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Entre el divino misterio y la fe: la Virgen de la Cobrera celebró 23 años de su aparición

Personas de distintos puntos del país, se congregaron para orar en la festividad católica que enaltece la fe de los puntanos.

Gentileza Juan Rigau
Pedidos de salud, súplicas de paz, deseos personales, son sólo algunas de las necesidades volcadas en oraciones que resonaron en el viento.
Actualizada: 03/09/2017 10:11
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Desde muy temprano comenzaron a llegar los devotos, al predio que se ubica en camino a Paso del Rey. Si bien no hay un número exacto, se estima que miles de feligreses rindieron homenaje a la imagen sagrada.

El culto que se convirtió en tradición sanluiseña, tuvo origen el 3 de septiembre de 1994 cuando Miguel Ángel Escudero, un exjefe de la Policía oriundo de Quines, experimentó una serie de presencias y mensajes marianos, en su domicilio de la calle Caseros de la ciudad de San Luis.

Tras distintos petitorios y misiones celestiales, Escudero construyó una imagen en la que traspuso la visual que jamás olvidará, y la transportó al predio ubicado en camino a Paso del Rey, constituyendo la orden divina.

La festividad comenzó durante las primeras horas de la mañana con las dulces melodías de los jóvenes del Ministerio de Música del padre Aníbal Sosa, quienes brindaron su actuación hasta las 19, cuando la jornada concluyó.

Homenajear a la Virgen María en cualquiera de sus advocaciones, implica un halo de milagros que sólo aquellos que abren su corazón a la fe pueden presenciar.

Pedidos de salud, súplicas de paz, deseos personales, son sólo algunas de las necesidades volcadas en oraciones que resonaron en el viento.

En la jornada no solo se celebraron los 23 años de la aparición de la Virgen, sino también los 7 años de la entronización de la imagen.

A las 15:30 el tráfico vehicular de la Ruta 39 fue interrumpido para que los devotos rezaran la procesión durante el recorrido de 600 metros.

Con rosarios que entrelazaron las cavidades de las manos y las almas, miles de presentes imploraron con los ojos en el cielo, la alegría de la revelación.

Media hora más tarde, las cuentas que simbolizan los misterios de meditación, fueron oficiadas por el padre Ignacio Daminato. Luego de las oraciones, tuvo lugar la bendición de los rosarios e imágenes sagradas.

Feligreses de Quines, San Luis, La Toma, Villa Mercedes, San Francisco, entre otras localidades, se hicieron presentes para compartir  con los hermanos de otras provincias la esencia cristiana, honrando a la Madre de Dios y comprobando que la Virgen de la Cobrera ha traspasado las fronteras de San Luis.

En la jornada no solo se celebraron los 23 años de la aparición de la Virgen a Miguel Ángel Escudero, sino también los 7 años de la entronización de la imagen.

Tal alegría fue demostrada con distintos sacrificios que van más allá de acciones imposibles. Gestos de humildad de los que fueron con sus sillas, otros que peregrinaron hasta el lugar o los gauchos que cabalgaron, fueron sinónimo de la tradición católica.

La presidenta de la Asociación Virgen de la Cobrera, Silvana Arenas, en diálogo con este medio dijo que fue “una jornada de mucha bendiciones y muchas sanaciones. Ver a gente que caminando desde el paraje Riocito o las cabalgatas que partieron desde Río Grande, emocionan. No solo es por esta jornada sino que la virgen recibe visitas de lunes a lunes, es impresionante lo que convoca”.

“En esta manifestación de fe podemos ver tanto jóvenes como adultos mayores,  pero también mucha gente enferma que ha ido a pedirle a la virgen curación”, manifestó la mujer.

Ahora los devotos seguirán emanando sus oraciones en el silencio de su intimidad, reforzando la fe y brindando deseos que pretenden trascender las fronteras de la religión.

Texto: Nicolás Gatica Ceballos – Julián Pampillón

 

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