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La guerra que el Reino Unido perdió en Malvinas

Por Agustina Bordigoni.
Documentos desclasificados por el Ministerio de Defensa británico dan cuenta de una guerra psicológica librada contra los soldados enemigos en Malvinas. Panfletos que apelaban a socavar la moral de la tropa argentina forman parte del informe que se pudo conocer hace unos días.

Foto: Infobae
La idea principal que intentó transmitirse fue la de aislamiento. Y no hubo rodeos para decirlo "Están ustedes completamente solos" rezaba uno de los mensajes.
Actualizada: 09/08/2017 18:01
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La estrategia no es nueva en una guerra, y se corresponde con lo que normalmente conocemos como propaganda: la difusión deliberada de mensajes destinados a influir o modificar el comportamiento de sus destinatarios.

En tiempos de conflictos bélicos, claro está, el objetivo de la propaganda es generar confusión y resquebrajar la moral del enemigo.

Eso fue lo que el gobierno británico intentó hacer no sólo con la ya conocida Radio del Atlántico Sur, sino además con una serie de panfletos titulados "¡Islas de condenados!".

Casi siguiendo al pie de la letra su definición, los británicos aplicaron uno a uno todos los principios de una buena propaganda: el mensaje fue simple, basado en una o dos ideas principales, utilizó adjetivos fuertes y apeló, como no podía ser de otra manera, a las emociones de los destinatarios.

La idea principal que intentó transmitirse fue la de aislamiento. Y no hubo rodeos para decirlo "Están ustedes completamente solos" rezaba uno de los mensajes.

Los adjetivos fuertes tampoco faltaron, no solamente cuando se referían a los soldados y a su "calamitosa" situación, sino también al referirse al gobierno argentino: "Los responsables son los egoístas que se han nombrado a sí mismos como dirigentes de la Argentina…"

Ni hablar, por supuesto, del título de los folletos. Las ideas de las "islas de condenados" y la de un inevitable fracaso intentaban convencer a los soldados argentinos de entregarse a las fuerzas de sus oponentes. Ya tenían todo planeado: uno de los panfletos indicaba incluso cómo debían rendirse y prometía a quienes se entregaran su repatriación.

Las emociones fueron también arma de ataque contra las tropas argentinas: "Sus familias viven con el tremendo terror de que nunca los volverán a ver", afirmaba uno de los mensajes.

En ese caso, y como podía esperarse, la estrategia fue más despiadada: en la radio del Atlántico Sur solían escucharse falsos mensajes enviados por las madres de los soldados argentinos.

Sin embargo, y a pesar de seguir al pie de la letra la teoría, el Reino Unido falló en su puesta en práctica. Según el propio informe del Grupo Especial de Proyecto destinado a llevar a cabo esta guerra psicológica, de nada sirvieron los mensajes simples, claros, duros y a la vez emotivos, ya que nunca llegaron a sus destinatarios.

Pocos de estos panfletos terminaron en manos de los soldados argentinos.

Las "Islas de condenados" fueron, como su nombre lo indica, la condena al fracaso de una estrategia mal ejecutada.  Y la condena al fracaso de una guerra, tal vez la única que el Reino Unido perdió en las islas del Atlántico Sur.

La autora del artículo es licenciada en Relaciones Internacionales – Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. http://lagranaldea.blogspot.es/Facebook: Aldea Global.

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