017 17:22
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Una mujer de 38 años fue salvajemente golpeada por el padre de su hijo menor y relató su terrible historia en las redes sociales para pedir justicia, consignó Infobae.

Paola Mascambruni había vivido repetidos episodios de violencia por su vínculo con su agresor, Rodrigo Eduardo Picolini (35). Incluso obtuvo una orden de restricción perimetral luego de que el hombre le pegara al hijo de ambos, que por entonces tenía dos años.

El jueves 16 de marzo, tras recibir "una oportunidad más", Picolini la golpeó durante dos horas: "Cerró las puertas con llave. Me desnudó. Me agarró de los hombros y con mi espalda rompió una ventana. Me pegó patadas y piñas en todo el cuerpo, intentó ahorcarme. Lo más suave que me dijo fue ‘puta’. Yo le pedía que se calmara. Le decía: ‘Rodrigo, por favor, me vas a matar’. Y él me respondía que sí, que claro, que me iba a matar".

Ese día el agresor "apareció todo producido con campera, zapatillas y jean nuevos y me increpó: ‘¿Qué pasa, no me decís nada de lo lindo que me puse para vos?’ Yo me reí, pero no lo tomó bien".

En ese momento, Picolini la desnudó y comenzó a atacarla. "Al rato se calmaba, lloraba y después volvía con más piñas. Pensé que no iba a salir viva de ahí. Ya toda ensangrentada, aproveché un descuido para agarrar las llaves. Llegué a ponerlas en la cerradura pero cuando las giré me agarró de atrás. Al final pude abrir la puerta, me subí a la reja pero me atrapó y me empezó a golpear la cabeza contra el piso. Pero me levanté de nuevo, me trepé a la base del portón, al buzón y salté para el otro lado", relató.

Paola tuvo que rogar a los vecinos que la ayudaran, debido que al principio se negaron a abrirle por miedo a represalias.

Picolini ya había demostrado en varias oportunidades que era un hombre violento: "A los dos meses de gestación, me tiró un vaso de cerveza. Un día que fuimos a comprar ropa, se enojó y me mordió fuerte una mejilla adelante de mis hijas", recuerda la víctima en diálogo con Clarín. También la había golpeado cuando estaba embarazada de seis meses. Aquella vez le "dio una paliza tremenda", su bebé "se salvó de casualidad".

Ahora, el golpeador se encuentra detenido por "lesiones graves agravadas por haber mantenido una relación de pareja". "No voy a parar hasta hacer justicia. Les pido ayuda a todos los que me puedan aportar algo", rogó Paola en las redes sociales.

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