Tras la muerte de un bebé, denunciaron por “mala praxis” a 2 obstetras de la Maternidad
La abuela, Claudia Lucero, responsabilizó a ambos profesionales que intervinieron en el parto. Isaías Lucero falleció este sábado luego de permanecer 12 días internado. Formalizó la presentación en la Comisaría 7° de la ciudad de San Luis.
Otro caso envuelve en polémica a la Maternidad provincial Teresita Baigorria. Esta vez, la muerte de un bebé que, según denunciaron, se debe a “mala praxis”. El pequeño nació el 13 de marzo.
Su madre, Milagros Lucero, una joven de 16 años, ingresó al hospital el 12 de marzo alrededor de las 10. Luego, estuvo con “trabajo de parto durante todo el día”. Hasta ese momento era todo normal.
El problema surgió cuando ingresó al quirófano, alrededor de las 22. Dos horas después nació el bebé, pero estaba muy delicado y fue inmediatamente derivado a neonatología.
Allí, la médica encargada lo recibió “prácticamente muerto”. Logró reanimarlo, pero el estado del pequeño era tan grave que tuvo que ser intubado completamente. Familiares y amigos estuvieron pendientes y a la espera de una milagrosa recuperación durante más de una semana, pero hoy conocieron la peor noticia: Isaías falleció esta mañana.
Claudia y Milagros concedieron una entrevista a elchorillero.com antes del fallecimiento de Isaías.
Según consignaron en el acta de defunción, la muerte se debió a una “encefalopatía hipóxica isquémica grave” que se define como “síndrome neurológico que aparece en un niño recién nacido y se produce por una disminución de oxígeno o la reducción del flujo sanguíneo al cerebro”.
"Hubo una mala acción de las obstetras en el parto, utilizaron el fórceps, sabiendo que está prohibido", señaló Marina Orozco, prima de Milagros.
Se quejó porque no le realizaron una ecografía de rutina antes de ingresar al quirófano. El último monitoreo arrojó que la criatura “estaba bien, todo era normal nos dijeron”, contó la mujer.
“El problema del monitoreo, es que sólo informa sobre latidos y pulsaciones de los bebés y no se puede observar cómo están dentro del vientre. Por lo tanto no notaron que Isaías tenía el cordón umbilical alrededor de su cuello. Cuando quisieron sacarlo, ellos los asfixiaban cada vez más. Si le realizaban una ecografía anteriormente, hubieran advertido el problema, pero se guiaron por la última que era del 19 de enero”, relató Orozco.
“Generalmente cuando suceden este tipo de cosas, los médicos optan por la cesárea. Pero ellos decidieron que se haga por parto natural. Cuando consultamos, de por qué tomaron esa decisión, respondieron que no tenían anestesistas de turno”, reveló.
Milagros se realizaba los controles y ecografías en el centro de salud del barrio Pucará, donde vive junto a su madre y hermanos. A principios de marzo, la joven comenzó con los chequeos día por medio en la Maternidad.
Los dos obstetras que fueron denunciados “hasta el día de hoy no aparecieron, estuvieron dos veces luego del parto y después no los vimos más”, señaló.
La familia por días trató de encontrar respuestas por las autoridades del nosocomio. “Primero culpaban a Milagros que se había cansado en el momento del parto, que no tenía fuerzas para pujar, luego decían que el bebé venía con problemas de discapacidad y después que él no había superado el nacimiento”.
El viernes 17, la directora de la Maternidad, Rosa Dávila de Gallardo, se comunicó con la familia y les brindó su apoyo en la difícil situación. “Nos dijo que estaba a nuestra disposición y que en lo que necesitáramos nos ayudarían”.
Milagros desde el nacimiento de su hijo, estuvo varios días en observación y le dieron el alta el miércoles, producto de “un desgarro desde el ano hasta la pelvis”.
Orozco recordó que la obstetra que atendió en el centro de salud del barrio a la joven y le realizaba todos los controles, los visitó en la Maternidad y “pidió que se hagan cargo los responsables, porque tuvo un embarazo genial, saludable y sin ningún tipo de complicaciones”.
Este sábado a la siesta Claudia Lucero formalizó la denuncia. En la presentación identificó a los profesionales. Después la familia despidió al pequeño cuyos restos fueron enterrados en el cementerio ubicado en el barrio Rawson.