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La agenda de Peña y Adolfo R. Saá: la firma del Consenso Fiscal y terminar con las trampas electorales

Con el correr de los días se va confirmando de qué hablaron en la reunión, más allá de que no hubo declaraciones oficiales de las partes.

Peña le reclamó a Rodríguez Saá “reglas electorales transparentes a fin de evitar ´picardías´ a la hora de votar”.
Actualizada: 29/03/2018 12:17
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El jefe de Gabinete, Marcos Peña habría sido “muy duro” con el senador Adolfo Rodríguez Saá durante la reunión que mantuvieron la semana pasada.

En la audiencia que se realizó el jueves 22 de marzo en la Casa Rosada, quedó expuesta la necesidad que tiene el Gobierno de San Luis de contar con recursos para hacer frente a una serie de compromisos que permitieron dar vuelta el resultado de las PASO de 2017.

Peña le pidió a Adolfo Rodríguez Saá que “su hermano  firme el Pacto Fiscal antes de enviarle dinero” y le reclamó “reglas electorales transparentes a fin de evitar ´picardías´ a la hora de votar”, según consignó Jaime Rosemberg en la nota que escribió hoy en La Nación bajo el título “Poggi y Mac Allister, contra los ´dinosaurios´".

No le dejó pasar las maniobras a las que habrían apelado Alberto Rodríguez Saá y el actual senador para alzarse con el triunfo el 22 de octubre, según denunció en su momento la oposición puntana.

Peña le avisó además a Adolfo Rodríguez Saá que “irán a fondo con la candidatura de Poggi”, contó Rosemberg.

San Luis y La Pampa son dos objetivos electorales de la Casa Rosada para 2019. Es que los gobernadores Alberto Rodríguez y Carlos Verna a quienes llaman con ironía las "bestias negras" o "los dinosaurios “ahora que se quedaron solos será más fácil derrotarlos”. Uno no firmó el Pacto Fiscal y el otro ahora está por denunciarlo.

A continuación la nota de La Nación:

Poggi y Mac Allister, contra los "dinosaurios"

En los despachos de la Casa Rosada los llaman con ironía las "bestias negras" o "los dinosaurios" y aseguran que ahora que se quedaron solos será más fácil derrotarlos. El gobernador peronista de La Pampa, Carlos Verna, y su par de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, sostienen su duelo verbal y político con el gobierno de Mauricio Macri, son los únicos que rechazan el Pacto Fiscal al que los invitó el ministro del Interior Rogelio Frigerio y se mantienen firmes e intransigentes en su postura opositora, aunque algunos que hasta hace poco compartían ese selecto grupo -el formoseño Gildo Insfrán o la santacruceña Alicia Kirchner- ya se muestran más dóciles con el Poder Ejecutivo.

A modo de efectivo antídoto, y mientras mantienen alguna línea de diálogo, en la Casa Rosada confían en resolver el entuerto en las urnas, el año que viene. Claudio Poggi, el exgobernador alejado de los Rodríguez Saá, a quienes ya derrotó en las PASO del año pasado, es el elegido para arrebatarles la provincia a los hermanos del poder puntano el año que viene. Y en La Pampa, aunque no hay unanimidad, el actual secretario de Deportes Carlos Javier Mac Allister es quien cuenta con las simpatías de Balcarce 50 para que La Pampa deje de estar en manos del PJ por primera vez desde 1983.

Después de la increíble remontada que les permitió ganar las elecciones legislativas luego de perder en las PASO, los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá comenzaron a sentir el rigor de tener que pagar las deudas contraídas. La visita que el expresidente realizó la semana pasada a la Casa Rosada -un encuentro con el presidente Mauricio Macri y el jefe de gabinete Marcos Peña incluido- puso nerviosos a los miembros de la coalición opositora. Pero Peña, al contrario de lo que trascendió, habría sido muy duro con Adolfo: le pidió que su hermano firme el Pacto Fiscal antes de enviarle dinero, y le avisó que irán a fondo con la candidatura de Poggi. También le habría pedido reglas electorales transparentes a fin de evitar "picardías" a la hora de votar. "Sintió el golpe de perder la elección, pero después del mundial retoma la campaña", afirman cerca del dirigente de origen peronista, que tendrá el apoyo de radicales y macristas, además del de la Casa Rosada, para intentar desbancar a los Saá.

Con parecido optimismo y la garra que mostraba como futbolista, el "colorado" Mac Allister ya se alista para la batalla contra Verna, amo y señor de la provincia como representante del peronismo provincial. Tiene algunas ventajas en relación a otros precandidatos de Cambiemos, como el senador radical Juan Carlos Marino: puede aglutinar, además de los votos propios, una parte del electorado peronista, vital para tener chances. La relación con el Presidente, que viene de su paso por Boca Juniors (un paso que terminó, justamente, con la llegada de Macri a la presidencia del club xeneize), es otro de los puntos a favor que esgrimen cerca del secretario de Deportes de la Nación.

"Verna se encierra cada vez más en su ostracismo, y eso nos facilita las cosas", contaron cerca de Mac Allister, quien a pesar de contar con viento a favor no se confía. "Hay que trabajar mucho todavía", repite a los periodistas cuando lo consultan por su deseo de destronar al veterano caudillo pampeano, un deseo compartido con el puntano Claudio Poggi que tiene en la mira las elecciones del año que viene.

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