El sanatorio Ramos Mejía no firmará el convenio con PAMI

El 5 de mayo la empresa de salud decidió interrumpir el convenio que estipulaba la forma de trabajo con los afiliados de la obra social. “Estamos trabajando sin compromiso de pago, a riesgo de no cobrar”, expresó Bechem.

Desde la clínica aseguran que el acuerdo normativo “posee cláusulas de dificultoso cumplimiento”.

El especialista explicó que se trabajaba a través de prestación. Desde el sanatorio se elevaba lo realizado durante el mes y luego se resolvían los pagos, pero la obra social cambió el convenio “unilateralmente, sin consulta y de una forma improvisada”.

Para argumentar la disconformidad con el acuerdo, ilustró con una situación hipotética: “Es como si uno trabaja limpiando veredas y gana un sueldo de diez mil. Luego viene el patrón y reduce el salario a siete mil, pero además de limpiar veredas hay que ejercer otras tareas y abanicarlo todo el día”.

“Esa es la historia de siempre, pero a pesar de eso seguimos poniéndole el pecho a las balas”, agregó.

Luego aseguró que la mutual “ha tenido deudas en todos los gobiernos”. Recordó que a fines del periodo de Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde, sólo se pudieron rescatar “bonos para el año 2022”. “Desde el Gobierno de Carlos Ménem hasta la actualidad, han sucedido este tipo de cosas, es por eso que hemos llegado al límite”.

Ante esta situación los especialistas “no pueden seguir trabajando” en dichas condiciones, por lo que sólo atienden las urgencias. “En lo que va del mes, hemos efectuado varias cirugías, a pesar de tener el riesgo de no cobrarlas”.

Tras el conflicto se publicaron videos en las redes sociales, que denuncian la atención y la falta de explicaciones al respecto, enfatizando la obstaculización del acceso al libro de quejas.

Bechem expresó al respecto: “A pesar de lo mal que nos tratan en las redes, se están cubriendo las urgencias”.

Además comentó que algunos integrantes de la clínica piensan que el autor del video, es alguien mandado con un motivo especial”, mientras él estima que “lo hacen por ignorancia”. Lo cierto es que las denuncias circulan en internet y los reclamos transitan de boca en boca.

“Creen que somos el Estado, que pueden venir y quejarse como si nada”, manifestó el especialista. “Lamentablemente somos una entidad privada y necesitamos recursos para dar las prestaciones”, agregó.

Según informó, previo al conflicto atendían entre 120 y 150 cirugías mensuales y tenían llenas las 10 camas de terapia intensiva. “Para los que dicen que no hacemos nada, estamos atendiendo a la población de mayor riesgo”, justificó.

El problema que implicará la cancelación del servicio, es que los abuelos no tendrán donde ser atendidos. La única alternativa será el Estado. “Nadie quiere a las personas mayores”, lamentó.

Luego indicó que desde el Gobierno han prometido un hospital para las personas de la tercera edad y exclamó: “Ojala lo hagan. Cuando lo tengan van a darse cuenta de lo que implica atenderlos”.

Finalizó asegurando que desea llegar a una solución y que “hay que encontrarla, no imponerla”.

Mañana a las 10, brindarán una conferencia de prensa para informar más detalles del conflicto.