“Desde la escuela habíamos informado a la Justicia”
La directora de la Escuela Nº 313 “Rosario Mercedes Simón” brindó su testimonio en el juicio, por el caso del niño encadenado por sus padres. Durante su intervención, enunció las evidencias que le infirieron el tormento que atravesó el pequeño.
Este miércoles inició el juicio por el caso del niño que fue hallado encadenado, amordazado y con notables signos de maltrato; en su domicilio de la calle Belgrano de la ciudad de San Luis.
La Cámara Penal Nº 2, tomó declaraciones de distintas personas para llegar a una resolución, y durante la tarde, escucharon las palabras de las autoridades de la institución educativa a la que asistía el menor.
La directora de la Escuela Nº 313 “Rosario Mercedes Simón”, María Alejandra Werchracki y la vicedirectora, Sebastiana Palacios; dieron su testimonio.
Lo primordial de sus afirmaciones radicó en el contexto de violencia por el que transitó el niño. “Presentaba ciertos comportamientos y hubo una serie de lesiones que indicaron su problema”, coincidieron en sus intervenciones las colegas.
Describieron que el detonante que las movilizó a presentar un "comunicado de situación" a la Justicia, fue que un día “asistió a la escuela con una preponderante herida en su rostro”.
Luego de que la maestra del pequeño las informara sobre los hechos, promovieron una serie de consultas. Llamaron al alumno y comenzaron a interrogarlo, respecto al origen de sus lastimaduras.
-¿Cómo te hiciste eso?, preguntó Werchracki.
-¿Me pegué con una rama?, expresó el menor.
Para la docente, su respuesta denotaba una contundente falsedad, no era lógica la posibilidad de que tal elemento provocara ese daño; por lo que prosiguió con las preguntas.
-¿Estás seguro?, una rama no puede hacerte eso.
– Me pegó mi compañero, indicó tras el cuestionamiento.
Asimismo la mujer sospechaba de la veracidad del relato, por lo que resaltó:
-¿Es un compañero grande? Porque un chico de tu edad no puede tener la suficiente fuerza para herirte así.
Ante la evidente situación, el niño aseguró:
-Me pegó mi papá con una cadena.
Inmediatamente decidieron redactar un comunicado, en el que detallaron cada aspecto trascendente y lo presentaron en la Justicia.
“Lo rechazaron por un problema en el número de expediente”, manifestó la directora y resaltó: “Luego de corregirlo, volvimos a enviarlo y adjuntamos una nota en la que responsabilizábamos a los correspondientes receptores del informe, si llegaba a pasar algo en medio de las circunstancias burocráticas”.
Por su parte, Palacios describió las características personales del menor, en el entorno escolar. Según consignó, “buscaba comida en la basura y le sustraía las tortitas a sus compañeros”.
Tras observar estos indicadores, se notificó a su madre. “Lo que pasa es que tiene celiaquía”, explicó la tutora. “En casa le tenemos que esconder la comida para que no le haga mal”, agregó.
Sin embargo con el correr de los días, se acercó para informar a las docentes que “se había curado”. Palacios y Werchracki tomaron nota de ello focalizando que la celiaquía es una condición irreversible y que “jamás presentaron certificados médicos”.
Las maestras describieron a la víctima como un alumno con notables signos de violencia, pero desestimaron que tuviera hiperquinesia. “Si fuera así, presentaría déficit de atención, y en él eso no sucede”, explicaron.
Posteriormente a la presentación de dichos datos en la Justicia, la madre del menor se acercó a la institución mostrando su malestar y exclamó: “Esto no va a quedar así”.
Werchracki y Palacios aportaron un dato llamativo, relacionado a los hermanos del menor. Recordaron que los días de sus asunciones como directivos educativos, se acercó una persona detallando que "era el nuevo tutor" de unos alumnos del establecimiento, ya que “las autoridades habían descubierto malos tratos por parte de sus padres”.
“Los castigaban privándolos de comida”, explicó el hombre, abuelo de los niños. Con el correr del tiempo y las averiguaciones, concluyeron en el parentesco de él con el pequeño encadenado, dado que dichos alumnos, son sus hermanos. “No lo percibimos en el momento por una cuestión de apellidos”, justificaron las docentes.
En horas de la tarde, el debate llegó a un cuarto intermedio. Se procedió a los protocolos correspondientes y luego finalizó la jornada. El juicio se retomaría después de la feria judicial, según informaron fuentes extraoficiales.
Hasta el momento, los padres del chico están imputados por abandono de persona y privación ilegítima de libertad. Seguirán en las celdas del Servicio Penitenciario de la ciudad de San Luis, a la espera de la resolución de la Justicia.