X

La historia de la Copa del Mundo robada y el perro que la encontró

Por Héctor Suárez para www.elchorrillero.com

La original Copa Jules Rimet. Fue robada en Río de Janeiro en 1883. Aún no apareció.
Actualizada: 04/04/2018 09:59
PUBLICIDAD

"Nos dijeron que se habían tomado las medidas de seguridad más estrictas, pero fallaron", decía un reportero de la BBC hace 52 años, desde la sede de una exposición muy particular en Londres.

Lo que había pasado había dejado al público estupefacto: se habían robado la Copa del Mundial de Fútbol de 1966 en Londres, la capital de la nación anfitriona.

"Era la primera noticia en todos los noticieros y el titular ‘Copa del Mundo robada’ se repetía en la primera página de todos los diarios", cuenta David Corbett. Los críticos decían que la mejor fuerza de policía del mundo había perdido la copa.

"Inglaterra pierde la Copa Mundial" , titular que no sorprende. Si cómo la perdió.

Y desapareció.

"Siento decirles que en este momento, no puedo darles ninguna declaración", le dijo a los reporteros el jefe de Seguridad.

Pronto se supo que la operación de seguridad para resguardar la copa se reducía a un guardia de más de 70 años de edad, quien se había tomado su descanso para cenar.

La sensación generalizada del público era que la policía no iba a ser capaz de recobrar el apreciado premio.

"Saqué a mi perro Pickles a caminar"

"Salió de la casa y se fue derecho a donde estaba el auto de mi vecino. No dejaba de olfatear así que cuando fui a ponerle la correa, me fijé y vi en el piso un paquete muy cuidadosamente empacado", contó.

La curiosidad lo invadió. Se agachó y lo recogió.

"Rasgué un pedazo del periódico que lo cubría y vi Brasil… Alemania Occidental…".

Corbett era un fanático del fútbol, y había escuchando sobre lo que había pasado.

"Mi corazón empezó a palpitar más rápido… ¡era la Copa del Mundo!". "¡Era la Copa del Mundo!".

Corbett con Pickles en 1966.

Sospechoso

Su primer impulso fue llevarla a la estación de policía. "Me monté al auto así como estaba, con chancletas, y recuerdo que al llegar, empujé la puerta y fui derecho hacia un sargento que estaba detrás de un escritorio brillante y le dije: ‘¡Creo que encontré la copa del Mundo!'".

Cuando el jefe del sargento llegó, ordenó que se llevaran a Corbett a Scotland Yard. "De repente caí en cuenta de que yo era el sospechoso número 1″, recuerda.

Un par de días más tarde, la policía fue a interrogarlo nuevamente.

Por suerte, "después de eso ya no sucedió más". "Me convertí en un testigo, cuando procesaron a los que se la habían robado", concluye Corbett.

¿Y Pickles?

El club nacional de deportes honró a David Corbett y a Pickles por recobrar el trofeo Jules Rimet con una medalla, una recompensa de US$1.500 y un regalo especial para Pickles.

"Era todo confuso para Pickles, pero el ahora mundialmente famoso perro se tendrá que acostumbar a una vida glamourosa", reportó la BBC en aquellos momentos.

Pickles no entendía mucho de medallas, pero por suerte también le dieron una bandeja entera de pavo.

Quizás el honor que más emocionó al fanático del fútbol Corbett fue el que vino después de que Inglaterra ganara el trofeo que Pickles había encontrado.

"Después del partido, nos invitaron a la recepción en Londres. El equipo estaba en un enorme balcón y abajo la calle estaba repleta de gente. Bobby Moore (el capitán) levantó a Pickles y se lo mostró a la multitud. Fue muy emocionante para mí, y pienso que también para todo el país", le dijo Corbett a la BBC.

"Fue gracias a Pickles que cambió mi vida. Me ayudó a comprar mi casa. Está enterrado en el jardín y, en las agradables noches de verano, salgo con una copa de vino, hablo con él y digo: ‘¡Salud, Pickles, y gracias!'".

Y no sólo Corbett está agradecido: el equipo nacional estuvo a punto de quedarse sin un trofeo que levantó tras vencer a Alemania.

Pickles descansa en el jardín de la casa que Corbett pudo comprar gracias a él. "Pickles el que halló la Copa del Mundo en 1966″, dice el cartel.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR