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Refugiados se arrepintieron y vuelven a Siria: "Acá aumenta todo y no hay trabajo"

Una de las dos familias que se radicaron en 2016 en Pilar deja Córdoba para volver a su país. Llegaron hace cuatro meses, escapando de la guerra. Este jueves se vuelven: dicen que no se pueden adaptar. En Jesús María otra familia se quiere volver. Hoy varios medios nacionales reflejaron los testimonios de dos familias que prefieren volver a Siria porque no aguantan la inflación.

foto: la voz
"No queremos pedirle plata a nadie", dicen los Barbar. Este jueves saldrá el vuelo que los llevará nuevamente a Alepo.
Actualizada: 09/05/2017 16:28
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“No aguantamos más, nos queremos volver a nuestro país”, dicen en su casa de la ciudad cordobesa de Pilar Taufiq Touma (40) y su esposa, Ani Hadad (29), los sirios que hace cuatro meses huyeron de la guerra en ese país y que ya tienen pasajes para volver.

Este jueves 11 saldrá el vuelo que los llevará nuevamente a Alepo, una ciudad siria destruida por la guerra que estalló en 2011.

En el avión partirán Taufic, Ani y sus dos hijas, Kristel (10) y Mari Flor (13). Dicen que tiene los papeles en orden para poder entrar nuevamente a su país. Y aclaran: “Ya no podremos volver a salir como refugiados. Es sólo una vez”.

Hace cuatro meses llegaron esperanzados a Argentina, escapando de la muerte. “Pensamos que la vida aquí sería más barata y que nuestras hijas tendrían futuro, pero no lo vemos ahora”, dice Taufiq mientras fuma un cigarrillo tras otro.

En este tiempo no consiguieron trabajo. En rigor, no se adaptaron al que le ofrecieron, publicó La Voz de Córdoba.  La noticia fue reflejada además por medios nacionales.

De cualquier manera las posibilidades de trabajar se achican porque Taufiq no puede moverse con naturalidad ni hacer fuerza, ya que una explosión, mientras estaba en Siria, hizo que un televisor se le cayera en la cabeza y lo inmovilizara. Pensaba tratarse de esa dolencia en Argentina, pero no pudo.

Tampoco hablan español, aunque participaban del programa de la Facultad de Lenguas que enseña español a refugiados sirios.

En este contexto la familia subsistió, en parte, gracias a la asistencia de un vecino, que se hizo cargo del alquiler de la casa, de los gastos diarios y les facilitó un auto.

Esta es otra de las razones por las que se van: “No queremos pedirle plata a nadie, la queremos ganar. Mi padre fue la última persona que me dio dinero y no queremos ser una carga en Argentina”, deja claro Taufiq.

También el robo del que fueron víctimas hace un mes contribuyó en la decisión de volver a su país. Entraron a su casa y se llevaron ropa y los DNI argentinos, que luego recuperaron. “Esa noche no pudimos dormir”, cuenta Ani.

Sus hijas, en cambio, ya hablan un poco de español y estaban yendo a una escuela de Pilar que había adaptado su programa de estudios para poder incluirlas. Ellas parecen estar más cómodas acá. Mari Flor corre en la casa, mientras en su celular escucha una canción de Maluma.

En Siria

Ani dice que la situación actual de Alepo es distinta a la de hace cuatro meses, cuando decidieron irse. “Ahora está más tranquilo”. Y explica que el Gobierno recuperó el control de la ciudad, antes en manos de los rebeldes.

Sin embargo, un cura tucumano que los ayudó a salir de Siria les recomendó que no se vuelvan, ya que la situación “está bien jodida”. Aún siguen explotando las bombas que los rebeldes dejaron entre los escombros.

El cura les contó a los Touma que hace unos días murieron 120 personas por la explosión de una de esas bombas.

Pese a ello Taufiq dice, siempre por medio de su traductor, que está ansioso por volver. Que allá abrirá nuevamente su perfumería. “Si no me va bien, puedo trabajar como taxista, aquí no”.

En Siria, explican, es más barato vivir. “Con 10 dólares vivimos una semana. Acá todo aumenta”. Taufiq aclara que la gente los trató “muy bien en Argentina”.

A Pilar, ubicado a 45 kilómetros de Córdoba capital, habían llegado unos meses antes otros sirios, los Barbar, parientes de la familia que ahora decide regresar. Dicen que están tristes por la partida de su familia, aunque los Barbar seguirán en Pilar.

Todos llegaron luego que el municipio local hiciera un ofrecimiento a la ONU para alojar a 50 familias.

También se quieren ir

En Jesús María hay otra familia de refugiados sirios que quiere volver a su país. Se tata de los Obari. Un allegado a la familia que los asiste confirmó a La Voz que se quieren volver y dijo que no tienen los fondos para hacerlo. Los Obari, una familia de cuatro miembros, llegaron a Córdoba a principio de año. En esta ciudad hay otras dos familias sirias.

En 2015 llegaron los primeros refugiados sirios a Córdoba. El cónsul Abdala Saddi asegura que hay 20 sirios en la provincia, algunos radicados en el interior. Faten Yalbuj fue la primera refugiada en Córdoba. Tiene familiares argentinos.

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