Crisis en Merlo: hay tregua en el conflicto porque se pagaron los sueldos a los empleados
Con los fondos de la coparticipación se hizo frente hoy a las obligaciones de diciembre. Recién cuando la plata estuvo acreditada, el gremio confirmó que levantaba la toma de la comuna.
El intendente Miguel Rody Flores respiró aliviado este mediodía porque cedió, aunque sea de forma transitoria, la presión de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que provocó una crisis sin precedentes en la villa al exigir el cumplimiento de las obligaciones salariales.
Ni siquiera la promesa de pago que hizo la semana pasada tras la reunión con el gobernador Alberto Rodríguez Saá de la que salió con la manos vacías, conmovió al sindicato que sostuvo el plan de lucha.
El pago de los sueldos de diciembre se materializó con los recursos de la coparticipación. Es decir no hubo asistencia extraordinaria del tesoro provincial para que la comuna pueda ponerse al día con los empleados.
La protesta de más de dos semanas abarcó la interrupción del servicio de recolección de residuos y la toma pacífica de la sede del Gobierno municipal.
La oficina de prensa oficial adelantó que “los secretarios y directores diagramarán diferentes planes para reencauzar la gestión de cada área con todos los trabajos que no se pudieron realizar durante estos días de paro”.
Como primera medida se difundió un cronograma de retiro de la basura.
El sindicato anticipó que “esperarán algunos días antes de retomar” reclamos como "la recategorización, aumento del 15 %, mejora de las condiciones laborales y pases a planta permanente”.
Además remitió una propuesta a Flores en la que plantea la posición con relación al “plan” que le pidió el gobernador Alberto Rodríguez Sáá como condición para asistir a la comuna que arrastra un déficit.
En concreto pidió que suspenda el aumento de sueldo de hasta el 40% programado para el intendente y los concejales; revisar la política de recaudación impositiva; dejar sin efecto la tercerización de servicios y transparentar la gestión.
Al mismo tiempo quiere que se “esclarezca el número” de empleados y no haya nuevos despidos.
El intendente se mostró hoy con el presidente del Concejo Deliberante, Edgar Amaya y los concejales María Rosa Miravet y Leonardo Rodríguez, integrantes de la comisión de Hacienda. Con ellos se comprometió a formular del plan que someterá a aprobación de Rodríguez Saá.