Se cumple un mes de la huelga de hambre de Diego Lorenzetti
El intendente de La Calera, hoy suspendido del cargo, imputado en la causa por el crimen de su esposa Romina Aguilar, mantiene la medida “por la investigación irregular a la que se encuentra sometido”.
Su asesor letrado, Carlos Salomón, informó que Lorenzetti “presenta una importante pérdida de peso, tiene mareos y vómitos” por lo que ayer fue trasladado al Policlínico Regional San Luis. Mañana se cumple 30 días del inicio de la huelga de hambre.
Este martes estaba previsto que continuaran las declaraciones testimoniales pero fueron suspendidas ya que no se lo condujo al otro imputado de la causa, Leandro El “Bocón” Vilchez desde el Servicio Penitenciario al juzgado, como lo había dispuesto el juez en lo Penal Nº 1, Sebastián Cadelago Filippi.
Salomón señaló que de esa forma se genera “una importante demora en la tramitación de la causa” y puntualizó que “la Penitenciaría no cumple con las órdenes del juzgado”.
Qué dijo el hijo de Romina Aguilar y Diego Lorenzetti
El joven, de 17 años, declaró el jueves 1º de junio. Dijo que la relación de sus padres “últimamente era muy buena y que se llevaban excelente”, a tal punto que “buscaban un segundo hijo y planeaban irse de vacaciones”.
Ante la consulta sobre si Lorenzetti había golpeado a su esposa, el chico respondió que “nunca” y que el único ambiente de preocupación que se vivía en el hogar se produjo por las amenazas que recibió su padre luego de que ganara las elecciones por la intendencia de La Calera. “Habían muchas amenazas de parte de los Leyes hacia mi papá”, dijo.
Continuó con su relato, y explicó que “mi mamá estaba obsesionada con saber si Alberto Leyes era el padre, pero le decían que no hiciera nada porque eran gente peligrosa. Incluso yo recibí amenazas de parte de los hijos cuando me cruzaban”.
Declaró que Aguilar mantenía una relación de amistad con una de las hijas de Leyes, Ivana. Indicó “que se llevaban muy bien”, incluso remarcó que visitaba su hogar y “le decía cuñado a mi papá y a mí me sorprendía que le dijera de esa manera”.
Además, respondió que la obsesión por su madre de saber qué Leyes era su padre la percibió cuando “le preguntaba a mi abuela y la duda empezó a ser mayor cuando lvana le decía cuñado a mi papá”.
Afirmó que Aguilar, comenzó a tenerle miedo a Leyes “después de que mi papá recibiera las amenazas”.
Al finalizar, se le consultó sobre las intimidaciones que recibió el joven y dijo: “Los hijos me decían que me iban a hacer cagar, que eran Rodrigo Leyes y otros con los que andaba pero no los recuerdo. Me decían cosas cuando me cruzaban. A mi papá y a mi mamá les dije que eran sólo amenazas”.