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Donald Trump secunda al Papa y apoya la causa del bebé Charlie Gard

Los padres del pequeño enfermo quieren mantenerlo con vida pese a la decisión de la Justicia británica de darle una muerte digna.

El pequeño sufre un severo síndrome infantil.
Actualizada: 03/07/2017 16:21
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El presidente de EE.UU, Donald Trump, ha seguido los pasos del Papa en la defensa de la causa de los padres del bebé británico Charlie Gard, afectado de una enfermedad genética rara y mortal, que quieren mantenerlo con vida pese a la decisión de la Justicia británica de darle una muerte digna.

A pesar de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos respaldó la decisión de la Justicia británica de dar una muerte digna al bebé de 10 meses afectado por una “enfermedad genética rara y mortal”, y rechazó así el recurso de los padres.

El papa Francisco pidió a través de su portavoz que se permita a los padres, Christopher y Constance Gard, “acompañarle y tratarle hasta el final”, este lunes el propio Trump ha usado su red social favorita para darles apoyo. Si podemos ayudar algo a #CharlieGard, como nuestros amigos en Reino Unido y el Papa, estaríamos encantados de hacerlo”, tuiteó el presidente Donald Trump.

“El Santo Padre sigue con afecto y emoción el asunto del pequeño Charlie Gard y manifiesta su cercanía a sus padres”, dijo el domingo el portavoz del Vaticano Greg Burke en un comunicado. ”Reza por ellos, esperando que no se olvide su deseo de acompañar y tratar hasta el final a su bebé”, agregó el portavoz.

El pasado 28 de junio el Tribunal Europeo de Derechos Humanos  respaldó la decisión de la Justicia británica de dar una muerte digna al bebé de diez meses afectado por una “enfermedad genética rara y mortal”, y rechazó así el recurso de los padres. Su dictamen especifica que, en términos médicos, el pequeño sufre un “severo síndrome infantil de encefalopatía mitocondrial”, que causa mutaciones en el gen RRM2B y le “priva de la energía necesaria para vivir”.

Los padres recurrieron a la Corte europea cuando los tribunales británicos autorizaron que Charlie fuera privado de la respiración artificial, al considerar que el país había vulnerado su derecho a la vida, al oponerse el Great Ormond Street Hospital de Londres, a un tratamiento experimental en Estados Unidos.

La Corte de Estrasburgo dio la razón a la Justicia británica

Los padres se habían quejado de que las decisiones de las instancias nacionales habían supuesto “una injerencia injusta y desproporcionada en sus derechos parentales y sin justificación alguna”. Sin embargo, la Corte de Estrasburgo avaló la conclusión de la Justicia británica, basada en “evaluaciones de expertos detalladas y de alta calidad” que consideraban “muy probable que Charlie estaría expuesto a dolores y sufrimientos continuos”.

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