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La carta del rugbier atacado por una patota por ser gay: "Pensé que me mataban"

El viernes pasado, Jonathan Castellari fue golpeado por al menos ocho hombres en un local de comidas rápidas. "Hay que matarlo por puto", escuchó antes de desvanecerse.

Jonathan Castellari fue golpeado el viernes pasado.
Actualizada: 08/12/2017 16:44
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En cuestión de segundos, lo que había empezado como una salida de amigos casi termina en una tragedia. Jonathan Castellari, un rugbier de 25 años, frenó el viernes pasado en un Mcdonald’s de Palermo para desayunar, después de salir de un boliche. Eran casi las siete de la mañana y sólo quería comer algo rápido antes de llegar a sus casa. Pero mientras esperaba su pedido, una patota de ocho hombres lo rodeó y le pegó al grito de "te vamos a matar por puto", hasta dejarlo inconsciente.

Como consecuencia del ataque, sufrió una fractura cerca de una de sus órbitas oculares y casi pierde un ojo. A una semana de la salvaje agresión y ya de alta, el joven difundió una emotiva carta, que detalla cómo fue el incidente, el miedo que sintió y su reflexión sobre las constantes agresiones que sufren los homosexuales en la vía pública.

"Me vi en el piso, bañado en sangre, completamente indefenso. Me pegaban piñas y patadas, mientras me decían ‘comé por puto’ o ‘tomá, puto de mierda'", detalló en uno de los fragmentos publicados en Facebook. "Pensé que me desmayaba en el instante en que intenté levantarme del piso. Sentí que me ahogaba tragando mi propia sangre. Pensé que me mataban, que no iba a poder contar lo que pasó", agregó.

En su reconstrucción de los hechos, Castellari explicó que no había personal de seguridad y que gracias a una enfermedad que estaba "de casualidad" por la zona, lo pudieron socorrer. "Fue la única persona que tuvo un acto de humanidad", puntualizó en su texto.

"Me salvé. Hoy puedo contarlo. Pero hay algo que no dejo de preguntarme. ¿Qué habrán sentido otros adolescentes que todavía no pueden contar que son gays cuando vieron por televisión lo que me hicieron? ¿Habrán sentido que si "se les nota lo gay" los van a cagar a trompadas?", reflexionó en referencia a la repercusión mediática que tuvo su caso, destacó Todo Noticias.

El rugbier, que pertenece al club Ciervos Pampas, no dudó en utilizar su dramática experiencia para instar a un cambio en la sociedad. "No te calles, no seas cómplice. La homosexualidad no es una enfermedad y la homofobia es una forma de odio que se inculca mediante la discriminación. Ser gay es algo innato en nuestras vidas: queremos vivir sin tener miedo de salir a la calle", remató.

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