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“Ser papá es como si te dieran la llave del mundo”

Hace 12 años, lo único que quería Diego Figueroa era ser padre, y ese era el sueño más grande. Con su pareja buscaron mucho tiempo, lloraron y sufrieron, pero nunca renunciaron. Una fertilización asistida les cambió la vida. Ahora que las trillizas tienen 9 años sigue pensando que ser papá es un oficio que se aprende día a día.

Diego y sus trillizas, el mejor regalo, su vida entera.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 18/06/2017 11:08

Diego es padre de trillizas, Sofía, Fernanda y Natalia; unas niñas hermosas que son la luz de sus ojos, que son su vida entera; que un día entraron a su departamento, ocuparon todo y lo dejaron “en un costado para prender y apagar la luz”.

En una charla con elchorrillero.com, contó que siempre sintió los deseos de ser padre, tal vez desde cuando tenía 12 años. No sabía que en cierto momento de la vida ese sueño de la paternidad podría ser tan difícil, pero aun así siempre creyó que de alguna manera lo iba a conseguir.

Las nenas tienen 9 años y llegaron al mundo gracias a un tratamiento de fertilización asistida.

La fertilización se logró y fue el mejor regalo de sus vidas, la de él y la de su mujer. Pero hasta que la noticia de la paternidad llegó, la pareja transitó un camino largo y difícil del que afortunadamente ambos salieron fortalecidos.

Por lo menos hace unos 12 años, Diego comenzó a peregrinar con su mujer, Yanina Alba, por los especialistas en reproducción, de San Luis y de Buenos Aires, buscando respuestas y tratando de entender por qué no llegaban esos hijos que tanto deseaban; esos que soñaban hasta con los ojos abiertos.

En esa época no había una ley que cubriera tratamientos ni estudios, por eso, como otros tantos, tuvieron que gastar mucho dinero. “Un día nos decidimos y vendimos todo”, recordó Diego.

Gracias a esos avances científicos, las nenas llegaron al mundo y todavía no sabe cómo explicar lo que eso significó.

Aseguró que criar a las nenas fue “hermoso” y lo resaltó “con la mano en el corazón”. Las trillizas se criaron rápido, eso es lo que cree, y hoy ya tienen una rutina muy activa, donde la educación y los valores son el eje de los consejos que resalta el padre.

En la previa del Día del Padre, Diego representa las sensaciones de muchos otros hombres que hoy se sentirán homenajeados y que tendrán además alguien a quien recordar y agradecer. Él agradeció a su padre y se emocionó.

A continuación, las reflexiones de un padre que todos los días aprende algo nuevo y tiene en su casa “el regalo más grande” que le pudo haber dado la vida.

“Cuando te dicen que vas a ser papá, la vida te cambia tanto que es como si te dieran la llave del mundo, yo sentí eso. Una gran responsabilidad más allá de la denominación, es un mundo nuevo en el que creces cada día y te vas haciendo papá”.

“Es como ese oficio al que le pones tantas ganas; te sentís que estás aprendiendo todos los días, es lo más lindo, es indescriptible. Antes de la fertilización buscamos adoptar, porque siempre estuvo en nuestros planes ser padres, de alguna forma íbamos a lograrlo. Siempre me sentí preparado”.

“Ser papá era mi sueño, desde que tenía 10 o 12 años. Creo que es una manera hermosa de crecer cada día al lado de un mundo nuevo que te pertenece, pero que un día no te va a permanecer más y el lazo que va a quedar es el amor, lo que vos les enseñaste a tus hijos”.

Diego y Yanina lograron el sueño de la paternidad y ahora disfrutan en familia.

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