La detención de Lula da Silva: se entregó tras 26 horas y viaja a la cárcel de Curitiba
Se retiró del sindicato de Metalúrgicos rodeado por la militancia y va camino al aeropuerto para ser trasladado a Curitiba.
El hecho es histórico: Lula da Silva abandonó el sindicato de Metalúrgicos y fue trasladado a Curitiba donde deberá cumplir 12 años y un mes de condena por corrupción.
Tras más de 26 horas de tensión y luego de haberse cumplido el plazo máximo dictado por el juez Sérgio Moro para su arresto, el expresidente se retiró del lugar a pie e ingresó en un auto de la Policía Federal que lo trasladó, en una importante comitiva, hasta el aeropuerto de San Pablo. Y desde allí, directo a la ciudad de Curitiba.
La salida del expresidente fue un verdadero caos. Cientos de militantes se agruparon en una de las salidas del sindicato e intentaron evitar la entrega de Lula, quien debió ser escoltado por un grupo de custodios.
El convoy de la Policía que lo llevó hasta el aeropuerto estaba compuesto por vehículos oscuros sin insignias de la institución, como solicitó su defensa. El primero destino fue una sede de la fuerza federal donde lo esperaba un helicóptero: desde allí partió hacia el aeropuerto. Previo a su traslado Lula fue sometido a estudios médicos por parte de las autoridades federales.
Minutos después de las 20.45 (hora local), una pequeña avioneta despegó del aeropuerto con destino a Curitiba, la ciudad desde donde el juez Moro llevó adelante la extensa investigación sobre el caso Lava Jato, el más importante en la historia de Brasil.
En Curitiba le espera una celda celda de 15 metros cuadrados que había sido preparada especialmente para él.