Panacea dijo adiós y cerró el templo del rock puntano
El bar, que supo ser el epicentro de la escena under local, tuvo su gran despedida con una de las bandas más convocantes del momento, La Yugular, que hizo saltar a los más de 500 espectadores con las canciones de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Eran alrededor de las 4:30 y todavía se encontraban decenas de personas, sobre la avenida España, entre Maipú y Colón, intentando escuchar el último show de Panacea.
El local, que imita una cueva gigante, estaba repletó de almas, que atravesaban varias generaciones, embargadas por la emoción de saberse partícipes de una noche única.
Minutos antes de la medianoche, largó Nafta de Avión, la banda invitada, que se encargó de ir calentando el ambiente, antes de la llegada de La Yugular que se subió al escenario cerca de las 2.
La gente, en comunidad, brindaba entre sí, como si todos fuesen amigos y recordaban diferentes anécdotas que dejó el paso de la Ex Cueva del Chancho en la memoria colectiva de los puntanos.
Entre llantos una de las espectadoras resumió lo que tal vez muchos pensaban cuando expresó que “no es solo un bar que se cierra, es parte de la historia de mucha gente, de gente no convencional”.
Pero el momento más emotivo se produjo con "Jijiji", la épica canción de Carlos “el Indio” Solari que fue el cierre definitivo de Panacea, con los fanáticos “pogueando” descontroladamente y los dueños, saltando junto a los músicos en el escenario principal.
El fin de la noche se fue palpitando, alrededor de las 7:30, cuando se escuchó por última vez a The Doors, con el oportuno "The End".