"Estoy desesperada, casi me mató, te juro. Él está libre”
Por Catalina Ysaguirre.
El pedido de auxilio lo hizo Andrea Mercau; con el dolor de los golpes encima y con la necesidad de que la escuchen, que alguien la ayude porque quiere seguir viva. Su expareja la atacó con un hierro hasta dejarla inconsciente en una zona cercana al barrio La Ribera, en Villa Mercedes. Por otros episodios lo denunció pero está en libertad.
Cerca del mediodía de este domingo, Andrea estaba en contacto otra vez con la Policía, y también con su abogado. El caso se difundió rápidamente por las redes sociales este fin de semana.
En sus declaraciones acusó a Víctor Eduardo Mercado, quien por estas horas está libre, y a quien denunció en otras ocasiones por violencia de género.
“Quiero dar mi testimonio para que nadie más pase esto. Es un horror, es algo tremendo. No la estoy pasando bien. Necesito que los medios me ayuden, porque me siento desprotegida”, le contó a elchorrillero.com.
Desde que se separó de Mercado, Andrea vive con su madre, quien la cuida y la sostiene anímicamente, como también lo hace su hermana. El jueves por la noche decidieron salir, pero cuando estaban regresando, el hombre las interceptó con su camioneta, se bajó y comenzó con los ataques que por muy poco no fueron mortales.
“Estaba transformado, con un hierro rompió la ventanilla del auto en el que venía, y como mi mamá se bajó para defenderme, él la golpeó en la cabeza. Después me agarró de los pelos y me tiró en el asfalto. Me pegó tantas veces con el hierro, por todos lados, que me desvanecí”, recordó la joven.
Antes de escapar el agresor le habló a su exsuegra: “Ahí te la entrego, si no está conmigo no va a estar con nadie”.
Andrea fue atendida de urgencia en el Hospital de La Ribera, pero como allí empezó con vómitos, decidieron trasladarla al Hospital Juan Domingo Perón: “Ahí me pusieron suero, me dieron calmantes y me curaron las heridas”.
Después, lo denunció otra vez. Pero el acusado, sigue en libertad. “Ahora estoy toda moreteada, no puedo comer, no puedo hablar bien, tengo ocho puntos en la cabeza, ando todo el día mareada. Me duele todo, parece que camino en una nube porque no encuentro el equilibrio”, contó este domingo a elchorrillero.com.
Está dolorida, pero también tiene miedo. “Desde que me dieron el alta estoy encerrada, como presa y él está suelto, en total libertad”, se lamenta, y por eso necesita que la Justicia intervenga.
Quiere seguir con vida y cree que su testimonio puede ayudar para que otras mujeres no vivan estas mismas torturas.
En el episodio anterior de violencia, que fue hace aproximadamente 20 días, Andrea cuenta que fueron los vecinos quienes llamaron a la Policía porque escuchaban gritos de peleas: “Él me corría por toda la casa con un cuchillo. Se lo llevaron detenido, pero al otro día estaba suelto. Hice la denuncia, no lo vi más pero me mandaba mensajes diciéndome que era mi sombra, que me iba a arrepentir por no estar con él, que me amaba. Pero yo no quería volver porque sabía lo que me esperaba. Me había alejado de mi familia porque no me dejaba ni que viniera a tomar un mate con mi madre”, aseguró.
También contó que todas las situaciones vulnerables por las que pasó hicieron que se acercara a la Secretaría #NiUnaMenos, y contó su experiencia: “No sentí el apoyo. Ellas vinieron a verme, no me explicaron qué tenía que hacer. En el primer momento cuando me acerqué porque las necesitaba, me dieron contención, me mandaron a un psicólogo, Nahuel, que me escuchó, le conté todo y a último momento me dijo que no podía atenderme más porque era el psicólogo particular de mi ex. Entonces me sentí usada, desprotegida. Acudí porque sentí que ahí me iban a poder cuidar y la verdad que no, no fue así, fue todo lo contrario. Por eso necesito expresarme, que me escuchen”.
Explicó además que denunció en reiteradas ocasiones a su pareja y por eso no tenía permitido acercarse a su hogar. Además sabe que con las parejas anteriores, Mercado tuvo el mismo comportamiento. “Se presentaba en mi casa y decía que me amenazaba con romperle la cabeza a mi hijo o a mi mamá. Y como él estuvo preso antes por un caso parecido, me decía que en ese tiempo se estudió el código civil y penal”, agregó la joven.