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Rifa solidaria por una beba de 2 meses que lucha por su vida

Entre la madre de Mia Isabella y sus amigas sortearán 6 premios con el fin de recaudar fondos y poder ayudar a la pequeña a vencer la hipertensión pulmonar grave que no le permite respirar normalmente.

Para colaborar con la pequeña, que pelea por su vida, los números de la rifa se pueden conseguir en el local Almendra en calle Pedernera entre Rivadavia y San Martín.
Actualizada: 19/09/2017 12:46
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La criatura y su familia aguardan el traslado, ya que en San Luis no puede ser tratada. Sin embargo, no hay camas disponibles, ni en el Hospital Humberto Notti de Mendoza, ni en el Garrahan de Buenos Aires, principales referentes dentro de las instituciones pediátricas del país.

Además del gasto económico de la operación a la que deben someter a la beba, se suman otras dos problemáticas que condicionan aún más la situación de su madre, Silvia Gonzáles: la estadía en una ciudad lejana y el traslado de Mia, que debe realizarse necesariamente en avión.

Para recaudar dinero, Gonzáles, una emprendedora soltera que posee un local de ropa, y sus amigas realizarán una rifa con un costo simbólico de $30, que pretende despertar el costado solidario de los puntanos para ayudar a una pequeña.

Los premios que integran el sorteo se dividen en una canasta cosmética y vouchers de peluquería, de limpieza facial, de electrodos o masajes, de maquillaje y de depilación, sumando en total 6 categorías que se sortearán el 25 de septiembre en Almendra, en calle Pedernera entre Rivadavia y San Martín. Allí se consiguen los números de la rifa.

Para brindar mayor transparencia, una de las organizadoras Eliana Quiroga transmitirá el evento en vivo, a través de facebook live.

La historia de Mia

El 27 de junio pasado, Mia Isabella Gonzales llegó a este mundo a las 33 semanas de gestación, con un peso de 1,760 kilogramos. El cuadro que determinaron los médicos del Cerhu fue atresia duodenal con cardiopatía evolutiva y síndrome de Down.

Al día siguiente la pequeña ya vivió su primera intervención quirúrgica de atresia duodenal. La evolución fue favorable y a los 3 días ya no era más una paciente de riesgo. Había superado la primera prueba.

Cuando mediaba  julio, ya había dejado de lado la bigotera, que la acompañaba hasta ese momento y aunque todavía le costaba succionar la mamadera, los progresos ya se evidenciaban.

Fue el 7 de agosto cuando se rompió la servocuna (tecnología que permite equilibrar el oxígeno y el clima) en la que permanecía. “Deciden desconectar el aparato y abrigarla, yo dudaba por el aire fresco de las noches, más allá de que el lugar estaba calefaccionado”, relató la madre.

A los 4 días la situación se complicó. Durante la madrugada se descompuso y amaneció hinchada. A las 18 los profesionales decidieron entubarla con un respirador por la boca y colocarle Sipac (una maquinaria que proporciona oxígeno). El diagnóstico fue desalentador, la niña se había contagiado bronquiolitis.

Los médicos siguieron dando batalla por Mía, pero el 21 de agosto volvió a descompensarse. Observaron una secreción amarillenta y temieron que se tratara de neumonía, entonces comenzaron un tratamiento de antibióticos.

Agosto llegó a su fin y la incansable luchadora mejoró nuevamente, dejó el sipac y, aunque ayudada nuevamente por la bigotera, comenzó respirar por sus propios medios.

Continuaron las nebulizaciones y los tratamientos hasta que el 3 de septiembre la carita de la paciente se puso azulada y luego se desmayó.

“Mia tiene hipertensión pulmonar grave, es un cuadro complejo por todo el proceso que viene pasando, no saben si para estabilizarla requerirán una semana, veinte días o un mes, sumado a su nacimiento prematuro y al síndrome de Down”, explicó Gonzáles en una carta dirigida al auditor de su obra social, donde solicita el traslado.

El médico recomendó un tratamiento con oxígeno nítrico y se ofreció a gestionarlo con el auditor, para concretar el traslado hacia algún hospital con el equipamiento necesario, ya que en San Luis ninguno dispone de esta tecnología. “Me aclaró que no es una garantía del cien por ciento, pero sí un tratamiento opcional”, comentó sobre los motivos que la han llevado a buscar ayuda en Mendoza, Córdoba y Buenos Aires.

En el Hospital Humberto Notti le advirtieron que no tienen camas disponibles, mientras que en Córdoba y en el Garrahan le solicitaron que espere unos días más para obtener una respuesta.

La mujer, que enfrenta sola la enfermedad de su hija, finalizó su carta con una reflexión conmovedora: “Más allá que los médicos han hecho todo lo posible, veo que Mia estaría necesitando una derivación. Casi puedo darme cuenta que la estoy perdiendo día a día”.

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