Trifiró: “Pedimos tres audiencias a Corvalán y no fuimos recibidos”
La secretaria General de la Asociación de Profesionales y Técnicos de la Salud (APTS) reiteró la falta de respuestas del Estado ante las inquietudes que preocupan al gremio.
Ana Lía Trifiró señaló que hay una serie de temas que merecen especial atención, como el paso a planta permanente de los profesionales de la carrera sanitaria, las recategorizaciones y las licencias psicoprofilácticas.
Ayer la secretaria gremial dijo que a pesar de haber pedido tres audiencias aun no fueron atendidos por la ministra de Salud Graciela Corvalán, y adelantó que se instalarán en las oficinas de la funcionaria hasta lograr que los reciba.
“Iremos la semana que viene y nos quedaremos en el despacho hasta que la ministro nos pueda atender. Si implica que debamos quedarnos de la mañana a la tarde, lo haremos; si significa volver al día siguiente y al siguiente, también lo vamos hacer, nos quedaremos hasta que nos escuche y de soluciones”, advirtió.
Trifiró comentó que cuando quiso hablar personalmente con Corvalán, una persona que trabaja en el despacho le dijo: “Yo entro a hablar con la ministro y enseguida la llamo para ver cuando las recibe”, pero no tuvo novedades.
“Evidentemente se olvidó, se le pasó o no nos pudo llamar, lo cierto es que no tenemos fecha”, indicó.
La dirigente recordó además “los aprietes” que reciben desde los estamentos gubernamentales y explicó que se concretan en situaciones que muchas veces son implícitas.
“Hay muchas maneras de apretar, si digo que mañana hay un té con la esposa de (Adolfo) Rodríguez Saá y tienen que anotarse en una lista, siendo un superior, es un apriete, acá y en la China”, resaltó.
“Creo que es ridículo que tenga que salir a explicar cómo son los aprietes cuando ellos los conocen, tengo audios de la directora de Merlo donde les pide a los pacientes que por favor se quejen de lo mal que han sido atendidos ¿De qué estamos hablando?”, agregó.
La mujer detalló que los profesionales de la salud precisan trabajar con tranquilidad teniendo en cuenta que los errores pueden costarles su matrícula. “Si las cosas no se hacen bien no le harán juicio al familiar, ni a la directora, ni a la ministro, será a quien efectuó la práctica. No somos dioses, somos personas que atendemos personas”, sostuvo en declaraciones a Radio Universidad.
El mes pasado, Trifiró denunció amenazas contra su integridad y la de su familia, en un contexto de reclamos donde por medio de un llamado telefónico le ordenaron “que se calle la boca de inmediato”.
También fue crítica con respecto a un merendero que se intentó instalar en el Hospital de La Punta. Según relató, tenían “todas las intenciones” de abrirlo, ya que es el único que posee un salón de usos múltiples que da a la calle.
Autorizaron el uso de las instalaciones y se les requirió a los empleados que colaboren siempre que sea bajo su espontánea aceptación, fuera del horario de trabajo.
“Si quieren que vayan, pero que no se los obligue porque si me hacen una listita con los que van a colaborar, están apretando. Si hay alguien que no se enteró lo recuerdo, estamos en democracia”, finalizó Trifiró.