Un hombre grabó extrañas voces que interfirieron el dial de su radio

José Luis viaja periódicamente desde San Luis a Villa Mercedes para ver a su pareja. Transita la zona acompañado de programación radiofónica, para disfrutar de la música en el contexto de viaje.

Pero hace un mes atrás, vivió una experiencia que cambió para siempre sus recorridos.

Pasando la localidad de Fraga, su dial sufrió la interferencia de una voz: “A 20, a 20, por aquí, por allá”, dice la misteriosa transmisión, que infiere ser de una niña. Luego se percibe una suerte de trueno.

“La zona genera interferencia por la altura, pero jamás me pasó algo así”, explicó a elchorrillero.com

Luego se escucha una voz gutural, masculina: “…el diablo contó a mi abuela, y así como me lo contó, yo se los cuento…”.

Si bien es probable que haya alguna frecuencia perdida en el espectro radiofónico, no se ha podido constatar que esa sea la explicación. “Espero que alguien me diga que es una broma”, dijo José con tono de súplica.

Antes de publicar el video, les contó su experiencia a sus allegados. Una de esas personas, le recordó que en la zona “hubo accidentes de tránsito” y abundan “las historias de presencias fantasmales”.

También dijeron que antes de llegar a Fraga, por mano derecha, “hay un galpón”. Le aseguraron que “se sienten ruidos inexplicables, como si se arrastraran cadenas en el piso”.

José tuvo miedo. Un escalofrío corrió como una fría gota de agua cada rincón de su espalda, su piel se erizó generando una transpiración incesante, inclusive aseguró que cuando contó por primera vez la anécdota, sus ojos se llenaron de lágrimas y su garganta “sintió un nudo”.

Lo primero que hizo tras grabar los audios, fue forzar el acelerador como escapando a lo inexplicable; pero reflexionó y bajó la velocidad. “Quizá estoy sugestionado”, pensó.

Había prendido luces internas del vehículo, pero ante los reflejos que provoca en las ventanas, prefirió apagarlas.

“Faltaba que por mí sugestión, tuviera un accidente”.

Según comentó “no veía la hora de encontrarse con un auto o llegar al peaje”. Si bien la ruta es muy transitada, en esos momentos no pasaba “nadie”.

Consultando a camioneros amigos, llegó a la conclusión de que su experiencia excede los parámetros de la normalidad. Algunos viajeros le dijeron que la interferencia está, seguramente por una cuestión física, pero nadie sintió algo parecido.

José es técnico químico y su profesión lo ha tornado escéptico. Sin embargo este hecho puso en duda su postura y al llegar a zona urbana sólo pensó: “Gracias Dios”.

La sociedad suele reaccionar con descreimiento ante lo desconocido. Lo esotérico, lo oculto, ha despertado la curiosidad pero siempre con un toque de desconfianza.

Asimismo, esta clase de vivencias producen algunas dudas. En la observación del video tal vez se pueda evacuar la mayoría, pero queda resonando una: ¿Almas en pena, o simple confusión?