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“Nos arrancaron el alma, queremos justicia por Tamara”

La mamá y la abuela de Tamara Olguín, la joven de 16 años asesinada de un balazo en la cabeza en Villa Mercedes, hablaron con la prensa y contaron cómo viven la pérdida de la chica y del bebé que estaba esperando. También del reclamo para que la Justicia actúe y castigue al responsable.

Le mató su novio, tenía 16 años y estaba embarazada. Tras la muerte de Tamara Olguín en Villa Mercedes, la madre y su abuela emitieron declaraciones.
Actualizada: 29/03/2017 09:05
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“Quisiera que hubieran estado cinco minutos con Tamara para que se dieran cuenta cómo era ella, las ganas que tenía de vivir y de luchar. Tomó la decisión de llevar adelante su embarazo y de estudiar, de salir adelante, estuviera sola o acompañada por el chico”, aseguró la abuela, Carmen Modón, en una entrevista que ofreció junto a su hija, Patricia Calderón en los estudios de Radio La Bomba.

En el programa que conduce Daniel Arce, las mujeres contaron cómo fueron los días de la chica antes que encontrara la muerte en la casa de su novio, Kevin Aballay de 19 años, el pasado lunes 20 de marzo en el barrio conocido como Kilómetro 4.

“La última vez que la vi fue para mi cumpleaños, el 24 de enero. Ella fue con la decisión de quedarse en Río Tercero. Me dijo que el chico decía que no era el padre y que no la iba ayudar, que no quería estar con ella. Quería buscar otro rumbo de vida y seguir estudiando. Yo le dije que se quedara, que sería una compañía para mí”, recordó la abuela.

Pero después, resaltó, desde su teléfono Tamara tuvo muchas comunicaciones con su novio: “Él le decía cosas, como que la iba a buscar, que no lo dejara sin su hijo, la trataba mal”.

“Hasta que un día Tamara me dijo que se iba porque él le había dicho que iba a cambiar y ella iba a tener una mejor vida”, agregó la mujer.

También aprovechó para despejar las dudas que sembraron algunos comentarios: “Ella no vivía con él, se fue a pasar el fin de semana. Tenía que volver el domingo, pero le dijo a su madre que se quedaría porque el chico la iba a acompañar el lunes para terminar de hacer los trámites de la asignación familiar”.

También explicó que a Tamara le habían dado permiso para ir a la casa de la madre del chico, en el barrio Las Rosas, y no a Kilómetro 4 donde es la vivienda paterna de Aballay.

“Nunca supimos de malos tratos, ella se guardó todo, estaba enamorada. A mí me arrancaron la vida. Ella estaba feliz el viernes cuando la llamé porque se había hecho la ecografía”, indicó la abuela.

Con respecto al carácter del joven, hoy detenido como el responsable de gatillar el arma que terminó con la vida de su novia y del bebé que esperaba, dijo que “no se brindaba para hacerse querer” y que a Tamara “la dejaba en la esquina, nunca entraba a la casa”. Inclusive puntualizó que cuando la chica quedó embarazada “él tampoco fue, sino su madre”.

También cree que Tamara “murió por amor” y que Kevin “era el rey que había encontrado como padre de su hijo”. En la casa, asegura, encontraron escritos en donde la chica anticipaba cómo llamaría a su bebé. Román era el más lindo si era varón.

La joven cursaba el cuarto mes de embarazo, por eso sus familiares insisten en que fueron dos las vidas que se apagaron después del disparo en la cabeza.

Aballay declaró que estaba limpiando el arma cuando se le escapó el disparo, pero la familia de la chica no le cree. “La bala quedó dentro del cráneo, fue disparada desde muy poca distancia. Esto no fue un accidente, pero hay cosas que no puedo decir. Hicimos la marcha pidiendo justicia, y esperamos que al juez lo ilumine Dios y haga las cosas como tiene que ser, que esto quede en la nada”, expresó la abuela.

Según Patricia Calderón, los vecinos fueron los primeros en llamar a la Policía porque escucharon gritos y peleas: “Cuando estaba velando a mi hija, un vecino se me acercó y me dijo que hasta escucharon el disparo. Cuando fueron a socorrerla, él tenía el arma en la mano, y cuando llegaron sus familiares le dijo a la madre que se la había mandado, que había matado a Tamara”.

Además, acusó: “A mi hija nadie la acompañó hasta el hospital. Nadie fue con ella en la ambulancia, llegó sola, todavía con vida. Pero después murió. Ningún familiar de él me llamó después para preguntarme nada, a pesar de que tienen mi número de teléfono”.

“La dejaron sola, como un perro. Pido que hagan justicia y que respeten mi dolor”, recalcó la madre.

En la entrevista, Calderón contó que años atrás vivió un sufrimiento similar cuando su pareja, de quien ya está separada, goleó a su hija más pequeña y le ocasionó heridas importantes. En ese momento el hombre estuvo preso, pero hoy ya se encuentra en libertad. “Espero que esta vez no pase lo mismo, que haya justicia”, concluyó.

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