La muerte de Lucas Gómez abre una investigación administrativa
La última vez que se vio con vida a Lucas Gómez fue el lunes cuando los agentes del Servicio Penitenciario lo trasladaron hasta Laboratorios Puntanos. Allí le realizaron un análisis de ADN para cotejar sus patrones genéticos con los restos de semen encontrados en el cuerpo sin vida de Florencia Di Marco. Dos días después lo encontraron muerto en la celda que ocupaba en Pampas de las Salinas.
Los resultados de ese análisis iban a ser determinantes en la causa que lo tenía como el principal sospechoso de la muerte de su hijastra; de violarla y de asesinarla.
Cuando la jueza Virginia Palacios lo procesó, el pasado 27 de marzo, se resolvió su inmediato traslado a la cárcel de máxima seguridad que tiene la provincia en La Botija, a 210 kilómetros de la capital puntana. El principal motivo fue siempre resguardar su integridad física, entendiendo que el delito que pesaba sobre él suele ser castigado en el ámbito carcelario.
Fue imputado por “abuso sexual doblemente agravado por la calidad de guardador y por mediar situación de convivencia preexistente, en concurso real con el delito de homicidio criminis causae por mediar alevosía y violencia de género”.
Horas después de conocerse su muerte en el interior de la cárcel, y según confirmó el interventor del Servicio Penitenciario, se abrirá una investigación administrativa en las primeras horas de este jueves para conocer más detalles en torno al suicidio.
“Quiero saber la conducta de los responsables del cuidado de la humanidad de Gómez, en Pampa de las Salinas”, dijo Hugo Scarso.
Lucas Gómez estuvo 45 días preso en un pabellón donde era el único habitante. No estaba en contacto con ningún otro detenido y según se informó al momento de su llegada, allí se encontraba “resguardado y que podría cumplir todos los procesos de su detención”. Y que además de prevenir ataques de otros internos, se habían “tomado todos los resguardos para que no se autolesionara”.
También se dijo en su momento que Gómez recibía la atención psicológica por parte de los dos especialistas del Complejo Penitenciario; quienes en los primeros 8 días de su detención realizaron diferentes test sobre su conducta.
Este miércoles a la tarde, cuando los penitenciarios realizaban el recuento de los detenidos, lo encontraron sin vida. La primera información que recibió Scarso por teléfono fue que el detenido se había colgado en la celda que ocupaba.
La Justicia por su parte, también inició las averiguaciones y dictaminó las tareas de rigor que se realizan por estas horas. El juez Penal Nº 1 Sebastián Cadelago Fillipi viajó a la unidad acompañado por un equipo de criminalística para llevar a cabo las investigaciones necesarias.