“Me resulta inentendible que Carina Di Marco desconociera los abusos”
Así lo sostuvo la jueza del Crimen N° 3 Virginia Palacios, luego de dictaminar este jueves el procesamiento y el traslado a la Penitenciaría Provincial a la madre de Florencia Di Marco. En declaraciones a la prensa, la magistrada dio detalles de las pruebas que imputan a la mujer como "partícipe necesaria” del delito de abuso sexual con acceso carnal que sufrió su hija antes de ser asesinada. Se sostiene que "sabía de los abusos" y que "permaneció inerte e indiferente".
Al momento de escuchar el procesamiento, pronunciado por Palacios minutos después de las 14 de este jueves, Carina Di Marco permaneció inmutable, de la misma manera que cuando le informaron sobre su detención y cuando le quitaron a su beba de los brazos para entregársela a su hermano.
Fue procesada, según confirmó la jueza, por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado, por su calidad de progenitora, respecto de la víctima, por su condición de guardadora y por mediar la condición de convivencia preexistente”. Esta imputación, recalcó, es en término de “participación necesaria”.
Para dictar el procesamiento, según explicó Palacios, en primer lugar, tuvo que tener acreditado los abusos en el cuerpo de la menor (los que fueron confirmados por los informes de los médicos forenses), y las pericias de los hisopados realizados en la zona vaginal y anal de la víctima (que confirmaron la presencia de semen).
“Lo que se ha sostenido es que, atendiendo a las características de las lesiones en la víctima, me resulta inentendible que no pudiera conocer esta situación, entendiendo el lugar socioambiental en el que se encontraba la niña respecto de la madre”, dijo Palacios sobre Di Marco.
Y justificó aún más la responsabilidad materna: “Se ha logrado demostrar que Carina Di Marco tenía efectivo conocimiento de los abusos de los que era víctima su hija”.
Destacó que las pruebas que incriminan a la mujer se desprenden de las declaraciones testimoniales recabadas en la provincia de Mendoza, “primordialmente” a las maestras de la escuela. En ellas queda certificado que “se manejaba y que se conocía abiertamente que Florencia era abusada”.
Explicó que las dos maestras que recibieron la noticia sobre los abusos, citaron a Di Marco a una reunión y la pusieron en conocimiento. Además de los testimonios, el expediente acredita audios que confirman las versiones. “La madre contestó en ese momento que su hija era mentirosa, que no le hicieran caso”, indicó la jueza.
También se suma en contra de la madre el testimonio del abuelo quien en sede policial dejó en claro que Flor “era una nena resentida y que tenía miedo de que algo malo le pasara”. El padre de Carina Di Marco expresó que la menor le había contado que “sentía que de noche le zamarreaban la cama y que abrían la puerta de su cuarto”.
La madre de Lucas Gómez (el padrastro detenido hoy como principal responsable de la muerte de la niña) también declaró y sus dichos apuntaron hacia una conducta dejada por parte de Di Marco: “Dijo que Florencia tenía conductas extrañas, de índole sexual y que la madre la trataba de prostituta”. También resaltó que le llamaba la atención que mandara a Florencia “a llevarle la ropa cuando Lucas Gómez se estaba bañando y que se quedaran encerrados”.
“Ella tenía efectivo conocimiento y sin perjuicio omitió sustraerla de ellos. Permaneció inerte, indiferente. Prefirió dejarla a los designios de quien estaba socavando con la integridad física, psíquica y sexual de su hija”, puntualizó Palacios.