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El sexo con robots puede ayudar pero los riesgos generan polémica

El sexo con robots puede generar "una revolución" al ayudar a personas con dificultades para tener relaciones íntimas. Sin embargo, hay polémica por los riesgos que ello implica.

Actualmente, robots sexuales que parecen seres humanos ya pueden ser comprados o alquilados para fiestas en Estados Unidos .
Actualizada: 08/07/2017 13:11
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Los robots sexuales pueden proporcionar un valioso servicio a las personas mayores, discapacitadas o que encuentran relaciones sexuales traumáticas, pero también llevan riesgos éticos, advirtió un estudio de la Fundación de la Responsabilidad Robótica (FRR).

El estudio, realizado por la fundación con sede en el Reino Unido, tuvo como objetivo presentar un sumario de las diversas opiniones sobre la interacción íntima entre humanos y artefactos tecnológicos, publicó Télam.

Uno de los problemas encarados en el trabajo tiene que ver con la percepción pública del sexo con robots, en tanto que una gran parte de las personas no está muy informada sobre la actualidad de estas máquinas en general.

Actualmente, robots sexuales que parecen seres humanos ya pueden ser comprados o alquilados para fiestas en Estados Unidos y hay planes de abrir un café de "cyborgs eróticos" en Paddington, Londres.

Los autores del informe de la FRR creen que los robots podrían provocar una "revolución" en el sexo, ayudando a personas que de otro modo tendrían dificultades para tener relaciones íntimas.

Pero también plantean la preocupación de que los robots sexuales podrían extender la noción de las mujeres como un simple objeto y alterar las percepciones del consentimiento necesario para el sexo.

Aimee van Wynsberghe, profesor asistente de ética y tecnología de la Universidad Técnica de Delft y codirector de FRR, dijo: "Si hablamos de individuos que no sólo están discapacitados sino que han sido traumatizados, de alguna manera esto podría ser un beneficio Instrumento, si lo desea, para ayudarles en su proceso de curación".

También plantean la preocupación de que los robots sexuales podrían extender la noción de las mujeres como un simple objeto.

"La tecnología da algunos beneficios, pero como en todo, debe haber un equilibrio, entre la falta de regulación de la personificación de mujeres y niños como objetos sexuales y una sobre regulación de la tecnología, para finalmente aprovechar lo bueno", razonó Wynsberghe.

Entre las personas que podrían beneficiarse de la interacción con los robots sexuales figuran los adultos mayores en hogares, personas de ambos sexos que han tenido una experiencia sexual traumática y hombres que sufren de disfunción eréctil o la eyaculación precoz.

El coautor del informe, Noel Sharkey, profesor de inteligencia artificial y robótica en la Universidad de Sheffield, dijo que la popularidad de los robots será determinada en última instancia por su realismo y su aceptación social.

Por ahora, los robots disponibles se parecen a los seres humanos, pero sus movimientos y su habla deben ser perfeccionados, dijo Sharkey.

Hay cuatro fabricantes de robots sexuales, que los venden a un precio de entre 5.000 y 15.000 dólares, pero la intención es hacerlos más accesibles.

Entre los disponibles figura el "RoxxxyGold", que despertó polémica porque incluye una opción "frígida" en la que su personalidad se describe como "reservada y tímido", lo que llevó a especular sobre la promoción de fantasías de violación.

Sharkey explicó que hay quienes prefieren que los violadores ataquen a robots antes que a personas reales, pero también que muchos temen que eso sólo anime todavía más a los agresores.

También hay temores, dice The Guardian, de que se creen robots sexuales infantiles, así como ya hay muñecas sexuales para niños hechas por una compañía japonesa propiedad de un pedófilo confeso, que asegura que ayudan a personas como él a abusar de niños reales.

Sin embargo, Sharkey es escéptico respecto de ese argumento y sugiere que es más probable que terminen por "alentar la pedofilia y hacer aceptable el asalto a los niños".

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