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“De qué me sirve denunciar si no van a hacer nada”

Una mujer teme por su integridad ya que su expareja, que la desfiguró hace menos de dos meses, continúa violando la restricción de acercamiento y dice que se siente “desprotegida por el Estado”.

Una mujer de Justo Daract denuncia el miedo con el que vive día a día, porque su expareja, que tiene orden de restricción no la cumple.
Actualizada: 01/06/2017 08:38
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Cada vez que María Concepción Guerrero observa la presencia del padre de sus hijas, Marcelo Darío Aguilar, rondando cerca de su casa en un barrio de Justo Daract, siente que su integridad física y psicológica se pone en juego y reclamó: “Hasta que no me mate, la Justicia no tomará cartas en el asunto”.

El último episodio ocurrió hace 10 días cuando estaba guardando el auto y advirtió la presencia de Aguilar por lo que repitió el plan de autoprotección: “Cada vez que lo veo cierro todas las puertas de la casa, activo el botón antipánico y llamo a la Policía”.

A los pocos días, el denunciado volvió a pasar a escasos metros de la mujer, esta vez fue en la escuela donde trabaja como ordenanza.

El 9 de abril, María Concepción Guerrero denunció a su expareja de haberla golpeado y de infringir una orden de restricción.

“Él pasa observando y se detiene a mirarme, y aunque no hace nada, me genera mucho miedo e impotencia”, denunció la mujer.

El 9 de abril de este año, Guerrero sufrió un brutal ataque, que tomó estado público a través de las redes sociales y los medios. A raíz de las lesiones se dispuso la detención, durante algunos días, y el procesamiento de su exmarido.

Guerrero y Aguilar hace más de un año y medio decidieron divorciarse, cuando ella dijo basta a las palizas.

“Para actuar debemos encontrar al agresor infraganti”, es la explicación que recibió de los policías. Otra de las indicaciones que le dieron los agentes es que “saque fotos cuando sufra algún ataque”.

El hermano de la víctima, Ramón Guerrero, dijo que Aguilar “tiene fuertes vínculos con la Policía y lo protegen constantemente”.

También denunció que los maltratos se extienden hacia el resto de la familia que se ve expuesta a insultos en las calles del pueblo.

El juez Contravencional y Correccional de Villa Mercedes, Santiago Ortiz, en comunicación con este medio informó que “el procesamiento está firme y resta que la causa se eleve al juzgado de Sentencia”.

Los delitos que pesan sobre el hombre son desobediencia, por incumplir la restricción de acercamiento, y lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género.

La familia se siente hostigada permanentemente y Ramón Guerrero expuso que “no quiero el peor final para María Concepción, como los que se ven en los medios de comunicación todos los días”.

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