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"En el escalón más grande está Bianchi y es mi referente como DT"

Omar Andrés Asad es uno de esos pocos jugadores en Argentina que a lo largo de su carrera profesional vistió una sola camiseta. Es cierto que una lesión truncó su futuro futbolístico, pero está convencido de que en “El Fortín” se hubiera retirado; y por eso sueña con su partido de despedida y con llegar a ser el entrenador de la primera de Vélez Sarsfield.

Omar Asad es uno de los ídolos más grandes de la historia deportiva de Vélez Sarsfield. Hoy es DT de Estudiantes.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 29/04/2017 16:05

“El Turco” empezó el año en una provincia nueva y con desafíos deportivos. Llegó a San Luis para ser el entrenador del Club Sportivo Estudiantes, en medio de un proceso de conducción institucional que lleva adelante el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá.

Su caso es particular no solo porque en el poco tiempo que jugó lo hizo en Vélez (5 años y medio), sino porque es el protagonista de esas historias únicas que se dan en el deporte. Cuando se probó en el club, al que por entonces solo había ido para alentar al equipo, tenía 20 años y en el único lugar donde había jugado era en la canchita de su barrio, en Ciudad Evita.

La ilusión y la confianza lo acompañaron ese día, y por eso recuerda los tiempos con tanta exactitud. “Ya había una especie de aura o de talento”, asegura, y en Vélez no se equivocaron cuando lo vieron. Un mes y medio después lo hicieron volver, y lo hizo con 7 kilos menos. A esa altura de su vida no veía otra posibilidad más que ser futbolista. En su familia había antecedentes de jugadores, pero él fue el que llegó más lejos.

Sin saberlo, había desembarcado en Vélez para ganarse un lugar que solo la lesión en su rodilla derecha lo dejó afuera de fútbol profesional. Cuando lo ficharon se sintió de “primera” y el sueño comenzó a ser una realidad. Tampoco nunca imaginó que iba a ser coronado con los laureles de la gloria máxima y que la hinchada lo reconocerá por siempre.

En menos de seis meses, cinco y medio, para ser precisos, Asad ocupó un lugar en el banco de la primera división, y el día de su debut hizo un gol que lo habilitó para entrenar con los jugadores del primer equipo que dirigía el "Bambino" Veira.

Casi sin darse cuenta se ganó la titularidad y en poco tiempo se convirtió en uno de los protagonistas estelares de la historia deportiva más gloriosa de Vélez Sarsfield. El goleador comenzó así una carrera tan frenética como increíblemente exitosa.

Cumplió el sueño de cualquier pibe: salió campeón del mundo (hizo el gol de la final), fue goleador en torneos nacionales e internacionales, jugó en la selección argentina y la hinchada coreó su nombre. Además fue elegido el mejor jugador de la Copa Intercontinental en 1994. “Soy un agradecido a Dios que me dio la oportunidad a esa edad. Me fui preparando mentalmente y la vida en la calle me sirvió para manejarme”, resaltó.

Asad habló con elchorrillero.com en una producción especial que este medio realizó en el estadio Juan Gilberto Funes, de la ciudad de La Punta. En esta primera parte de la entrevista el ex de Vélez hizo un repaso por su carrera y recordó a los personajes que marcaron su temperamento como persona y DT.

En la segunda parte, el entrenador se explaya sobre el presente de Estudiantes de San Luis y el desafío de mantener la categoría del club puntano.

Con 20 años y sin inferiores, al "Turco" lo ficharon en Vélez y se convirtió en ídolo.

-Sin dudas sos un ganador, cosechaste 4 títulos nacionales y 5 internacionales, ¿qué fue lo mejor de todo eso?

-En lo personal creo que llegué a lo máximo que desea un jugador de fútbol. Gané todo, integré la selección argentina en el ´95. Y todo lo viví en 5 años y medio. Me quisieron comprar en Boca, River e Independiente. Todo lo que logré fueron premios al esfuerzo, al sufrimiento, a la entrega y a la capacidad de aprender. Cuando llegué a Vélez me tenían que pulir, era como un diamante en bruto, y aprendí a jugar de primera, más allá de un talento que había en mí y que ellos pudieron ver. Nunca bajé los brazos, muchas cosas me dio la vida. Los logros son una caricia.

Siempre fui profesional, y mis descuidos fueron con el peso, pero mi mejor respuesta física era con 95 kilos. No tenía una conducta física que sí se entrena en las inferiores, porque yo no las hice nunca. Fui compañero y siempre fui para adelante, siempre positivo, sobre todo en la adversidad.

Los títulos te dan prestigio. Salir campeón del mundo, hacer el gol de la final y que te elijan el mejor jugador es lo máximo.

-¿Te faltó algo?

-Mi sueño era seguir jugando. Me enojé con Dios porque la rodilla me truncó, pero me enojé porque podría haberme dado la ventaja de jugar tal vez en un menor nivel, pero seguir haciendo lo que me gustaba. Ahora no reniego de nada, porque Dios me dio todo de entrada; supe ahorrar plata, invertí bastante y estoy tranquilo. No me vuelvo loco en querer volver el tiempo atrás. Me hubiera gustado retirarme en Vélez y tener mi partido despedida, que seguramente lo tendré el día de mañana. La próxima meta es ser entrenador de primera, porque me siento preparado para tomar el mando en mi segunda casa.

-¿Qué significa Vélez en tu vida?

-Con el hincha hay algo especial, ellos saben que "El Turco", la única camiseta que vistió fue la de Vélez, ganó todo con un grupo de hombres valientes, de un temperamento enorme y con una calidad extraordinaria. Vélez es mi segunda casa y la gente me lo hace sentir así, me ovacionan cada vez que voy, me aman y estoy entre los tres más ídolos, con Bianchi y Chilavert. Todo lo que nos propusimos ganar en esa época lo ganamos, para el club fue único, una locura. Ganamos 4 torneos argentinos y me siento feliz por haberlo vivido.

-¿Qué recordás de tus técnicos?

-Cuando a Guardiola le preguntaron cómo se consideraba como técnico dijo que era un ladrón de ideas, y creo que así es porque uno copia de todos lo mejor. Como DT vas sacando de todos, lo bueno, lo positivo y lo malo. Para mí, en el escalón más grande está Bianchi, y después viene Bielsa. Son los dos que me marcaron y de quienes aprendí mucho. Bianchi ganó todo, con él salí goleador, es mi técnico referente.

-¿Cómo los analizás como persona?

-Excelentes los dos, con su lado bueno y malo. Carlos, una persona seria, profesional y equitativa. Siempre se manejó igual, no le temblaba el pulso para tomar decisiones y marcar normas en la disciplina; muy sincero, honesto, siempre te hablaba de frente. Un ganador.

Bielsa, un tipo con convicciones firmes, seguras, seguro de su trabajo y de la fortaleza mental de cambiar las cosas, más allá del material que encontró en Vélez. Salimos campeones con la idea que nos trajo, con mentalidad y fortaleza. Muy trabajador, buena persona, muy responsable.

-Te tocaron pesos pesados en esa época, ¿qué recordás de José Luis Chilavert?

Un personaje, un ganador, un extraterrestre, porque el que lo vivió sabe que lo tuvo cerca un fenómeno del fútbol mundial. Fue elegido tres veces el mejor arquero del año, está entre los 5 o 10 mejores de la historia, el primero en hacer un gol de tiro libre en la Argentina, rompió muchos esquemas. Como compañero, un profesional leal, llegaba primero y se iba último y eso es valedero, porque veías que el mejor del mundo se iba último. Fue excelente, como arquero siempre en el mejor lugar, no le hacía falta volar, siempre estaba bien posicionado. Es el prototipo de arquero que uno sueña. Recuerdo que cuando me atacaban, siempre estaba tranquilo. Un tipo frontal, avasallante, chocante, honesto, sincero, pero nunca traidor ni con doble discurso. José llegó a lo más alto de todo.

¿Cómo te analizás como DT?

Creo que estoy mejorando. En el comienzo con las inferiores de Vélez fui trabajando más la parte humana, la formadora como jugadores y personas. Creo que me encontró bien en ese momento, y que hoy soy mucho más entrenador.

A los chicos tenés un año entero para enseñarles, no te apuran ni te echan porque perdés un partido. Y ese trabajo que desarrollé durante 7 años seguidos, que fue de logros y de títulos, lo usé muy bien en lo que vino después. Trabajar con juveniles es muy gratificante, porque estás en el día a día de sus progresos. Dirigí a jugadores multicampeones que hoy están en primera.

Después tomé un responsabilidad grande en Godoy Cruz de Mendoza y creo que estaba preparado por todo el trabajo que logré en las inferiores. Hoy estoy en Estudiantes y me siento mucho mejor.

Aasd contó anécdotas y recordó a las personas que marcaron su vida futbolística.

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