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Lilian Videla: “Seguiremos hasta que encontremos al último nieto y los últimos restos”

Cada uno de nosotros lleva una historia y Lilian Videla de la APDH, cuenta la suya. Los momentos que marcaron el rumbo de su vida: creció en un hogar con una mamá viuda, de cuna socialista, trabajó con el gobernador Elías Adre, cayó detenida en el ’76, estuvo presa en San Luis y en Devoto, pero eso ratificó sus convicciones. Hoy milita por los derechos humanos y preside la asamblea permanente.

"Vamos a seguir pidiendo justicia, vamos a seguir exigiendo que nos entreguen los jóvenes que se apropiaron", sostuvo.
Actualizada: 24/03/2017 19:59
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Son las 16:27 del miércoles 22, da el tono, del otro lado del teléfono está Lilian Videla, concertamos la nota y ahora nos aguarda en su estudio contable de calle San Martín antes de Avenida España de la capital puntana. Accede a la entrevista. Ni siquiera exige saber para qué, por su agudeza, dato que descubro después, sabe, por su historia y su lucha, qué le vamos a preguntar.

Son casi las cinco de la tarde. El otoño comienza a desperdigarse por las calles, hay rastros de él en la vereda. Tocamos timbre y minutos después ya estamos en el estudio de Lilian, sentados a la izquierda de una biblioteca enorme que ocupa casi toda la pared, hasta arriba. Comenzamos a charlar, la marcha docente en Plaza de Mayo y la entrevista de Mirtha a Macri nos lleva a intercambiar ideas. Minutos después comienza la entrevista.

-¿En su vida qué la lleva a unirse a la militancia de los derechos humanos y después a tomar una posición dentro de la asamblea?

-Qué largo y difícil, yo nací en un hogar donde mi madre era viuda, tenía un hermano con alguna dificultad psíquica y era socialista, entonces desde la cuna yo he sentido hablar sobre los derechos de la mujer, los derechos de todos, de la educación laica. Mi primera actividad de rebeldía fue la toma de la Escuela Normal donde yo asistía cuando era la lucha de los laicos y los libres, y hoy estamos nuevamente en esta discusión de las privadas. Antes se llamaba laica a las escuelas públicas y libres las privadas y hoy después de casi 60 años estamos discutiendo lo mismo a nivel nacional. Ahí empecé, esa es la cuna mía, en esta casa (calle San Martín 1.387) funcionaba el partido socialista, funcionaba la biblioteca socialista Avé Lallemant, me formé en eso, escuchando hablar del divorcio, del aborto, de los derechos de la mujer. Te estoy hablando cuando ustedes todavía ni habían pensado llegar a este mundo, hablo del año ’50, ’60, eso fue mi origen. Después, cuando ya me recibí (CPN), entré a trabajar con el gobernador Elías Adre (Gobernador de San Luis entre 1973 – 1976) que fue una etapa laboral muy linda porque estábamos llenos de proyectos, de modificar este mundo, eran los ’70, cuando se estaba revalorizando el hospital público, la educación pública, estaba el servicio de SNIS que era el servicio sanitario público, esas fueron mis formaciones y mi participación, y en el ’76 caí detenida, estuve dos años y medio detenida, eso ratificó mis convicciones y a medida que fuimos saliendo, los que salíamos primero nos fuimos organizando hasta constituir esta asamblea.

En San Luis compartió las celdas con prostitutas a quienes definió como “sumamente solidarias”. La cárcel de mujeres funcionaba en ese entonces en calle Rivadavia y 25 de Mayo, donde hoy ensaya la banda de música de la Policía de la Provincia. Tras cuatro o cinco meses allí la trasladaron a la cárcel de Villa Devoto, Buenos Aires. Lilian relata que allí todo fue distinto. “Todas éramos presas políticas, se daban clases, charlas, nos comunicábamos haciéndonos señas con espejos y luego intercambiando mensajes a través de las letrinas. Las carceleras eran en su mayoría psicólogas, todas profesionales, querían saber qué leíamos, cómo pensábamos”, recuerda.

La APDH funciona desde febrero de 1984. Primero fue la libertad para los compañeros que estaban todavía detenidos y la búsqueda de los desaparecidos, pidiendo justicia hasta que se armó el primer juicio en 1985. Vino acá la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) hicimos el recorrido por toda la provincia ubicando a los familiares de las víctimas, vino (Graciela) Fernández Meijide que trabaja en la asamblea nacional y desde ahí no paramos pidiendo justicia.

Cuando empezaron los juicios, después cuando vino la Ley de Obediencia Debida y Punto Final, se paralizó todo y a partir de 2004, 2005 se iniciaron nuevamente esos juicios que habían quedado paralizados y tuvimos el primer juicio con el resultado de cinco imputados condenados a perpetua. Después vino el segundo juicio con 29 imputados y lamentablemente hoy sí estamos reclamando que de esos 29, 22 están en su casa o andan paseando por las calles del país. Mañana a las once ( por el miércoles 23) vamos a hacer una presentación en el Tribunal Federal Oral, en la avenida Illia al lado del correo, con un petitorio de todos los que estamos convocando a la marcha del día 24, para pedir a la Justicia ahora que ha salido el reciente fallo de Casaciones donde se ratifican algunas condenas y se modifican otras, para que éstos condenados que estaban en libertad vuelvan al lugar que deben estar que es la cárcel común como cualquier ciudadano argentino que comete un delito”.

-Me llama la atención cuando menciona, casi al pasar, lo de la detención, qué duro, me lo imagino como mujer, no sólo cómo hacer para transitar esa etapa sino además cómo salir fortalecida.

-Lo que pasa que eso es lo que yo creo que muchos de la sociedad y el Gobierno este en particular no toma en cuenta, que sí, estamos más fortalecidos, quizás tenemos más fuerza que antes y esto hace que las autoridades actuales piensen que con que nos muevan una fecha…nosotros no vamos a retroceder. Vamos a seguir pidiendo justicia, vamos a seguir exigiendo que nos entreguen los jóvenes que se apropiaron, que nos digan dónde están enterrados los que hasta hoy figuran como desaparecidos y si resistimos a la dictadura vamos a resistir también a este gobierno, creo que es así. Y se sale fortalecido porque en aquella época la militancia era una cosa muy linda, muy compartida, se compartían muchas cosas, no el individualismo que existe hoy que uno lo ve, yo me salvo y el del lado si se puede salvar se salva y sino no me importa. En aquella época había realmente un compromiso de una lucha conjunta y el que tenías al lado era tu compañero, yo creo que eso también hace que una haya salido fortalecida y siga fortalecida en la búsqueda de la verdad y la justicia.

-¿Por qué piensa que en el camino se fue debilitando esa militancia, esa pujanza?

-Creo que hoy hace falta que los jóvenes sobre todo tengan una formación política, creo que es lo que está faltando hoy, es decir saber por qué se está en la calle, por qué se lucha y cuáles son los objetivos que se tienen. A veces nos pasa que vemos que en la parte de educación sobre todo es lo que está más débil y por ahí sentís jóvenes con algunos pensamientos retrógrados que vos decís ‘no puede ser’, yo creo que eso es falta de formación, quienes forman es la escuela, las universidades y las familias también. La familia hoy también está con muchos problemas internos de desocupación, de hambre, entonces es mucho más difícil acceder a la educación y a la cultura, cosa que no ocurría hace sesenta años atrás, creo que todo eso influye.

-¿Distingue como diferentes momentos, recién mencionaba los juicios, en San Luis cuáles son los puntos débiles, qué nos está faltando, usted decía faltan personas por juzgar, acá también faltan?

-Acá también. Falta el cuarto juicio que serían los miembros de la Justicia Federal que fueron cómplices en la época de la dictadura, uno se murió, y queda Hipólito Saá que era fiscal y el juez Allende, que estuvieron dos años detenidos y como no se le formó el tribunal están en libertad actualmente, estamos exigiendo que se forme ese tribunal. Pero insisto mientras no nos digan dónde están los cuerpos de los desaparecidos la familia no descansa, acá todavía nos falta mucho. Harán dos años se localizaron tres cuerpos, que no habían desaparecido en San Luis sino que dos en Córdoba y uno en Rosario, Ruffa (Jorge), Sinópoli (Alfredo) y Saibene (Ricardo). De San Luis sólo se pudo identificar a Graciela Fiochetti en el año ’85. Todos los familiares saben que están muertos pero el hecho de decir bueno acá está, no hay alternativa, esto es, es lo que da la tranquilidad a la familia y es lo que la familia quiere. Nosotros lo vemos cotidianamente con la familia Ledesma que a la señora no le importan los juicios ni la condena lo que ella quiere saber es donde está su hijo, es muy terrible la figura del desaparecido, es como decía (Jorge Rafael) Videla ‘no está, no existe’ y sí que existe, sí que existió, hay un cuerpo, ese cuerpo es el que reclamamos y los militares saben, la Policía sabe, los jueces saben, la Iglesia sabe. Los niños apropiados, hoy se encuentran apropiados todavía 300, eran 500, se han encontrado 200. La Iglesia tuvo mucho que ver porque en las organizaciones eclesiásticas, sobre todos los colegios de monjas, ahí llevaban a las criaturas cuando nacían para ser entregadas a los apropiadores. Dónde están las listas, dónde están esas personas, todo eso está registrado, todo eso es lo que estamos pidiendo que se abra, se nos informe y nos digan dónde están esos chicos. Te digo que acá en San Luis por año unas cinco o seis presentaciones siempre tenemos de hoy jóvenes adultos que vienen a buscar su identidad, es un trabajo infinito el que hace Abuelas pero bueno estamos en esa.

-En esto que decía nombró a personas que faltaban juzgar, ¿considera que hay cómplices anónimos en la sociedad de esa época, gente que se calló?

-Sí, el actual gobernador (Alberto Rodríguez Saá) escribió una maldita carta al represor Massera en el año ’78 acusando a militantes políticos y pidiendo juicio ejemplar, uno de ellos hoy no está, fue secuestrado y asesinado, que es Julio Everto Suárez y sin embargo hoy se siente con derecho a presentarse como defensor de los derechos humanos, va a visitar a Milagro Sala (líder de Túpac Amaru, presa en Jujuy), sale por todos lados y bueno no se lo pudo juzgar porque la delación no está penada, no está prevista en el Código. Ese es uno de los que no pudo ser juzgado ni va a ser juzgado porque ha sido un delator nada más, nada más ni nada menos. Y después claro que hay muchos que saben y callan, nos pasó cuando estábamos buscando restos en el Ejército, que alguien nos dio un plano anónimo, se hicieron las excavaciones donde nos habían dado los datos y no encontramos nada hasta que logramos encontrar a la persona que lo había hecho. Eso lleva mucho tiempo y esfuerzo, bueno la persona negó, negó, negó y se lo llevará a la tumba; había sido un soldado que había estado trabajando después en el GADA, acá en Caídos en Malvinas y ahí estuvimos meses buscando, rastreando, vinieron los geólogos y los antropólogos a hacer las excavaciones, en ese lugar no se encontró pero seguramente ahí pudo haber sido un enterramiento. El de las Salinas también, había dos cuerpos se encontró uno; y por supuesto que los militares que actuaron ahí, Plá (Carlos Esteban), Becerra (Víctor David), saben dónde están pero ese es el silencio cómplice. Después de civiles muchos, muchos y muchos que hoy todavía te dicen ‘y bueno ya está, para qué, hasta cuando’ y sí hasta el último. Hasta que encontremos al último nieto y los últimos restos.

-¿En estos años de democracia, maduramos en algo?

-Qué difícil la pregunta, maduramos en el sentido de que llevamos treinta y pico de años sin un golpe militar en una situación parecida todos estos últimos años, en otro momento histórico, podríamos haber tenido golpes militares. Creo que la experiencia de que nunca más un golpe militar ha sido fortalecer la democracia, malos, buenos, regulares gobiernos democráticos pero no son los militares, no es la dictadura, creo que eso pasó en toda América Latina, con todos los defectos que pueden haber tenido estos gobiernos actuales que hemos tenido desde Alfonsín hasta la fecha pero es preferible todo esto a una dictadura. Hoy (por el miércoles) está demostrado, hubo casi 400 mil personas en la calle y pudieron estar (Marcha docente de Plaza de Mayo), eso en la época de la dictadura no podría haber ocurrido nunca, creo que ha madurado en eso el pueblo argentino y esperemos que así siga. También creo que el poder de los militares, en eso Alfonsín recortó mucho el poder de los militares, después lo lograron por ahí mejorar la posición pero no creo que se animen otra vez a hacer estas experiencias y vos pensá que desde el año ’30 hasta el ’76 cada dos años teníamos un golpe, caían los gobiernos, Illia, Frondizi, Perón, la esposa de Perón. Eso lo hemos superado y ha sido un crecimiento. Como que también el tema de los juicios que hubo en este país terminada la dictadura ha sido un ejemplo mundial, en ninguna parte del mundo hubieron juicios con jueces de la Constitución juzgando a los genocidas, eso fue un ejemplo mundial y lo sigue siendo, creo que eso también fue maduro, maduración de la sociedad toda.

La cámara deja de grabar. Lilian es la misma cuando la luz roja parpadea que cuando se apaga, nos cuenta más de la época de la dictadura, de la democracia antes y después, y del camino que nos falta como sociedad. Nos cuenta para qué nadie olvide, habla pausado pero firme, no titubea. Nos despide y nos detenemos ante una máquina de escribir, perfectamente conservada, tiene una hoja blanca lista para ser impresa, es de color negro y brilla.

 

Entrevista: Cecilia Sosa

Video: Victor Albornoz

Foto: Marcos Verdullo

Edición: Nicolás Miano

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