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Santiago del Estero: violaban y hambreaban a sus propias hermanitas

La policía logró detener a uno de los jóvenes depravados, mientras que el otro huyó a Chaco. El hecho ocurrió en el departamento Copo.

Las vejaciones arrancaron con los hermanos adolescentes y las hermanitas niñas: no tendrían más de 6 o 7 años.
Actualizada: 12/02/2018 10:36
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Dos niñas de apenas 10 y 12 años, pudieron ser rescatadas del calvario que vivían por culpa de sus propios hermanos. Las menores eran, durante años, esclavas sexuales de dos jóvenes.

La Justicia logró al aprehender a uno de los depravados. El otro habría escapado hacia la provincia de Chaco.

Donde ocurrieron estos aberrantes episodios, fue en una humilde casita situada en San José del Boquerón, en el departamento Copo, al norte de la provincia. Se encuentra sobre la ruta provincial Nº 2, en la margen izquierda del río Salado, 90 kilómetros al sudoeste de Monte Quemado, Copo.

Según la investigación de los fiscales Santiago Bridoux y Gabriel Gómez, las vejaciones arrancaron con los hermanos adolescentes y las hermanitas niñas: no tendrían más de 6 o 7 años.

Aun cuando no rebozaban de formación escolar, ello no les habría vedado de conocer lo bueno y lo malo; lo justo e injusto; y que las hermanas y el cuerpo de una mujer son sagrados.

Comenzó como una travesura sin límites. Con el tiempo, violarlas obró como catalizador de sus perversiones.

Hartas, seis meses atrás las hermanitas confiaron todo a su madre, informó Diario Panorama.

Para entonces, no hicieron más que confirmar las presunciones de la mujer, quien intuía que no era lógico que sus hijos cuidaran a las hermanitas como si fueran novios celosos y protectores.

"Nos pegan y llevan al monte para violarnos", relataron las niñas, presas de un sufrimiento indescriptible y que ahora los psicólogos intentarán remontar.

Muy a pesar del dolor, la mujer denunció a sus hijos, pero estos "desaparecieron" de San José del Boquerón.

Durante medio año trabajaron en los montes y aserraderos del Chaco.

En forma paralela, el fiscal Bridoux edificó la causa con exámenes médicos, Cámara Gesell, testimoniales y otras pruebas vitales.

Dos días atrás, la Seccional 22 descubrió que uno de los hermanos volvió a San José del Boquerón. Y la policía por fin pudo detenerlo.

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