Mario Pérez: "La puntanidad es el cielo que abarca a toda la provincia, con todo lo que hay adentro”

Mario Pérez es el hombre de los bigotes eternos y el de la vestimenta con colores vivos, que baila, que canta música cuyana, que cuenta chistes y que recorre la provincia en su moto, su mayor pasión. Dice orgulloso que es “nacido y criado en San Luis”. Dueño de una personalidad que no lo deja pasar desapercibido.

Fue protagonista de uno de los programas radiales con más audiencia en la historia de la radiofonía de San Luis, sin lugar a dudas. “Despertando” instaló una cortina musical que reflejaba el sentido de ese ciclo de Radio Dimensión y la característica de quienes lo conducían: alegría, baile y risas incontenibles. Desde ese entonces alcanzó una popularidad que nunca más perdió.

A lo largo de su trayectoria asumió el compromiso de defender lo “nuestro”, de resaltar lo autóctono; la música local y las expresiones artísticas. Hoy no está en la pantalla (donde por muchos años condujo “Buen Día San Luis”, la versión televisiva del “Despertando”) pero sigue ligado al oficio y a los medios; como así también a los festivales provinciales.

Trabaja en la radio municipal de El Trapiche y sigue recorriendo la provincia, entrevistando gente y descubriendo las historias del interior que nadie conoce para un ciclo de TV que no tiene fecha de salida al aire.

-Periodista, conductor y locutor, ¿en cuál de los tres roles te sentís más cómodo?

Tengo un título por el cual me he preparado y estudiado, el de periodista.

Me hice locutor cuando vino el crecimiento de las radios, y fue un desafío muy bonito cuando mi primer trabajo fue en Radio Dimensión.

El de conductor/animador me parece una cosa natural. De las tres es la única que no se estudia y sale porque sos así.

-El “Despertando” de Radio Dimensión y “Buen Día San Luis” de Canal 13 son los ciclos que te han marcado, si tuvieras que elegir uno ¿Cuál sería?

Es difícil porque es como si te preguntaran cuál de tus dos hijos querés más. El “Despertando” de Radio Dimensión hizo que la gente me conozca más y sea mi trampolín; fue un fenómeno radial, creo que no se pudo igualar en el tiempo. Ese momento de la radio con el equipazo que tenía creo que no se logró en otro lado. Fueron casi 16 años de un clásico que empezó de 8 a 10; después de 7 a 10; de 6 a 10 y de 6 a 12. Una cosa de locos.

Y el “Buen Día San Luis” fue una casualidad, fue en el momento en el que Canal 13 tenía una programación a las 11 con dibujos animados. Cuando asumió la gobernación Alicia Lemme en lugar de Adolfo Rodríguez Saá, que había sido elegido presidente, puso a Héctor Suarez como director. Allí Héctor me pidió darle una mano con la programación de la mañana, y yo le dije que teníamos que cambiar el formato. Me tiró cuatro o cinco ideas. Yo dije, esto es el “Despertando” pero en la tele.
En ese entonces bailaba, hacía alguna que otra payasada, la idea era cambiarle la mañana a la gente.

–¿Cómo es tu presente en los medios?

Ahora estoy en Radio Municipal de El Trapiche, FM 95.5. Una cosa hermosísima porque es como estar laburando en vacaciones, es muy raro.

En Canal 13 estoy haciendo una serie de documentales que se llaman “El Legado”. Un poco puesto por el eslogan del programa del gobernador Alberto Rodríguez Saá de saltar de la periferia hacia adentro.

-Que Mario Pérez no esté haciendo ni radio, ni televisión en la Capital es noticia, ¿vos cómo lo tomás?

Cuando comencé este año en la radio los colegas me llamaron solidarizándose y para saber qué había pasado. Uno trabaja, primero según la propuesta, segundo si aceptan tu estilo, tercero de acuerdo a la línea editorial que tiene el medio y cuarto, por la plata.

-¿Cómo es tu relación con el público?

Extraordinaria, bárbara, la retroalimento constantemente. La serie de documentales de “El Legado” me permite entrar en el interior del interior. Es un recargarse las pilas. Me meto tan adentro que cuando me saluda la gente me dice “por fin lo conozco en persona, 15 años viéndolo”; porque es una persona en medio de la sierra que solo va al pueblo a comprar unas cosas y nada más.

Soy nacido y criado en San Luis. Voy a cumplir 35 o 36 años en Canal 13.

-En tus programas a lo largo del tiempo le has otorgado un espacio especial a nuestra cultura, nuestras raíces… ¿Por qué tomaste ese compromiso?

Porque el artista nuestro siempre se ha quejado de la falta de difusión y es cierto, porque hay cosas que no se conocen. ¿Y la culpa de quién es? Nuestra, la de los comunicadores, si no lo comunicamos no se conocen.

Las personitas excepcionales me pueden, me matan e intento dar una mano para decir acá está, existe, es nuestro, hay que quererlo; que tiene esta condición de vida y es extraordinario.

-¿Qué es la puntanidad para vos?

El tema es así: puntanidad y puntanismo. En el último año del ciclo del Buen Día San Luis convoqué a un montón de figuras para que me dijeran eso: Patricia Funes, Cholita Carreras, deportistas.

Para mí la puntanidad es el cielo que abarca toda la provincia, con todo lo que hay adentro, con todo su folclore. Por qué en tu Quines querido se habla más golpeadito o por qué en Arizona se habla medio aporteñado; por qué en Justo Darac se habla medio cordobés, por qué el chivo en Quines se hace a las brasas y por qué en el sur se hace a las llamas. Bueno todo eso es puntanidad.

Puntanismo es la huella digital de nosotros. Si yo te pregunto ¿qué es ser puntano? seguro que tenemos definiciones parecidas pero no van a ser iguales.

-Te sentís parte de la puntanidad?

Si, totalmente. Me desespero por trabajar y seguir dando testimonio de por qué me siento puntano. Es muy raro que me vean fuera de la provincia, con mis amigos salimos a andar en moto, que es una de mis pasiones, y ¿A dónde vamos a ir? A andar en la provincia. Si me dicen de ir un encuentro en General Alvear o ir a comer un chivito con chanfaina en el Murallón del dique la Huertita, voy al dique sin dudarlo.

-¿Se politizó la puntanidad?

En algunos aspectos sí lo relacionan. Lo marcan para decir fulano es mendocino, mengano cordobés. Habría que preguntarles a los políticos, pero la provincia siempre fue un lugar de buenos pagos, de buenos amigos y de puertas abiertas, siempre hubo gente de afuera. Es probable que se use políticamente.

-A lo largo de tu carrera nunca te identificaste con un partido político y vos siempre lo remarcás, ¿es una decisión personal, crees que los periodistas no debemos identificarnos con ningún gobierno?

Yo tengo una formación distinta a los chicos de ahora, mi tecnicatura de periodismo data del año 75 al 80, cuando acá había 2 diarios, una radio, un canal de tv y un canal de circuito cerrado. Entonces lo mío era el periodismo escrito, la gráfica.

Mi primer trabajo fue en El Diario de San Luis (hoy El Diario de la Republica), cuando se hacía en plomo, y la formación que nos daban en la escuela Normal de Mendoza, era que el periodista debía ser una cosa parecida al árbitro de fútbol. No tenía que ser hincha de ningún equipo, sino no podía impartir justicia.

Recuerdo a una gran figura, a Don Adolfo Calles, dueño del Diario Los Andes, que siempre remarcaba y nos decía que cuando nos inclinemos por la actividad política, colguemos el traje de periodista en el ropero.
Me siento muy cómodo, porque yo nunca tuve problemas con nadie, he tenido invitados picantes que me podrían haber comprometido, pero a mí me gusta trabajar en vivo. Tampoco he tenido problemas con mi patrón.

-¿Participarías en política?

Me gustaría participar en un proyecto político, donde yo pueda ayudar. Con mi trabajo un poco lo hago.
Una vez algún legislador o funcionario, se ofendió porque hice una crítica, luego le aclaré que yo lo estaba ayudando, porque la gente que lo rodeaba no le decía las cosas. Al andar por todos lados yo le traía inquietudes de la gente.

¿Pero no te pondrías el traje de funcionario?

Tuve muchísimas propuestas. Una vez me ofrecieron, y me ofrecí como colaborador ad honorem, para poder ver qué solución se puede dar.

-¿Y candidato?
No, menos. Eso lo dejo a los chicos más jóvenes.

-¿No pensás que tenés algo para dar?

Me parece que yo hago muchísimo con mi trabajo. Con mis trabajos de la mañana hice mucho, realicé cosas increíbles, por ejemplo “Jugate con tu pueblo” que era una diversión, una cosa de locos y le dimos alegría a la gente. Un programa bien puntano, con regalos y premios. Y era solidario cien por ciento, me siento más útil así.

-¿Extrañás “Buen día San Luis”?

Sí, pero desde el primer día sabía que no era dueño de la mañana ni del espacio. Aprendí que cuando decían que si no está tal o cual el medio se viene abajo, es mentira.

Es categórico, es un cincuenta y cincuenta, el medio aporta el cincuenta por ciento y la persona que trabaja aporta la otra mitad para que algo sea exitoso. Pero sí lo extraño, también levantarme a las cuatro de la mañana.

-¿Sentiste en algún momento que los medios te maltrataron o afectaron tu prestigio y tu carrera?

No. Alguna vez quizás, recibí un trato descomedido de algún funcionario de turno, pero nada más. Nosotros hemos sido compañeros de trabajo en Canal 13, cuando cumplías funciones directivas, y yo jamás saqué tarjeta por haber trabajado 30 años. Soy un laburante más y siempre fui respetuoso con los directores, así como de los gobernantes, como corresponde. Nunca cometí errores groseros, ni usé mi profesión para defender a alguien.

-¿Cuál ha sido la fórmula para llegar hasta acá?

Pasión por el trabajo, mucha responsabilidad: puedo estar muriendo y no voy a faltar. Cuando “Buen día San Luis” cumplió 13 años, yo tenía 5 faltas: 2 fueron por duelo.

Llegué hasta acá en mi carrera porque abrazo con amor lo que hago, puedo trabajar en la radio en El Trapiche, en San Luis, en el norte o en el sur y voy a tener la misma fuerza. Elegí ese trabajo, porque me convino la paga o las condiciones de trabajo, y estoy cómodo.

A esta altura del partido yo no me desespero por estar en un programa en vivo en la pantalla. A mí me conoce todo el mundo, estuve quince años en la tele. Pero tampoco me considero una figura ni nada, soy una cara conocida gracias a mi querido Canal 13. No me agrando, trato de mantener mi condición de humildad, como ha sido mi familia, como somos todos.

Producción periodística: Catalina Ysaguirre, Video: Víctor Albornoz, Edición: Nicolás Miano, Fotografía: Marcos Verdullo; Diseño Gráfico: Alejandro Navarro.