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“Me dijo que si salía del departamento me iba a matar”

Mayra Domínguez tiene 24 años y denunció a su expareja. Recibió golpes de puño y fue acuchillada.

La joven víctima de violencia de género, denunció a su expareja de haberla golpeada y amenzado de muerte.
Actualizada: 07/04/2017 16:43
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El primer episodio de violencia del agresor y padre de su pequeña de 2 años fue en 2015. “Ahí empezó a consumir cocaína y empezaron los problemas, ahora tengo las fuerzas para denunciar, lo hago por mis hijas”, sostuvo Domínguez.

“Me pegó y golpeó sobre todo en la cabeza. No me dejó salir del departamento, en un momento se fue y aproveché para pedir ayuda. Cuando regresó la Policía lo detuvo, hice la denuncia y me revisó un médico”, relató la joven durante el diálogo que mantuvo con elchorrillero.com.

El hecho ocurrió el 30 de marzo. “Yo lo hago público porque no es la primera vez que me amenaza de muerte, tengo una herida  en la pierna que me la hizo con un cuchillo tipo carnicero. Amagó apuñalarme por las costillas y me dijo que si salía del departamento me mataba”, recordó y agregó que los estudios que le hicieron en la cabeza  salieron mal: “Tengo una abertura en la parte del cráneo. Me harán una tomografía determinar si tengo un coágulo porque los dolores de cabeza y los mareos siguen”.

La joven, de 24 años, denunció agresiones por parte de su expareja. Le hizo heridas con un cuchillo.

Mayra contó que el Juzgado Nº 2 ordenó  la restricción  y fijó la cuota alimentaria provisoria.

“Si yo tengo amenazas de muerte necesito un abogado, la verdad que no me dieron ninguna respuesta en la secretaría de la Mujer. Me entregaron el botón antipánico, nada más”, informó la estudiante universitaria.

Mayra estuvo dos años en pareja con su agresor y padre de su segunda hija de 2 años. Hace un año atrás decidió separarse. Tiene una hija de un matrimonio anterior que tiene 5 años.

La denuncia fue radicada en la Comisaría 6º. La joven ese jueves al mediodía debía ir a buscar a su hija al jardín pero su expareja no la dejó salir y fue él. La pequeña lloró tanto que no pudo traerla. Finalmente otra madre decidió llevársela porque sospechó del hombre que se presentó como actual pareja de Mayra en la institución.

“Cuando viajamos a Buenos Aires para pasar las fiestas se cruzó con unos amigos y empezó a consumir cocaína”, recordó.

“Le tenía miedo, es una persona que está perfectamente y a los cinco minutos se le da vuelta la cabeza, está enfermo”, dijo al fundamentar por qué no lo denunció antes.

Mayra relató que “fue amenazada con un arma" y cree que su ex no respetará "la restricción, no salgo a la calle tranquila y las personas que en teoría me tienen que acompañar, cuidar y asesorar no hacen nada, en este caso se limpiaron las manos”.

La joven teme que el agresor lastime también a sus hijas.

“En el Juzgado de Familia ellos me dicen que llegan hasta la restricción y no tienen más nada que hacer”, añadió.

Este miércoles concurrió al Juzgado para ratificar la denuncia y se enteró que su ex tenía asesoramiento legal.

“La abogada empezó a atacarme con preguntas, me decía que como yo vivía en el departamento de la familia de él,  era mi culpa lo que había pasado. Dejó asentado que era más responsabilidad mía que de él el hecho de violencia”, contó.

Solicitó asistencia legal oficial y le respondieron que “ya estaba todo hecho, tenía la restricción y el botón, que más quería, yo le dije que necesitaba asesoramiento porque no sé cuáles son los pasos a seguir”.

La joven quiere que se realicen las pericias psicológicas a ella, a su expareja y a la pequeña de dos años que tienen en común. “Mi hija presenció todo, vio los golpes”, indicó.

Mayra cursa el segundo año del profesorado en Nivel Inicial. Debió dejar el departamento en el que residía con sus hijas porque su ex vive a una cuadra.

“Yo salgo tarde de la facultad y él puede estar escondido. No me dieron ninguna respuesta concreta en el Juzgado, lo trataron como un caso menor de violencia. No lo tomaron como intento de homicidio, él tuvo todas las intenciones de hacer otra cosa, yo sé lo que viví y pasé”, remarcó.

“Ahora que tengo fuerzas, hice la denuncia por mis hijas”, dijo y añadió que la familia del agresor se acercó para pedirle que levante la denuncia.

Mayra ahora vive con sus dos hijas en la casa de su madre.

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