La historia de una familia especial que vivió una mañana electoral
Cinco hermanos y un sobrino que padecen un retraso madurativo asistieron a votar y dejaron un mensaje ciudadano. Ellos no saben leer ni escribir y no reconocen los colores, pero asimismo no quisieron faltar a los comicios y asistieron “con alegría”.
Esta mañana, minutos después de las 9:30, María (como se dio a conocer “la madre de una gran familia”) llegó a la Escuela Técnica Nº 10 “Martín Miguel de Güemes”, junto a seis hombres.
Uno de ellos es su “hijo del corazón”, de 17 años; mientras que el resto son sus hermanos, a quienes también cuida como sus hijos. Cada uno que ingresó al cuarto oscuro, lo hizo con su ayuda.
Mientras que el presidente de mesa los instruyó en el paso a paso de la impresión de la boleta.
Según contó María en declaraciones a elchorrillero.com, los hombres vivían en el campo con su mamá de 90 años, por lo que vio la necesidad de traerlos a la ciudad y ocuparse de su cuidado y contención. Hace 5 años que se instalaron en la capital y ahora son una familia “muy especial”.
“Mis hermanos rondan los 47 años. Los traigo y acompaño porque no saben leer, escribir y tampoco reconocen los colores”, dijo.
Además resaltó que en esta oportunidad fue particular el hecho de ayudarlos con la máquina de impresión de boletas: “Les digo todo lo que tienen que hacer y ellos se ponen felices, son muy alegres”.
Para la mujer su familia “es más que especial” y consideró que tener todavía a su madre es “una bendición”.
Pero lo esencial de la jornada fue la importancia del deber cívico: “Siempre me piden venir a votar y lo hacen con alegría”.
Luego de dialogar, no pudo contener sus lágrimas. A pesar de las vicisitudes de su vida, tiene “la gracia de compartir con hijos del corazón”.
“Por ahora no quiero dejar un mensaje, sólo la emoción”, concluyó.